Damirón, Rafael (1882-1956).

Poeta, narrador, dramaturgo, ensayista, periodista y diplomático dominicano, nacido en Barahona (capital de la provincia homónima) en 1882, y fallecido en Santo Domingo el 6 de enero de 1956. Escritor autodidacta y polifacético, cultivó con acierto numerosos géneros y, merced a su perfecto análisis de las costumbres y la mentalidad de sus compatriotas, logró situarse entre las figuras más relevantes de las Letras dominicanas de la primera mitad del siglo XX.

Cursó sus estudios primarios en la Escuela de la Fe, de su ciudad natal, y pasó a continuación a Santo Domingo para realizar el bachillerato en el prestigioso Colegio San Luis Gonzaga. Concluida esta formación secundaria, se dedicó a diversos menesteres y no llegó a completar ninguna carrera universitaria, por lo que puede afirmarse que se procuró, por su cuenta, todos los saberes que llegó a acumular acerca de la historia de la literatura y las técnicas de composición.

Figura destacadísima en la vida pública dominicana (pues siempre llevó a gala el haber puesto todos conocimientos y capacidades al servicio de su nación), durante algún tiempo estuvo al frente del Departamento de Prensa del Partido Dominicano, a la sazón presidido por el dictador Leónidas Trujillo. Además, desempeñó otros cargos relevantes en las cámaras legislativas (donde fue Diputado al Congreso Nacional) y, sobre todo, en el cuerpo diplomático y consular (fue Cónsul de la República Dominicana en San Juan de Puerto Rico, Barcelona y Madrid, y Encargado de Negocios en México).

Al tiempo que desarrollaba esta intensa actividad política y diplomática, Rafael Damirón mantenía una constante y fecunda presencia en la prensa dominicana, a cuyo auge contribuyó decisivamente con la fundación de algunos medios tan relevantes como la revista cultural Osiris (1908) y los rotativos de información general El Monitor (1912) y El Nacional (1913). Asimismo, fue uno de los más activos y bulliciosos redactores de El Tiempo y, sobre todo, de Listín Diario, periódico -este último- que, durante varios años, vio enriquecidas sus páginas con una aguda y sutilísima serie de artículos satíricos de Damirón, más tarde reunidos por el propio escritor de Barahona -ante el éxito de lectores que habían cosechado- en un libro recopilatorio, conformado por dos volúmenes, que vio la luz bajo el título de Pimentones (1938).

Obra

En su faceta de escritor, conviene destacar que, aunque Rafael Damirón cultivó los géneros más variados, ha pasado a la historia de las Letras dominicanas por su prosa de ficción, y en especial por su espléndida novela La Cacica (Ciudad Trujillo: Imprenta La Opinión, 1944). Obra galardonada con el Primer Premio en el Certamen Conmemorativo del Primer Centenario de la República, esta excelente narración ofrece el lector un fresco ameno y detalladísimo, descrito con asombroso vigor, del ambiente y las costumbres dominantes en la nación dominicana en el momento en que transcurre la historia. La acción, en la que se enreda un auténtico torbellino de pasiones alentadas por el instinto natural de los protagonistas, se articula como mero pretexto para el trazado de una minuciosa descripción de las costumbres sociales y políticas; y, como ocurre en la restantes novelas de Damirón -todas ellas adscritas a ese costumbrismo orientado a la dimensión social del individuo y de la comunidad-, abarca episodios históricos, procesos políticos, ambientes naturales y otra serie de elementos localizadores que permiten ubicar plenamente a los personajes en el espacio y el tiempo concretos en que se produce dicha confluencia entre su mundo natural (el de la fuerza del instinto) y el ámbito social que les rodea.

Además de La Cacica (1944), Rafael Damirón dio a la imprenta otras novelas tan dignas de mención como Del Cesarismo (Santo Domingo: Editorial Gneco y Cia., 1909), Ay de los vencidos (Santo Domingo: Imprenta de J. R. Vda. García, 1925), Revolución (Ciudad Trujillo: Editora Alfa y Omega, 1940), Monólogo de la locura (Ciudad Trujillo: Editora Montalvo, 1944) y ¡Hello, Jimmy! (Ciudad Trujillo: Editora Arte y Cine, 1945).

