Fernández López, José (1904-1986).
Empresario y abogado español nacido el 8 de septiembre de 1904 en Sarria (Lugo) y fallecido en Madrid el 22 de diciembre de 1986. Fue el responsable de la creación de algunos de los negocios más florecientes e innovadores del panorama empresarial español del siglo XX y participó en sectores tan diversos como el cárnico, el químico, el del transporte o el pesquero.
Hijo de un conocido tratante de vacuno gallego, José Fernández inició sus estudios en Lugo y en la localidad asturiana de Tapia de Casariego antes de comenzar la carrera de Derecho en la Universidad de Santiago. Finalmente se licenció en Madrid pero, tras la muerte de su padre en 193,1 regresó a Lugo para hacerse cargo del negocio ganadero de la familia. En pocos meses, su conocimiento del oficio le dio alas para iniciar una próspera carrera como industrial y su formación jurídica le permitió acceder a la secretaría de la Unión de Tratantes de Ganado de Galicia.
El despegue del negocio de Fernández López surgió del Matadero Industrial de Mérida, instalación arrendada por el joven abogado gallego en la que, además de las tareas de sacrificio del ganado, se elaboraban embutidos, salchichas y conservas de carne muy populares en los años cuarenta, sobre todo las comercializadas con la marca Apis. En 1955, Fernández abandonó la dirección de la empresa extremeña pero su actividad industrial continuó ligada al negocio de la carne con Industrias Frigoríficas del Louro, instalación que acogía el antiguo Matadero de Porriño, y con Frigoríficos Industriales de Galicia (FRIGSA), la empresa española más importante del sector.
Pero la industria cárnica no fue objetivo exclusivo del empuje empresarial de José Fernández y, en pocos años, desarrolló una estrategia de diversificación e integración vertical de negocios que le convirtió en uno de los industriales españoles más emprendedores del siglo XX. Entre las empresas que se integraban perfectamente con la actividad pionera relacionada con el ganado, destacan compañías como Nutrimentos Animales (NUASA), Industrias Pecuarias Gallegas o Granja Céspedes, mientras que la diversificación apuntó a sectores como el transporte (TRANSFESA) o la química-farmacéutica (Zeltia).
Zeltia, fundada en Vigo en 1939, reunió en sus laboratorios a un grupo de destacados investigadores y se convirtió en un claro referente para la industria química española tanto en el ámbito científico como empresarial. Entre otros productos, popularizó en la posguerra conocidos insecticidas como el célebre ZZ y, bajo el paraguas de la sociedad Antibióticos S.A., donde hizo sus primeras investigaciones José María Fernández Sousa-Faro, obtuvo la patente para la fabricación de penicilina en España. En 2000, el laboratorio cobró extraordinaria fama por sus avances en la lucha contra el cáncer (con el ET-743 o Ecteinascidina-743, producida a partir de la Ecteinascidia turbinata, organismo presente en las aguas de algunos mares).
En 1943 fundó Transportes Ferroviarios Especiales (TRANSFESA), compañía dedicada inicialmente al suministro de ganado y que pronto amplió su estrategia hacia el transporte de todo tipo de producciones agrícolas, dirigidas en gran parte al mercado exterior. La empresa fue pionera en el uso de vagones frigoríficos y se convirtió en líder europea del sector con una flota próxima a los 15.000 vagones.
La actividad empresarial de José Fernández continuó diversificándose a partir de los años cincuenta a sectores como la minería, el corcho, los materiales de construcción o la comercialización de cítricos. Junto con sus hermanos Antonio, Manuel y Concepción, que le habían acompañado en casi todas sus iniciativas industriales, mantuvo sus inversiones en los 'viejos' negocios de la familia pero, además, inició en paralelo una nueva etapa en solitario. En 1963 se introdujo en el sector del vidrio participando en la fundación de Vidriera de Castilla y en el del algodón con la compañía Agroindustrial Extremeña. Especial trascendencia tuvo su atención al sector pesquero que cristalizó en 1960 con la fundación de Pescanova, empresa dedicada a la captura y congelación del pescado en alta mar, un proyecto extraordinariamente innovador no sólo en España sino en todo el ámbito internacional. También fue pionero en la introducción del cultivo del kiwi en España, producto de elevado valor con el que pretendía superar los problemas habituales del minifundismo en Galicia.
A sus indiscutibles dotes empresariales, José Fernández unió su extraordinario interés por la cultura. Aficionado a la Historia y al Arte, inició en los años cuarenta una importante colección de pinturas, esculturas, libros y manuscritos que cedió, casi por completo, al Museo de Pontevedra. Apoyó las principales instituciones culturales gallegas y mantuvo una estrecha relación con los círculos intelectuales de la región.
