Fontana, Franco (1933-VVVV).
Fotógrafo italiano nacido en Módena en 1993.
Fontana se inició en el mundo de la fotografía a la edad de treinta años de forma autodidacta para, tan sólo tres años después, consagrarse a ella y publicar, en 1961, su primera carpeta en la revista Popular Photography. En 1970 editó su primer libro, Módena, una ciudad, donde ya se intuía una brillante carrera que el paso del tiempo no ha hecho sino confirmar.
En la década de los sesenta empezó un interesante trabajo de simplificación y ordenación de los datos de la realidad. Libera de accidentes inútiles las formas más simples y las zonas de color más uniformes, para desembocar en una imagen mantenida en una justa armonía mediante pocas líneas y tonos. Es el triunfo del trabajo sobre la forma a través de la propia forma.
En la década de los setenta, momento en que la fotografía en color se extiende poderosamente favorecida por la concentración de las grandes firmas, Fontana extrajo de las nuevas posibilidades que brinda la fotografía cromática sus máximas consecuencias artísticas, siempre bajo el prisma que iniciara en la década anterior. Su trabajo se centró fundamentalmente en el estudio del paisaje, un paisaje que reducía a estructuras abstractas: la línea “horizontale” era a menudo la que dividía la superficie de la imagen en una articulación compositiva en al que el exquisito equilibrio se determinaba a través de la delimitación de campos armoniosos; de este modo, allanaba el espacio reduciendo los planos a una misma superficie. La línea, como elemento morfológico, concede así a la imagen una lectura reposada, tranquila, estable; a esto se unió la exaltación del color que, como elemento dinámico, aportó a la rigurosa y moderada composición el dinamismo del brillo y, sobre todo, de la saturación y el contraste.
Este principio creativo también lo aplicó a otros temas como el desnudo. En esta técnica se observa cómo en las fotografías de Fontana prima el volumen no ya a partir de las texturas, el brillo o los contrastes luminosos, sino también a partir del estudio de las formas combinadas con un magistral uso del color. Cuerpos tostados, sumergidos en aguas transparentes, mientras el vello se eriza en composiciones de impecable factura.
Además de por su elegante y exquisita obra fotográfica, Fontana también ganó renombre en el campo de la fotografía por ser organizador de los célebres “Encuentros internacionales de fotografía” de San Marino.
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