Gómez de Negrete, Santiago (s. XIX).
Contador general de propios español, del cual se desconocen los datos referentes a lugar y fecha de nacimiento y muerte.
Se le abrió causa en Oviedo por supuesto intento de envenenamiento de la condesa de Campo Giro, aunque él lo niega diciendo que en realidad lo que hizo fue avisar a la condesa de lo que se tramaba, pues se enteró por el mismo boticario encargado de la confección del veneno. Fiscal de la causa y Regente de la Audiencia de Oviedo fue Manuel Ondarza y Ruano. Estuvo en prisión, de la que salió bajo fianza.
Con la ocupación francesa fue acusado de colaboracionista, aunque él pretenderá haber estado en la cárcel de la Corona, de Madrid, por enemigo de José I. Fue enviado a Sevilla, hacia 1815 o 1816, en comisión para averiguar una supuesta conspiración contra S.M., abrió inmediatamente proceso contra veinte o veinticinco personas, entre las cuales figuraba el Regente Ondarza, pues éste lo era de Sevilla desde 1815, y a los demás oidores culpables según él de haber puesto en libertad a José Benito Gómez (del cual nada se dice). A Ondarza le condenó en mil ducados. Pero a los tres meses mandó S.M. que Negrete cesase en su comisión, y nombró para proseguir la causa a Andrés Lasauca y a Manuel Ondarza precisamente. Estas oscilaciones repentinas son típicas de la justicia fernandina. Los nuevos comisionados negaron la conspiración y acusaron a Gómez Negrete de escandaloso abuso en su comisión, de haber usado procedimientos criminales crueles y arbitrarios, y aun de llevar una vida privada oscurecida por la prostitución (sin que se sepa bien qué quiere decir esta palabra). Negrete recusó en derecho a Ondarza, pero la recusación no fue admitida. Al final Gómez Negrete y sus amigos y denunciadores, hasta un total de setenta y dos, fueron condenados. Negrete pasó veintidós meses en la cárcel, al parecer sin comunicación, y después siguió en ella, y siguió el proceso hasta 32.000 hojas. Finalmente en revisión, no sabemos a cargo de quién, fue puesto en libertad el 16 de noviembre de 1818, con la cláusula habitual de que el proceso seguido no debía perjudicarle en su buena fama y opinión.
Cinco años después aparece Respuesta a los injustos censores de la conducta pública y privada de D. Santiago Gómez de Negrete (Madrid, Imprenta de Eusebio Aguado, 1823), compuesta en realidad de extractos de su causa, sin más texto propio que la negativa sobre haber sido afrancesado. No sabemos si esta fecha es ya absolutista, aunque todo parece indicar que sí. De la Respuesta hemos sacado los datos para componer este artículo.
A. Gil Novales
