A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
PinturaLiteraturaBiografía

Covarrubias, Miguel (1904-1957).

Pintor, ilustrador, escritor y diseñador de decorados teatrales, nacido en Ciudad de México en 1904 y fallecido en su población natal en 1957. Artista fecundo y polifacético, iluminó con sus ilustraciones los textos más variados y dejó una extensa y brillante producción plástica, que, centrada especialmente en el estudio etnográfico y antropológico de la riqueza autóctona de su tierra, le sitúa entre los grandes creadores de la pintura azteca contemporánea.

Aunque de formación autodidacta, mostró desde su temprana juventud una viva inclinación hacia las artes plásticas y asimiló con provecho el legado de algunos grandes maestros mexicanos contemporáneos, entre los que resulta obligado destacar al genial pintor de Guanajuato Diego Rivera (1886-1957), algunas de cuyas características formales más señaladas -como su tendencia al muralismo descriptivo- dejaron un hondo poso en la formación autónoma de Miguel Covarrubias.

Inspirado por sus frecuentes desplazamientos a lo largo y ancho de todo el planeta, pronto se interesó vivamente por la vida y costumbres de los pueblos exóticos, lo que, unido a su temprana obsesión por la arqueología mexicana, le proporcionó un hondo bagaje cultural para ilustrar algunas de los libros y las publicaciones periódicas que con mayor extensión abordaban dichas materias. En 1923, avalado por una beca del gobierno mexicano, se instaló en la ciudad de Nueva York y comenzó a colaborar asiduamente como ilustrador y caricaturista en algunas de las más difundidas revistas neoyorquinas, como Vanity Fair, Fortune y The New Yorker, actividad que, compaginada con su brillante dedicación al diseño de escenarios teatrales, pronto le granjeó un merecido prestigio en los principales foros artísticos e intelectuales de los Estados Unidos de América. Este reconocimiento de la crítica y el público norteamericanos quedó definitivamente consolidado a raíz de la publicación de sus primeros libros de caricaturas, como The Prince of Wales and other famous americans (El Príncipe de Gales y otros americanos famosos, 1925) y Negro Drawings (1927), en los que rindió tributo gráfico a las principales figuras notables y populares del ámbito cultural anglosajón.

En la década de los años treinta, Miguel Covarrubias emprendió una serie de prolongados y fecundos viajes por las Antillas, el lejano Oriente y el continente africano, recorridos que, realizados en su mayor parte en calidad de miembro de diferentes expediciones arqueológicas, le surtieron de abundante material para la elaboración de una amplia colección de trabajos cartográficos bellamente ilustrados. Una de sus obras más significativas de esta etapa de su vida es el volumen Isla de Bali (1937), escrito e ilustrado por el propio artista de Ciudad de México.

De vuelta a su México natal, fue recibido como una de las grandes figuras de la cultura azteca del siglo XX, y honrado con altos cargos en la administración cultural del país (como el de director de la escuela de Danza del Instituto Nacional de Bellas Artes). Se le encargaron trabajos de honda repercusión local -entre ellos, numerosos murales que adornan las paredes de diferentes centros educativos de México-, y pronto fue considerado como una de las voces más autorizadas en la investigación etnológica nacional, en buena parte debido a las abundantes pinturas que realizó sobre los diversos tipos indígenas que enriquecen el folklore mejicano, todos ellos ataviados con llamativas y coloristas indumentarias populares. Gran parte de estos conocimientos teóricos (y de su afortunada plasmación plástica) sobre la riqueza autóctona de México quedó plasmada en una serie de textos ensayísticos escritos e ilustrados por su propia mano, entre los que resulta obligado mencionar Sur de México (1946), El arte indígena de México y Centroamérica (1951), El águila, el jaguar y la serpiente (1954).

Una de sus mayores aportaciones a la arqueología, la antropología y la etnografía del México actual fue su llamada de atención sobre el término olmeca y su afortunada aplicación a un estilo artístico antes que a una cultura o una civilización propiamente dichas. Fue, en efecto, el primer artista y estudioso que se ocupó de este estilo y de subrayar su inmensa y decisiva influencia en el conjunto de Mesoamérica, donde aportó unas características elementales que luego habrían de conformar algunas de las principales señas de identidad de las manifestaciones artísticas genuinas de ese vasto ámbito geo-cultural (como la simplicidad y el realismo sensual en las formas, y la fuerza y la espontaneidad en los conceptos). Especialmente valiosos, dentro de esta dedicación al estudio del estilo olmeca, fueron las aportaciones realizadas por Miguel Covarrubias al conocimiento, sistematización y catalogación de los denominados glifos (o signos que pueden revelar un atisbo de lenguaje alfabético), así como sus conclusiones acerca de la evolución de la iconografía de la máscara del jaguar.

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.