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HistoriaBiografía

Goulding, Cathal (1922-1998)

Nacionalista irlandés, nacido en Dublín en 1922 y fallecido el 26 de diciembre de 1998, también en la capital irlandesa. Su papel destacado en el movimiento independentista irlandés tuvo lugar en la década de los sesenta del siglo XX, pero estaba avalado por varios antecedentes familiares. La familia Goulding, residente en la zona norte de Dublín, fue conocida desde siempre por su militancia antibritánica y por su conciencia independentista y republicana: así, su padre y su abuelo lucharon al lado de Eamon de Valera y Michael Collins en la guerra contra Inglaterra (1919-1921), además de que, posteriormente, ambos parientes formaron parte del ejército que, dirigido por de Valera, se opuso al tratado logrado por Collins, enzarzándose los irlandeses en una violenta disputa civil. Estos antecedentes familiares empujaron al joven Cathal Goulding a engrosar las filas del IRA (Irish Republican Army, Ejército Republicano Irlandés) en el año 1937, con apenas quince años de edad. En los primeros tiempos de su militancia compaginaba la asistencia a asambleas clandestinas y labores de sabotaje con su primer y único empleo conocido: pintor de brocha gorda. Sin embargo, su papel en la organización independentista fue en ascenso, debido a su inteligencia para las labores de intendencia militar y armada; fue precisamente debido a esta labor por lo que, en el año 1956, se trasladó a Inglaterra al frente de un comando clandestino del IRA, con la misión de robar armas de una comisaría británica. El golpe fracasó y Goulding, junto al resto de los miembros del comando, fue encarcelado hasta 1962, ya que las autoridades británicas no consiguieron demostrar totalmente su pertenencia al IRA.

De vuelta a Dublín, a partir de 1963 su militancia en el IRA le acercó a la cúpula dirigente; aunque se desconoce con exactitud la fecha del inicio, entre los años 1965 y 1974 ocupó el puesto de jefe de personal, con la misión de reclutar a los jóvenes miembros del IRA y de su entrenamiento paramilitar. La situación de la lucha armada en el período citado era muy peligrosa, violenta y sujeta a continuos vaivenes políticos: a la lógica e intensificada persecución de las autoridades inglesas contra el IRA, se le unieron ciertas actitudes divergentes en el seno de la propia organización. Así, Cathal Goulding, desde su puesto de importancia, fue el principal defensor de establecer negociaciones con el gobierno de Londres, impulsando para ello un programa político basado en una actualización de las viejas aspiraciones republicanas. Así pues, el IRA oficial, bajo su liderazgo y dirección, proclamó unilateralmente un alto el fuego en 1972, lo cual hizo albergar ciertas esperanzas a la población británica para acabar con el secular conflicto anglo-irlandés. Sin embargo, el proyecto se vino abajo estrepitosamente pocos días después, debido a un comunicado emitido por el IRA provisional, esto es, aquellos miembros de la organización que no aceptaron las condiciones políticas planteadas por Goulding, en el que se mostraban dispuestos a continuar la lucha armada, tildando a Cathal de traidor a la causa irlandesa. A pesar de los esfuerzos del dirigente republicano por superar la sedición en sus filas, la década de los setenta conoció un nuevo recrudecimiento de la lucha armada entre el IRA, escindido en dos, y las autoridades militares inglesas. En la realidad del momento, los planteamientos políticos de Goulding eran prácticamente imposibles de realizar, puesto que se basaban en un exacerbado republicanismo que el gobierno de Downing Street no iba siquiera a considerar debido a su firme intransigencia contra las instituciones británicas. En el debe inglés, sin embargo, ha de resaltarse que, a pesar de que el alto el fuego decretado por Goulding ofrecía una posibilidad a la negociación, la RUC (Royal Ulster Constabulary, policía inglesa de Irlanda) y el ejército, siguiendo instrucciones del gobierno, prefirieron intentar aprovechar la escisión del IRA para destruir la organización antes que plantearse un diálogo serio con Goulding, a quien consideraban únicamente un terrorista y que, incluso, no gozaba de demasiadas simpatías entre el Sinn Fein, partido político independentista.

Tras la quiebra de su proyecto político, Cathal Goulding intentó, entre 1975 y 1980, aplacar los ánimos del IRA provisional y acabar con la división del brazo armado irlandés, pero su momento ya había pasado. Desde entonces vivió retirado de las luchas nacionalistas y, un tanto amargado y olvidado por los suyos, volvió a la residencia familiar dublinesa. El giro del enfrentamiento anglo-irlandés dado entre finales de la década de los 80 y, sobre todo, finales de los 90, no contó en ningún momento con la opinión de Goulding, quien, desde su salida de la organización, ni siquiera hablaba de este asunto con sus más íntimos. Al fin y al cabo, para los nuevos miembros del IRA y del Sinn Fein, en especial para los dirigentes del proceso de paz, Goulding sólo era un viejo cascarrabias republicano. Sin embargo, cabe destacarle como uno de los pocos independentistas irlandeses que, en un momento tan complejo como la década de los sesenta, observó que la lucha armada no era solución, sino que ésta pasaba por la negociación política. Poco tiempo antes de morir, Goulding debió sonreír con amargura cuando leyó los textos del acuerdo (The Agreement) firmado entre Irlanda e Inglaterra el Viernes Santo de 1998, puesto que varios de sus puntos de inflexión, como la reforma de la RUC, la decisión mediante plebiscito de las cámaras políticas y, en general, ciertas tendencias de gobierno autonómico, eran prácticamente las mismas que él planteaba en 1972. Pero, aunque claro antecesor del proceso de paz irlandés, Goulding fue un hombre fiel a sus convicciones republicanas y al tiempo en que le tocó vivir, que no se caracterizó por la predisposición a las conversaciones políticas.

Autor

  • Óscar Perea Rodríguez