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PinturaBiografía

Figari, Pedro (1861-1938).

Pintor uruguayo, nacido el 29 de julio de 1861 en Montevideo y muerto, en la misma ciudad, el 24 de junio de 1938. Recreó en su pintura una particular visión de Uruguay. Su obra recoge escenas populares en las que gauchos, negros y criollos, personajes que representan una supuesta identidad nacional, se encuentran inmersos en espacios de dimensión cósmica que confieren a la acción un aire ritual.

Desde muy temprana edad mostró su afición a la pintura. A pesar de esta clara inclinación natural al quehacer artístico, la inquietud de Figari le llevó a formarse en otros campos y, así, llegó a ser abogado y periodista. Como abogado, fue nombrado, en 1886, Defensor de Pobres en lo Civil y Criminal; como periodista, llegó a codirigir un periódico; también participó de forma notable en la vida pública de su país y llegó a ocupar numerosos cargos públicos tales como diputado, miembro del Consejo de Estado, presidente del Ateneo de Montevideo, director de la Escuela Nacional de Artes y Oficios, miembro honorario de la Sociedad de Artistas Uruguayos y Asesor Letrado de la Sociedad de Arquitectos del Uruguay. Entre otras cosas se le recuerda como impulsor de la creación de la Escuela de Bellas Artes.

A las múltiples actividades que compaginó con la pintura, añadió la de destacado ensayista de filosofía y la de crítico de arte y de poesía. Su ensayo evolucionista Arte, estética, ideal. Ensayo de filosofía biológica (1912) disfrutó de un considerable éxito sobre todo en Francia.

Tras esta vida llena de actividad en su Montevideo natal, decidió trasladarse a Buenos Aires en 1921, ciudad en la que permaneció durante cuatro años dedicado exclusivamente a la pintura. Allí cosechó un gran éxito de crítica.

Al terminar este periodo argentino decidió instalarse en París, ciudad en la que residió entre 1925 al 1933. Es este periodo parisino el que lo consagró definitivamente como artista plástico. Desde allí proyectó y organizó exposiciones en Europa y América.

En 1933 regresó de forma definitiva al Uruguay. A su vuelta, aún le esperaba un nuevo cargo público, fue nombrado Asesor Artístico del Ministerio de Instrucción Pública.

Figari cultivó una pintura muy personal, fue un pintor de manchas y no de líneas. Sus temas surgen de la melancolía de un pasado que solo existe en su memoria afectiva, inmensos espacios poblados de gauchos, negros y criollos, metáforas de un presunto ser nacional. Algunas de sus obras más representativas son Pericón en el patio de la estancia, de 1923, Cambacuá, del mismo año, o Pique Nique, de 1925, todas ellas en el Museo de Artes Visuales de Montevideo, en las que representa danzas y escenas populares protagonizadas por negros y supuestamente ubicadas en la época colonial; en ellas retrata el aire ritual de estas danzas y sus ritmos afro, que se desarrollan bajo cielos nocturnos de dimensión cósmica.

Bibliografía

  • LUCIE-SMITH, Edward: Arte Latinoamericano del siglo XX, (Barcelona, Ediciones Destino, 1994).

Autor

  • Beatriz Alegre.