Merleau-Ponty, Maurice (1908-1961).
Filósofo francés, cuyo pensamiento se caracteriza por la unidad y coherencia con que aborda los problemas de la existencia y el esfuerzo que despliega para sacar las consecuencias últimas, implícitas en la existencia asumida como principio.
Vida y obras
Nacido en Rochefort-sur-Mer, fue profesor en diversos institutos de provincia, en la universidad de Lyon y en la Sorbona y, finalmente, en el Collège de France, a partir de 1952. Durante la Segunda Guerra Mundial participó en el movimiento de liberación, y después se convirtió en uno de los teóricos existencialistas del engagement en posiciones de "tercera fuerza", es decir, intenta ubicarse en un área intelectual entre el partido comunista y los partidos de la democracia liberal. Sobre estas ideas fundó, junto con Sartre, Les Temps Modernes, y colaboró en la revista mensual desde 1945 hasta 1953. Más tarde se separó de Sartre, al que atacó duramente por sus simpatías hacia el Partido comunista francés y hacia la Unión Soviética. Sin embargo, siguió ocupándose de política desde una perspectiva socialista.
Sus obras principales son: La structure du comportement (1942), Phénoménologie de la perception (1945), Sens et non-sens (1948), Éloge de la philosophie (1953), Les sciences de l'homme et la phénoménologie (1950-51), Les aventures de la dialectique (1955), Signes (1960), Le visible et l'invisible (incompleta, 1964).
Pensamiento filosófico
El cuerpo y la percepción
En el campo de la psicología, particularmente en sus obras La estructura del comportamiento y Fenomenología de la percepción, repasa críticamente las distintas doctrinas psicológicas, rechazando el behaviorismo inglés y superando la psicología de la forma, para instalarse en una psicología existencial, que abarque conciencia y mundo. Rechazando en principio todo dualismo, al modo cartesiano, entre alma y cuerpo, se acerca a la realidad desde "ese mundo anterior al concepto", es decir, desde la metodología fenomenológica próxima a Heidegger, para llegar a las cosas mismas, a la vida, a lo concreto. Esto es para él llevar a efecto la percepción. La percepción se efectúa con el ser íntegro del hombre, es decir, con el cuerpo incluido, porque el hombre es "conciencia encarnada", un ser que se comporta como ser indiviso. "Yo no estoy en mi cuerpo; yo soy mi cuerpo". El hombre es habitante del mundo gracias al cuerpo. El cuerpo se nos presenta como una puesta de la conciencia en el mundo, mundo que se significa principalmente en la relación con los otros, en la intersubjetividad, cuya manifestación más propiamente comunicativa se plasma en la sexualidad: ésta es, no una comunicación de soledades, como quería Sartre, sino la solidaridad íntegra.
Para esta relación de intersubjetividades Merleau-Ponty encuentra también otro campo: la palabra como lenguaje. La palabra se muestra como comunicación de sentido, y no simplemente como recipiente de conceptos. La palabra emana de nosotros para interpretar el silencio que somos.
Implicaciones socio-políticas
Si la relación conciencia-mundo pretende ser integral -y así lo entiende Merleau-Ponty-, es natural que en su reflexión entre también la dimensión socio-política del hombre. Durante algún tiempo, Merleau-Ponty hizo suyas las principales tesis marxistas, mostrándose comprometido con la ideología comunista. Pero más tarde, rechazando las restricciones de la libertad impuestas por el stalinismo en la Unión Soviética, se aleja del materialismo histórico, para admitir únicamente un materialismo antidogmático. De este modo se siente reconciliado con su vocación humanística.
Merleau-Ponty profundizó también en el análisis del arte (El ojo y el espíritu, 1960), especialmente de la pintura, como relación privilegiada del ser anti-predicativo, que es para él el terreno y la raíz de toda operación científica, filosófica y política de asignación de sentido.
Bibliografía
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ARIAS, A., La antropología fenomenológica de M. Merleau-Ponty, Madrid, 1975.
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OLLERO, A., Dialéctica y praxis en Merleau-Ponty, Universidad de Granada, 1971.
