A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
PolíticaBiografía

Estrada, Joseph (1937-VVVV).

Político filipino, presidente del país desde junio de 1998 hasta enero de 2001, nacido en el barrio obrero de Tondo, a las afueras de Manila, el 19 de abril de 1937.

Siendo aún adolescente abandonó sus estudios y hasta bien entrada la madurez se dedicó al cine, su gran pasión. Primero fue actor de películas de acción y después hizo dinero con la producción de filmes de aventuras. Su labor como actor, casi siempre de películas de serie B, se vio recompensada con la obtención, en cinco ocasiones, del premio al mejor actor.

Inició su actividad política en 1967 como alcalde del municipio manilense de San Juan, cargo que ocupó durante 17 años. Éste fue el primer peldaño político, que le llevaría más tarde al Senado. Estrada ganó la vicepresidencia del país con el Partido de las Masas de Filipinas en los comicios del 11 de mayo de 1992 a los que se presentó en la candidatura presidencial de Eduardo Cojuangco, quien fue derrotado por Fidel Ramos en sus aspiraciones a la jefatura del Estado. En Filipinas la elección del presidente y vicepresidente es independiente y ambos aspirantes pueden ser elegidos en candidaturas de fuerzas distintas. De esta forma, el 30 de junio de 1992, Estrada juró su cargo como vicepresidente de Filipinas por un período de seis años.

En octubre de 1997 tres partidos de la oposición filipina al régimen de Fidel Ramos acordaron presentar un candidato común para los comicios presidenciales de mayo de 1998 a través de la coalición Lucha de las Masas Patrióticas de Filipinas (LAMMP). El candidato fue finalmente Joseph Estrada y su campaña electoral se construyó sobre el lema 'Erap ('colega' en el idioma tagalo) para los pobres'. Tras la celebración de los mencionados comicios, el 11 de mayo de 1998, en los que compitió con el aspirante del gubernamental LAKAS, José de Venecia, Estrada se alzó con la victoria y llegó al palacio presidencial aupado por una ola de popularidad sin precedentes en el país.

Perseguido por las críticas por su fama de mujeriego y bebedor y su supuesta incapacidad para dirigir los destinos de Filipinas, Estrada trató de convencer a los círculos financieros de que, rodeado de buenos asesores, sería capaz de sacar al país de la crisis. El presidente buscó el apoyo de la ciudadanía, cuya revolución había acabado en 1986 con la tiranía de Ferdinand Marcos, pero tampoco tuvo reparos a la hora de pactar con la viuda del dictador, Imelda, para que ésta le cediera sus votos cuando ella se retiró de la carrera electoral. Impulsor de un fuerte paternalismo político, asumió la presidencia de varias fundaciones benéficas dedicadas a ayudar a las capas sociales más desfavorecidas.

Con motivo del quincuagésimo aniversario de la Declaración Universal de Derechos Humanos, el presidente Estrada anunció el 11 de diciembre de 2000 su intención de conmutar por cadena perpetua todas las penas de muerte existentes en el país. El código penal filipino contempla la pena capital, restablecida en 1994 por Fidel Ramos, para 21 delitos.

A pesar de sus iniciativas populistas, después de dos años al frente del gobierno, Estrada dejó de ser el héroe del país y se convirtió en el villano. La oposición política y la Iglesia católica, muy poderosa en Filipinas, acusaron a Estrada de estar envuelto en escándalos de corrupción y de demostrar una incapacidad manifiesta para gobernar. En noviembre de 2000 decenas de miles de filipinos se manifestaron en las calles de Manila reclamando la dimisión del presidente y el Parlamento inició el camino para poner en marcha un proceso de destitución, ante la negativa de Estrada de negociar una salida honrosa del poder. La fiscalía acusó al presidente de corrupción, soborno, vulneración de la Constitución y fraude de la confianza popular y el 7 de diciembre de 2000 comenzó en el Senado el juicio para destituir a Estrada. Entre las pruebas presentadas por la acusación, se mostró un cheque de 550 millones de pesetas, presuntamente firmado con nombre falso por el presidente, destinado al pago de una mansión para Laarni Enriquez, amante del primer mandatario del país, a la que el propio Estrada había reconocido la maternidad de tres de sus hijos.

La falta de transparencia y las argucias legales de la defensa para evitar la admisión de las pruebas acusatorias provocó en enero de 2001 la dimisión del presidente del Senado y del equipo fiscal que tildó el juicio de auténtica farsa. La Cámara Baja suspendió entonces el proceso de destitución contra el presidente hasta la elección de un nuevo equipo de abogados que se encargaran de la acusación.

La paciencia de la oposición se agotó y la situación de Estrada se hizo insostenible cuando se produjo la retirada en cadena de los apoyos políticos y militares que sostenían su cargo. En un intento desesperado de poner fin a la crisis, el presidente anunció el 19 de enero de 2001 la convocatoria anticipada de elecciones para el mes de mayo y su compromiso de no presentarse a la reelección. No fue suficiente y su principal rival política y vicepresidenta del país, Gloria Macapagal, exigió a Estrada el abandono inmediato del poder, bajo la amenaza de convocar una marcha popular sobre el palacio presidencial de Malacañang. El gobierno presentó su dimisión en bloque y, finalmente, el presidente cedió a la presión de decenas de miles de manifestantes que en la calle exigían su caída. El 20 de enero, la vicepresidenta juró el cargo como nueva jefa del Estado, siguiendo el mandato constitucional.

Con Estrada fuera del palacio presidencial, el fiscal anticorrupción creó una comisión especial para investigar los casos de apropiación indebida de fondos públicos, corrupción y perjurio abiertos contra el ex presidente y varios de sus colaboradores. Las denuncias presentadas acusaban a Estrada de engordar sus cuentas bancarias con el cobro de comisiones de una tabacalera y de una lotería, ilegal pero consentida en el país, llamada "Jueteng".

El 16 de abril de 2001, el ex presidente filipino se entregó a las autoridades después de que un tribunal especial emitiese contra él una orden de arresto por cargos de corrupción y perjurio. Después de su entrega voluntaria, Erap quedó en libertad bajo fianza. El 25 de abril fue finalmente detenido en su casa de Manila y conducido al cuartel general de la policía nacional filipina bajo la acusación de saqueo de las arcas públicas por valor de 15.000 millones de pesetas, un delito castigado en su país con la pena de muerte. Durante varios días, miles de partidarios del ex presidente se manifestaron por las calles de Manila para exigir la excarcelación de Estrada e incluso protagonizaron una intentona de golpe de Estado que resultó fallida porque el Ejército respaldó a la presidenta Gloria Macapagal.

En julio de 2004 fue condenado a cumplir arresto domiciliario en su residencia de Tanay, situada a las afueras de Manila. Después de seis años de juicio, en septiembre de 2007 el Tribunal Anticorrupción le condenó a cadena perpetua y ordenó la confiscación de todos sus bienes, junto con la inhabilitación para ejercer la función pública. Este mismo Tribunal le absolvió del delito de perjurio. El 26 de octubre de 2007 fue puesto en libertad después de seis años y medio en la cárcel en aplicación del indulto decretado por Gloria Macapagal, que se amparó en su política de excarcelar a los convictos que hubiesen superado los 70 años de edad.

Autor

  • Isabel Sánchez Calvo