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LiteraturaBiografía

Brierre, Jean Fernand (1909-1992).

Poeta, narrador, ensayista, dramaturgo, abogado y diplomático haitiano, nacido en Jérémie el 23 de septiembre de 1909 y fallecido en Puerto Príncipe en la noche del 24 al 25 de diciembre de 1992. Es una de las figuras cimeras de la literatura antillana en lengua francesa.

Vino al mundo en el seno de una familia acomodada, perteneciente a la alta burguesía de la ciudad provinciana de Jérémie, cuyos gobernantes y convecinos se enorgullecían de mantener viva y pujante su tradicional apoyo a la políticas educativa del gobierno central. Inmerso en esta rica tradición cultural, el futuro escritor recibió una espléndida formación durante sus estudios primarios; pero, a raíz de la ocupación del país por parte de los Estados Unidos de América -que impusieron un nueva organización administrativa durante los dos decenios que se mantuvieron en Haití (1915-1934)-, el joven Jean Fernand tuvo que abandonar sus estudios secundarios e incorporarse, como tantos otros compañeros de generación, a la escuela agrícola de Puerto Príncipe, fundada por decreto de los gobernantes estadounidenses.

Esta brusca ruptura con la educación tradicional -de inspiración francesa- a la que parecía estar destinado por haber nacido en Jérémie afectó profundamente a Jean Fernand Brierre y a la mayor parte de sus compañeros de escuela, hasta el punto de que, muchos años después, cuando ya se había dado a conocer como escritor, decidió novelar aquella experiencia traumática en una narración extensa titulada Province (Puerto Príncipe, 1935). Brierre concibió esta novela de inspiración autobiográfica como la primera entrega de un ciclo narrativo destinado a revelar a la posteridad la peripecia de los haitianos de su generación; pero los drásticos cambios que habrían de sucederse en su agitada vida le impidieron añadir a esta novela inicial el resto de las entregas proyectadas.

En efecto, pronto se convirtió en uno de los disidentes políticos más conflictivos de Haití, primero en sus ataques contra la ocupación norteamericana, y más tarde en su firme oposición al gobierno tiránico y dictatorial de Duvalier (1907-1971). Al margen de ese resentimiento contra los estadounidenses que había ido acumulando en su juventud, pronto se sintió profundamente interesado por la problemática y los sufrimientos que afectaban a los más desfavorecidos, a los que procuró defender en los primeros compases de su vida laboral, cuando ejerció la abogacía en Puerto Príncipe. Luego, ya plenamente imbuido de una ideología socialista que poco a poco fue calando hondo en todos sus escritos, se significó también como patriota y adalid de las causas de sus compatriotas más débiles, lo que aconsejó a los gobernantes a alejarlo discretamente de la política nacional.

Así, inició una trayectoria diplomática que, desarrollada simultáneamente a su carrera de escritor, le llevó durante varios años a la Embajada de Haití en París, donde ejerció como Secretario de Legación. Luego, ya con la categoría de embajador, fue enviado por el gobierno de su país a Buenos Aires, ciudad en la que continuó escribiendo y publicando sus obras. Pero sus relaciones con la política haitiana también pasaron por momentos muy duros, ya que, por su ideología marxista, fue encarcelado por diferentes gobiernos conservadores, que le obligaron a pasar un total de nueve años en presidio. Durante uno de estos períodos de privación de libertad, fue compañero de celda del Jacques Roumain (1907-1944), el célebre escritor haitiano fundador del Partido Comunista de su país.

La llegada al poder del tirano Duvalier (conocido popularmente como "Papa Doc") provocó que Jean Fernand Brierre tuviera que abandonar precipitadamente Haití, dando así inicio a un largo exilio que habría de prolongarse durante un cuarto de siglo. Pasó, primero, a Jamaica, y de allí se desplazó hasta Senegal, donde había sido invitado expresamente por el Presidente de la República, buen conocedor de la inmaculada trayectoria ideológica e intelectual de Brierre.

En ese país africano que tan generosamente le había acogido, el escritor de Jérémie acabó por sentirse como en su propia patria. Allí contrajo matrimonio con una mujer senegalesa (Rosette) que le dio tres hijos (Rosange, Karine y Jean-Jacques), y allí volvió a desempeñar un papel relevante en la vida política, social y cultural: dirigió la programación cultural de la Radiodifusión Nacional, fue también directivo del departamento gubernamental de Artes y Letras, ejerció como Consejero del Ministerio de Cultura y, al tiempo que continuaba escribiendo, se convirtió en un excelente promotor de las carreras de numerosos escritores y artistas senegalés que daban sus primeros pasos en el ámbito de la creación literaria y artística.