El escritor de Barahona fue también un notable cuentista, si bien sus relatos -la mayoría de los cuales aparecieron por vez primera en las páginas de los medios de comunicación en los que colaboraba habitualmente- están más cerca del cuadro o la estampa costumbrista que de la narratividad específica del género cuentístico. El autor los recopiló en el volumen titulado Cronicones de Antaño (Ciudad Trujillo: Impresora Dominicana, 1949).

E igualmente como prosista, aunque ahora ya totalmente alejado de la ficción, Rafael Damirón aportó a las Letras dominicanas una valiosa y amena colección de ensayos, textos testimoniales y libros de recuerdos y memorias que, en buena medida, le permitieron complementar la labor que se había propuesto como autor de novelas, relatos y cuadros de costumbres: el mantenimiento de una memoria colectiva que, basada en el reconocimiento de unas costumbres y unas formas de vida comunes, contribuyera a consolidar la identidad nacional. Así, sus ensayos y libros de testimonios personales describen, con prosa ágil, viva y colorista, los rincones más significativos de la ciudad de Santo Domingo, e identifican plenamente a sus pobladores con los parques, las costas y los edificios que, según Damirón, encarnan a la perfección el carácter dominicano. Todo ello queda bien patente en obras como La sonrisa de Concho (Santo Domingo: Tipografía El Progreso, 1921), Estampas (Ciudad Trujillo: Impresora Listín Diario, 1938), De soslayo (Ciudad Trujillo: Editora Luis Sánchez Andújar, 1948), Memorias y comentarios (Ciudad Trujillo: Impresora Dominicana, 1953) y la ya mencionada recopilación de artículos satíricos Pimentones (Santiago de los Caballeros: Editorial el Diario, 1938).

Rafael Damirón gozó también de cierta fama entre el público venezolano de su tiempo por algunas piezas teatrales que, adscritas igualmente al género costumbrista, le sirvieron para reproducir con inigualable maestría los ambientes típicos dominicanos. En la actualidad, ampliamente superados los usos y costumbres, las mentalidades y las formas de vida que reflejaban, casi todas sus comedias han caído en el olvido; se puede citar, empero, como su mayor acierto en el cultivo de la literatura dramática, la pieza en un acto y cuatro cuadros titulada Alma criolla, cuyo éxito de crítica y público propició su paso por la imprenta (Ciudad Trujillo: Talleres Gráficos La Opinión, 1944).

En general, Damirón ambientó sus piezas teatrales en diferentes espacios rurales de su país, lo que le permitió exhibir un amplio dominio de giros, refranes, expresiones y formas de hablar pertenecientes a la cultura popular dominicana, y, en concreto, a la población campesina que habitaba en las regiones del sur de la República. Este interés de Damirón por el costumbrismo rural (que venía a complementar la atención prestada a los espacios urbanos en sus artículos, ensayos y cuadros de costumbres) se reflejó también en su interesante producción poética, una de cuyas líneas temáticas principales es, precisamente, el criollismo rural y su inseparable vinculación telúrica con el entorno natural que le envuelve. Pero, además, el escritor de Barahona cultivó otra vertiente lírica radicalmente opuesta: la poesía de tono existencial, caracterizada por la expresión grave y serena, la armonía clásica del verso (como bien puede apreciarse, por ejemplo, en su célebre poema culto "Pro Filis") y la preocupación por temas universales que rebasan ampliamente los límites localistas del resto de su producción literaria.
Damirón recopiló la mayo parte de sus composiciones poéticas en Huerto remoto (Santiago de los Caballeros: Editora El Diario, 1940).

Bibliografía

• COLLADO, Miguel. "Rafael Damirón", en Bibliografía comentada sobre comunidades de República Dominicana (Santo Domingo: Comisión Presidencial de Apoyo al Desarrollo Provincial, 1999), págs. 37, 70, 104, 169 y 286.

• FLERY, Víctor; RICART, Gustavo; y BISTONÓ, Pedro R. "Rafael Damirón", en Cien dominicanos célebres (Santo Domingo: Publicaciones América, 1974), págs, 282-283.

• PIMENTEL, Miguel. "La novelística del caudillismo político: La cacica, de Rafael Damirón", en Ideología de la novela criolla (Santo Domingo: Universidad Autónoma de Santo Domingo, 1986), págs. 61-69.

• ---------------- "Revolución, de Rafael Damirón", en Ideología de la novela criolla (Santo Domingo: Universidad Autónoma de Santo Domingo, 1986), págs. 71-85

Autor

• J. R. Fernández de Cano.