Le Park, Julio (1928-VVVV).
Pintor cinético, dibujante y grabador nacido en Argentina en 1928.
Aunque formado artísticamente en Francia, la ciudad que lo vio nacer fue Mendoza, concretamente Santa Fe, pero pronto se trasladó con su familia a vivir a Buenos Aires. A los quince años inició sus estudios en la Escuela Nacional de Bellas Artes de esta localidad, pero no los finalizó. Los retomó a los veintisiete.
Interesado por el arte, Le Park destacó por llevar en su interior un volcán creador que pronto emergería en sus originales creaciones. Formó parte de un movimiento que proponía actualizar las disciplinas artísticas argentinas. Fue nombrado presidente del Centro de Estudiantes de Artes Plásticas y miembro del Consejo Directivo de la Escuela de Bellas Artes. En 1957 participó en la Bienal de São Paulo y se inició como pintor semi-abstracto.
Gracias a su encuentro con Victor Vasarely (1906-1997), una de las figuras claves del arte abstracto geométrico y principal cultivador del arte cinético y del pop-art, Le Park realizó una exposición y conoció al grupo de artistas geométricos de la Galería Dense René. Más tarde Le Park fue el fundador, junto con otros creadores europeos y americanos, del Groupe de Recherche d'Art Visuel (GRAV). Sintonizó con el estilo de García-Rossi, Morellet, Sobrino, Joel Stein e Yvaral, autores que vivieron la revolución ideológica que supuso el año 1968 en Francia, país en el que Le Park se había instalado gracias a la concesión de una beca.
Desarrolló un arte experimental con el que conseguía hechizar al espectador gracias a un juego de luces y efectos sorpresa sutilmente trabajados. Le Park fue un vanguardista óptico y cinético que logró a través de su obra la comunicación deseada con el público. Luz continua (1960-67), La inestabilidad (1964), El movimiento (1965) o Formas en contorsión (1966) son algunas de sus obras más importantes.
Le Park alcanzó el Premio de Pintura de la Bienal de Venecia y participó en la exposición que, bajo el título Luz y Movimiento, se realizó en el Museo de Arte Moderno de París. Allí presentó un gran tambor metálico que reflejaba y descomponía un rayo de luz blanca, clara manifestación del protagonismo que este artista daba a este bello recurso natural, fuente de todos los colores.
En 1975 expuso en el Museo de Arte Contemporáneo de México y en 1987 se le concedió el Primer Premio de la Bienal de Cuenca, en Ecuador.