En 1986, tras la caída de Jean Claude Duvalier (1951- ) -el hijo del sanguinario "Papa Doc", no menos cruel y déspota que su progenitor, al que había sucedido en el gobierno haitiano en 1971-, el ya septuagenario Jean Fernand Brierre regresó a su pequeño país tras veinticinco años de exilio en Senegal. Allí, rodeado de innumerables muestras de respeto y admiración por su integridad moral y su legado literario, pasó los últimos años de su vida. Su labor cultural en Senegal había sido tan destacada que, a los seis años de su muerte, la Maison de la Culture Douta Seck, dentro de los actos de la Segunda Bienal de las Artes de Dakar, dedicó un emotivo homenaje al gran poeta haitiano.

Obra

En su novela Province (Puerto Príncipe, 1935), Brierre recrea su traumática experiencia juvenil bajo la máscara de Valmont, protagonista de la obra. Es éste un joven estudiante que, acuciado por grandes necesidades económicas, comparte un modesto apartamento con algunos de sus compañeros, todos ellos subvencionados por una ridícula beca que les obliga a malvivir. Algunos de estos jóvenes, conscientes de formar parte de una generación malograda por la opresión de los ocupadores norteamericanos, bajan definitivamente la guardia y, renunciando a sus ilusiones y aspiraciones, se dan a la bebida o comenten cualquier tropelía con tal de salvar sus dificultades; otros, en cambio, intentan buscar algún refugio intelectual, ideológico o espiritual que dé sentido a sus vidas: Valmont -trasunto, como ya se ha dicho, del propio Brierre- recurre a la creación poética; Monral se convierte en un apasionado militante comunista; Vallée, en cambio, se repliega en su vida interior y busca amparo en su fe católica; etc.

El autor de Jérémie no llegó a escribir el resto de las obras que habían de completar su proyectado ciclo sobre la generación haitiana a la que pertenecía. Tras ese primer relato, duro y pesimista, de las calamidades y asperezas de la bohemia estudiantil en Puerto Príncipe, Brierre evolucionó hacia la nueva tendencia dominante en las Letras de Haití (y, en general, de toda Hispanoamérica): el indigenismo. Sin embargo, pronto halló su propia voz literaria como difusor de las principales ideas e inquietudes de su credo político, el marxismo, dentro de un exquisito tratamiento formal y estético de sus obras que lograba eludir la caída en el panfleto político.

En esta línea de firme compromiso ideológico con la izquierda socialista cabe situar sus principales poemarios, entre los que destacan Black Soul (La Habana, 1947), Dessalines nous parle (Puerto Príncipe, 1953) y La Source (Buenos Aires, 1956). Previamente, Brierre había publicado otras dos colecciones de versos, Le drapeau de demain (Puerto Príncipe, 1931) y Chansons secrètes (Puerto Príncipe, 1933), a los que hay que sumar, para completar su bibliografía poética, con las colecciones de versos en las que recogió algunas de sus experiencias en suelo africano: Découvertes (París, 1966), Nouveau Black Soul (Dakar, 1977) e Images d'argile er d'or (París, 1977).

Durante su prolongado exilio en Senegal, Jean Fernand Brierre continuó, en efecto, cultivando la escritura, ora en su condición de poeta -como se acaba de apuntar en el párrafo precedente-, ora en su calidad de colaborador asiduo de algunas importantes revistas culturales de Dakar -como Ethiopiques y Le Soleil-, ora en su nueva faceta de autor dramático -en la que alcanzó gran celebridad en tierras africanas merced a su espectáculo mágico-teatral Gorée (París, 1966), centrado en historias reales y maravillosas acaecidas en una isla de esclavos negros-. Cabe, por último, reseñar también su libro de viajes Un autre monde (1973), interesantísima descripción de la Unión Soviética, desde la perspectiva lúcida e inteligente de un comunista antillano afincado en África.

Bibliografía

  • DORSINVILLE, Max. "Les écrivains haïtiens à Dakar", en rev. Etudes Littéraires, nº 13 (1980), págs. 347-356.

  • LANDO, Simon. "Hommage à Jean Brierre", en rev. Conjonction (Puerto Príncipe), nº 35 (1951), págs. 33-34.

J. R. Fernández de Cano

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.