Moschino, Franco (1949-1994).
Diseñador italiano, nacido en Milán en 1949. Hijo de un rico propietario de altos hornos, abandonó a los 15 años la seguridad burguesa de su hogar y se matriculó en la Escuela de Bellas Artes de Brera.
Posteriormente, mucho antes de ser conocido como el creador de moda más provocador y polémico de Europa, desempeñó los más variopintos trabajos: contable, recepcionista, ayudante de fotógrafos, vendedor ambulante de libros, ilustrador de cuentos para niños, etc. En Milán desarrolló lo que desde niño fue su verdadera pasión, el dibujo. Para ello tuvo primero que conocer a Gianni Versace, otro de los grandes de la moda italiana, quien lo reclutó como ilustrador de su gabinete de publicidad en 1970. Gracias a él logró introducirse en varias revistas de su compañía, lo que más tarde le servirá para desarrollar sus propias campañas y para hacer la mayor parte de sus fotografías.
Pero su verdadera oportunidad le llegó de la mano de la firma Cadette, una de las más conocidas y prestigiosas de Italia, donde fueron suficientes once colecciones de cortes impecables para descubrir cada uno de los secretos de la confección y del diseño, los mismos que más tarde reinterpretaría con éxito en sus colecciones.
Varios años después, en 1983, salió a la luz la que fue su primera colección, que denominó "Moschino Prima Línea", y que suscitó un gran interés en los círculos de la moda.
Considerado innovador por sus ideas por el rechazo hacia la modernidad y la elegancia, incluye dentro de su filosofía extravagancia y fantasía combinadas dentro de una teoría libre y desenfadada.
A través de sus campañas, ha promocionado una mezcla de prendas, estilos, y colores dentro de una tónica capaz de reinterpretar con maestría los clásicos como Chanel, o elevar la camiseta a la categoría de pieza indispensable en cualquiera de sus colecciones y transformar imperdibles, chapas, bombillas, monedas, relojes, picaportes, naipes o cremalleras en los más pintorescos complementos.
El 18 de septiembre de 1994 murió en su casa del lago de Annone de Brianza, víctima de un tumor en el abdomen. Enfermo desde hacía dos años, en los últimos tiempos se había dedicado a las obras benéficas, sobre todo a la ayuda a los niños seropositivos, a los que destinaba los fondos que recaudaba en la venta de sus colecciones.
