Fernández Cruzado, Joaquín Manuel (1781-1856)
Pintor español; nació en Jerez de la Frontera (Cádiz) en 1781 y murió en Cádiz el 31 de enero de 1856. Estudia en el Seminario Conciliar de San Bartolomé de la capital gaditana, en el que permanece hasta iniciar los estudios de Teología, al tiempo que acude a la Escuela de Nobles Artes de la misma ciudad, en la que su padre era teniente director de escultura. Tras abandonar el Seminario, acude a clases de anatomía y cirugía en la Escuela de Medicina, para la que realiza una serie de dibujos miológicos que en la actualidad custodia la Academia de Bellas Artes gaditana. Sus facultades llevan a la dicha Academia a pensionarlo en 1805 para que acuda a estudiar a Roma, bien que la situación europea durante las guerras bonapartinas lo llevan en primer lugar a Sevilla y después a Madrid, en cuya Academia de Bellas Artes de San Fernando concluye sus estudios bajo la dirección de Gregorio Ferro. En Sevilla, estudia a Murillo y Zurbarán, lo que imprime a su técnica un carácter diferente de la del resto de nuestros pintores neoclásicos y lo acerca al temperamento romántico. Ya en Madrid, traba amistad con Goya y Vicente López y se introduce en el ambiente artístico. Al inicio de la guerra de la Independencia, participa en el levantamiento del dos de mayo y destaca en la defensa de la Puerta de Fuencarral. Posteriomente, se alista en el ejército formado por el duque del Infantado. Al término de la contienda, llega al grado de capitán. Al tiempo, en 1814, ha sido admitido como académico de mérito en la Real de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. En 1820, se adhiere el pintor (que permaneció en el ejército) al levantamiento de Riego y permanece al lado de la causa liberal hasta la llegada de los Cien mil hijos de San Luis, contra quienes lucha siendo capturado y confinado en Granada hasta el final de la guerra. Posteriormente, solicita depuración y es licenciado de forma ilimitada en 1830 tras concedérsele la Cruz de San Hermenegildo.
Desde este momento, se retira a Cádiz e ingresa como profesor de la Escuela de Bellas Artes de la que otrora fuera alumno y de la que llegará a ser director en 1846.
De temperamento romántico y aventurero (viajó a América en dos ocasiones), lleva su carácter a su pintura, de la que destacan escenas de género y, sobre todo, retratos como los de Doña Micaela de Aramburen, D. José María Gargollo, D. Segismundo Moret o Doña María Quintana de Moret, así como el curioso Autorretrato que de él conserva el Museo Romántico de Madrid. De su obra costumbrista es lo más conocido el cuadro titulado Interior de una iglesia, tema especialmente caro a nuestros pintores del Romanticismo por las posibilidades que ofrecía en cuanto que evocación de espacios arcaicos y posibilidades técnicas para la ejecución de grupos humanos en actitudes muy diferentes. También es autor de cuadros de tema histórico como Rendición de Méjico a Hernán Cortés, para la que utilizó apuntes tomados durante sus estancias americanas.
Por todo lo mencionado y por el fervor velazqueño que transpiran pinturas como la mencionada de Hernán Cortés en Méjico, supone Fernández Cruzado un puente entre la generación neoclásica y la romántica
Publicó también un Compendio de anatomía pictórica con aplicaciones al estudio de la pintura.
