Infanzón Canel, Agar Eva (1857-1932).
Escritora nacida en Coaña (Asturias) y fallecida en Cuba. La obra literaria de esta autora se centró en la defensa de los valores hispanos en las ex-colonias de América desde un punto de vista radicalmente tradicionalista y católico. Sus inicios en el mundo literario los debió a su boda con el periodista Eloy Perillán Buxó, director del periódico satírico La broma, al que había conocido dentro del mundo teatral de Madrid, en el que la joven trabajaba como actriz desde los quince años (había llegado a la capital a los cuatro años con su madre, tras la muerte en naufragio de su padre). Las ideas republicanas de su marido van a ser, en un principio, las mismas que Agar Eva, quien firmaba ya con el seudónimo de Beata de Jaruco Ibo Maza, el cual mantendría en todos sus escritos.
En 1874, la publicación de un libelo algo más atrevido de lo habitual (se titulaba Semblanzas en verso de todos los españoles de ambos sexos que se han exhibido en el Congreso y el Senado, en la Bolsa y los Ateneos, circos y plazas de toros) llevó a Perillán al exilio en Bolivia. Durante un año, y antes de partir a reunirse con él, Agar Eva continuó con la dirección de La broma. Mientras, en América, Perillán había fundado el periódico El Ferrocarril, a cuya redacción se incorporaría su esposa al llegar a aquel país. Entre 1876 y 1882, año de su vuelta a España, fundaron El Petróleo de Buenos Aires y Las Noticias y El Comercio Ilustrado en Lima. Además, ambos colaboraron en El Comercio y El Perú Ilustrado. Ya antes del regreso a España, la diferencia de ideas entre ambos cónyuges se hizo patente. En 1884, Perillán regresó a América, donde murió. Eva residió en Barcelona con su único hijo y colaboró en la prensa española y americana.
Se trasladó a Cuba mientras su hijo cursaba estudios de ingeniería en Chicago. En la isla antillana, perteneciente todavía a España en aquellos momentos, fundó y dirigió el periódico La Cotorra, que duraría de 1891 a 1893. Durante la guerra de independencia cubana, y dentro del giro cada vez más radical de su pensamiento, se volcó en la causa española, llegando a fundar centros de auxilio para la tropa y a ser secretaria de Cruz Roja. De su labor periodística durante estos años fue testigo el Álbum de la trocha (1897) publicado con otros cuatro periodistas. Tras el Desastre de 1898, volvió a España con los restos de su esposo. Al año siguiente, sin embargo, viajó una vez más a América y recorrió el continente entero dando conferencias. Colaboró en El Diario Español, Caras y caretas, El Correo de Galicia y La Tribuna. En 1904 fundó la revista Kosmos y en 1907 la Vida española. En 1914, durante uno de sus viajes, enfermó en Cuba, donde permaneció hasta su muerte en 1932. En estos últimos años, su postura de radical españolismo frente a la creciente influencia anglosajona en las antiguas colonias, se vió premiada con dos condecoraciones concedidas por el general Primo de Rivera: el Lazo de la Orden de Isabel la Católica y la Medalla de Oro de Ultramar. También el Vaticano premió su catolicismo a ultranza en 1921 con la Cruz Pro Ecclesia et Pontifice otorgada por Benedicto XV. En 1929, fue nombrada miembro correspondiente de la Sociedad Geográfica de Madrid.
La obra de esta autora no está lejos, en su planteamiento inicial, de la crisis que llevó a Rubén Darío a escribir, tras el Desastre, Cantos de vida y esperanza, aunque los resultados sean muy diferentes.
Su obra es amplia y se divide en: novelas, como Manolín (1891), Trapitos al sol (1891), Oremus (1893) y El agua turbia (1905); obras dramáticas, como La mulata (1891), El indiano (1894) y Fuera de la ley (1902), entre otras, y volúmenes misceláneos y de ensayo, como Las ambiciones de los sajones de América y la necesidad de unión entre los latinos del Nuevo Mundo (1903), El divorcio ante la familia y la sociedad (1903), Cosas del otro mundo. Viajes, historias y cuentos americanos (1889), Magosto. Colección de tradiciones, novelas y conferencias asturianas (1894) o De América. Viajes, tradiciones y novelitas cortas (1899).
Bibliografía
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SIMÓN PALMER, Carmen: Escritoras españolas del XIX, Madrid, Castalia, 1987.
