Ki Chan (1786-1852).
Hombre de estado chino. Se elevó por su talento a los primeros puestos de la magistratura. A la edad de veinte años era gobernador de la provincia de Honan y a la de veinticinco virrey. Degradado por no haber sabido prever y detener un desbordamiento del río Amarillo, fue repuesto poco después y desempeñó el cargo de virrey en varias provincias. Tao Kuang lo nombró miembro del consejo privado y poco después lo envió de virrey a la provincia de Canton, encargándole arreglar con los ingleses la diferencia suscitada por el despojo de veinte mil cajas de opio, que el virrey, su antecesor, había quitado a los comerciantes extranjeros, en cumplimiento de una orden del emperador que prohibía aquel comercio. Ky Chan arregló con el plenipotenciario inglés Elliot un tratado, en el que se estipulaba una crecida indemnización a los ingleses y la cesión de la isla de Hong Kong. Pero este tratado, que dictó un prudente conocimiento de los negocios, produjo la separación de Ky Chan, que además fue degradado públicamente, despojado de sus bienes y desterrado al fondo de Tartaria. La influencia de sus amigos consiguió hacerlo indultar y, en 1844, fue enviado como delegado extraordinario al Tíbet a formar el proceso de nomekhán o lama rey, residente en Lhassa y acusado del asesinato de tres talelamas. La sentencia impuesta por el emperador estuvo a punto de costar la vida de Ky Chan, porque los quince mil lamas, de la lamasería de Sera, acudieron armados a Lhassa y sólo se salvó ocultándose, pero después se apaciguaron y el nomakhan salió para su destierro. Ky Chan se hallaba en Lhassa en 1846 cuando llegaron los misioneros franceses Huc y Gabet, y, aunque al principio los trató con amabilidad, después le desagradó enormemente la buena acogida que recibieron en el país y les obligó a partir para China en virtud de la ley que prohibía su religión en el imperio. Fue después virrey de la provincia de Sse Chuen y en 1852 comisario imperial en los dos Kuang. Fue, al poco tiempo condenado a muerte, sin duda por su política liberal y conciliadora respecto de los europeos.
