Mori, Fabrizio (1969-VVVV).
Atleta italiano, nacido en Livorno (Toscana) el 28 de junio de 1969, campeón del mundo de 400 metros vallas en los Campeonatos Mundiales de 1999. Poseedor de una apreciable punta de velocidad y con una buena técnica en las vallas que compensa su falta de potencia física, Mori es continuador de la escuela italiana de vallistas que tan notables ejemplos ha dado a lo largo de la historia.
Hasta su triunfo en el Mundial de Sevilla, la trayectoria de este corredor de 400 metros vallas y lisos había transcurrido con presencias regulares en las finales de los campeonatos europeos, así como en las semifinales de los Mundiales de 1991 en Tokio, 1993 en Stuttgart y 1995 en Gotebörg. En los Juegos de Atlanta pudo acceder por primera vez a una final, en la que finalizó en sexta plaza, y en 1997 demostró que su progresión continuaba, al obtener la cuarta plaza en el Campeonato Mundial de Atenas, un gran resultado para un atleta que hasta entonces no había obtenido puestos destacables en la alta competición internacional.
Obtuvo su primer título internacional en la Copa de Europa de 1997, en la prueba de 400 metros vallas -victoria que repitió en 1999-, y se hizo con la segunda plaza en los 400 lisos. En 1998 ganó el bronce en el Campeonato de Europa, lo que hacía esperar, a pesar de su veteranía, todavía mayores logros por su parte, que se vieron confirmados en Sevilla al año siguiente y contra todo pronóstico, ya que se impuso en la final de 400 vallas al francés Stephane Diagana, favorito indiscutible y vigente campeón del mundo, al que relegó a la medalla de plata. No obstante, Mori había estado a punto de perderse la final, ya que en las semifinales había sido descalificado por haber pisado la línea exterior de su calle, si bien a última hora el jurado de apelación decidió reintegrarle a la competición; fue un golpe de fortuna que Mori no desaprovechó, y, una vez en la final, dio la sorpresa al adelantarse a Diagana en el último sprint, después de haber realizado una primera parte de carrera más bien discreta. Su tiempo de 47,72 suponía un nuevo récord de Italia y le colocaba entre la elite de la especialidad para acudir a los Juegos de Sydney 2000 como uno de los grandes favoritos al podio. Sin embargo, en dicha cita olímpica no cumplió con las expectativas depositadas en él, pues finalizó en la séptima plaza con un discreto tiempo de 48,78, muy lejos del récord con el que habría logrado la medalla de bronce.
Siempre simpático y amable, Mori es muy aficionado a los deportes en general y la música, además de lo cual le gusta jugar con su perro.
MAH
