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MúsicaBiografía

Cruz, Celia (1924-2003).

Cantante cubana, nacionalizada estadounidense, nacida en La Habana el 21 de octubre de 1924 y fallecida en Nueva Jersey (Estados Unidos) el 16 de julio de 2003. Desde que iniciara su carrera profesional a finales de los años cuarenta, la mundialmente entronada como reina de la salsa repartió fuerza y ritmo a partes iguales y fue la mejor embajadora de la música latina en los escenarios de todo el mundo, durante más de medio siglo. Creció en un suburbio de su ciudad natal, donde le resultó fácil empaparse de las melodías afrocubanas que influirían en su trayectoria posterior y, animada por un familiar, comenzó a participar en concursos radiofónicos para aficionados. Empleaba el dinero de los premios en ayudar a su familia y pagar sus estudios de Magisterio. Después asistió a clases de teoría musical, piano y voz en las aulas del Conservatorio de La Habana y en 1949 inició una gira por Argentina y México con Las Mulatas Del Fuego, grabando sus primeros temas en el país azteca con la banda de Memo Salamanca.

Coincidiendo con estos primeros viajes, en 1950 aprovechó con acierto la oportunidad que ofrecía el grupo musical La Sonora Matancera para cubrir la vacante de solista tras el abandono de Mirta Silva. Celia consiguió el puesto y durante quince años fue el alma y la voz de una de las bandas punteras del panorama musical latino. También por entonces conoció a Pedro Knight, trompetista de la formación y su marido desde 1962. Hasta el triunfo de la revolución castrista en 1959, el grupo realizó largas y exitosas giras por toda Latinoamérica, actuó en las principales salas cubanas y la emisora Radio Progreso contrató a Cruz como cantante exclusiva de la cadena. En aquella década también intervino en varias producciones cinematográficas y en 1957 viajó a Estados Unidos para recoger su primer disco de oro.

Tras la entrada triunfal de Castro en La Habana, Celia Cruz abandonó la isla y fijó su residencia en Nueva York desde donde continuó desarrollando su prolífica carrera. En diciembre de 1965 abandonó la Sonora y, tras colaborar con Tito Puente en algunos trabajos para la Tico Records, firmó un contrato con la discográfica Fania, fundada por el flautista y percusionista dominicano Johnny Pacheco y el productor Masucci con el objetivo de agrupar en un sello musical a los intérpretes latinos instalados en Nueva York. La asociación funcionó a la perfección y se multiplicaron los álbumes y los espectáculos multitudinarios a los que no sólo acudía el público hispano sino los cada vez más numerosos aficionados a la salsa de todas las latitudes. Las colaboraciones del joven intérprete y productor Willie Colón aportaban un toque brasileño a sus grabaciones (Usted Abusó, etc.) y en esa época la cantante cubana incluyó en su repertorio temas de autores puertorriqueños que fueron muy bien recibidos por sus seguidores. La hermandad con el gran percusionista Tito Puente, con quien trabajó en incontables ocasiones, fue también una acertada fusión con excelentes resultados musicales.

En la década de los setenta viajó varias veces a España y sus actuaciones se espaciaron con sonados éxitos por Estados Unidos y América Latina. En 1981, junto a los artistas más populares de la discográfica Fania, reunidos bajo el nombre de Fania All Stars y entre los que se encontraban nombres como Mongo Santamaría y Ray Barretto, realizó una larga gira por toda Europa desmintiendo en el escenario a los críticos musicales que auguraban horas bajas para los ritmos latinos. En 1990 se repitió la experiencia con una segunda gira iniciada en Barcelona.

Trabajadora infatigable y leyenda viva de la salsa, su inconfundible grito "asuuuuuucar" logró reunir a miles de espectadores en sus conciertos durante varias décadas más. Su actuación durante el carnaval de Tenerife de 1987, a la que asistieron doscientas cincuenta mil personas, fue registrada en el libro Guinness de los récords como la mayor concentración de la historia en una plaza pública para asistir a un concierto y supuso la confirmación del éxito de la guarachera universal en los escenarios españoles. Superados los setenta años, y sin abandonar el frenético calendario de sus giras por medio mundo, participó en la película Los Reyes del Mambo, presentó un espectáculo memorable en Sevilla con motivo de la Expo-92, actuó en el festival Greg 92, incluido en la agenda cultural de las Olimpiadas de Barcelona y participó en el I Festival de Salsa de Chile.

En noviembre de 1992 abandonó la discográfica Fania y firmó contrato con RMM-BAT para grabar en febrero de 1993 Azúcar Negro, el primer trabajo en solitario de su dilatada carrera, que fue disco de oro en España. A finales de 1994 apareció el álbum Irrepetible y en 1996 grabó junto a otros artistas un disco homenaje a Los Beatles. En diciembre de 2000 presentó Siempre viviré, un nuevo trabajo para Sony Music, producido por Emilio Estefan Jr. y Óscar Gómez, que incluyó doce temas, entre ellos una versión 'cruzeña' del mítico Oye cómo va, en homenaje a Tito Puente, un recuerdo a su tierra Por si acaso no regreso, un bolero de Pau Donés, otro de uno de los grandes músicos mexicanos, Vicente Fernández, cantado a dúo con él, y también una versión de I will survive, el éxito de Gloria Gaynor.

La carrera de Celia Cruz atesoró una ingente cantidad de LP's grabados, pero sobre todo, un repertorio inimitable de sensacionales actuaciones en vivo. Contó con una veintena de discos de oro, varios de platino y una lista interminable de premios, trofeos y condecoraciones. Junto a Ray Barretto obtuvo en 1990 el premio Grammy de música latina por el álbum Ritmo en el corazón y, dos años después, recibió el premio Encuentro 92 del canal Univisión en la categoría de espectáculos y entretenimiento. Desde 1987, una estrella con su nombre ocupa las afamadas baldosas del bulevar chino de Hollywood, en 1990 la calle Ocho de Miami se rebautizó con el nombre de Celia Cruz Way y en 1994 recibió en la Casa Blanca, de manos del presidente Clinton, la medalla nacional de las Artes de los Estados Unidos. Además fue investida doctora honoris causa en música por las Universidades de Yale, Florida (FIU) y Miami.

Celia Cruz fue no sólo triunfadora de los Grammy latinos, sino que en la edición habitual de los Grammy, los premios más prestigiosos de la música, también se reconoció su trabajo. Así, en 2002 recibió el galardón al mejor álbum de salsa. El reconocimiento póstumo a su larga carrera fue un nuevo Grammy por el álbum Regalo del alma, concedido en la 46ª edición celebrada en febrero de 2004.

En julio de 2004, un año después de su desaparición, su productor de muchos años, Óscar Gómez, presentó el disco Dios disfrute a la reina, en el que se incluyen grabaciones inéditas de la Cruz acompañadas de arreglos instrumentales hechos por algunos de los más afamados músicos cubanos, como Alain Pérez, Pepe Rivero o Manuel Machado.

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