Brenes Candanedo, René (s. XX).
Poeta, ensayista, arquitecto y músico panameño, nacido en David (en la provincia de Chiriquí) en el primer cuarto del siglo XX.
Inclinado desde su niñez hacia la creación artística, pronto sintió la necesidad de orientar su formación académica por los senderos de la música y las artes plásticas, sin descuidar por ello el estudio de otras disciplinas humanísticas que, como la literatura, habrían de hacerse presentes en numerosas ocasiones a lo largo de toda su vida. Hacia mediados de los años treinta viajó hasta Chile para matricularse en la Escuela de Bellas Artes de Santiago, donde se especializó en el estudio de dibujo académico; al mismo tiempo, en la capital andina ingresó también en el Conservatorio Nacional de Música, donde realizó los primeros cursos de una prometedora carrera de intérprete al piano. En poco tiempo, René Brenes se reveló como uno de los mejores pianistas de su promoción y, una vez finalizados los cursos regulares establecidos en el programa oficial de estudios musicales, obtuvo el máximo galardón por su actuación ofrecida en el concurso Orrego Carvallo, en el que se premiaba a los estudiantes avanzados.
Parecía, pues, que su futuro estaba definitivamente ligado a las teclas bancas y negras, pero una serie de circunstancias imprevistas le hicieron abandonar su fulgurante carrera musical para centrarse de lleno en los estudios superiores de Arquitectura que había comenzado a cursar en la Universidad de Chile. Fue en dicho centro donde, avalado por las máximas calificaciones, obtuvo finalmente su título oficial de arquitecto, con el que regresó a su Panamá natal en 1950 (después de haber pasado tres lustros en Chile), para emprender una exitosa trayectoria profesional que se prolongó por espacio de cuatro décadas. Se convirtió, en efecto, en una de las figuras precipuas de la arquitectura istmeña, tanto en su condición de miembro de la firma De Roux, Bermúdez y Brenes como cuando, ya consagrado, comenzó trabajar en solitario, para protagonizar una triunfal andadura profesional jalonada -entre otros muchos honores, galardones y reconocimientos- por un total de nueve premios otorgados por el Colegio de Arquitectos de Panamá. Entre sus trabajos más aplaudidos dentro y fuera de los límites territoriales de la pequeña república centroamericana, cabe citar la restauración arquitectónica del Teatro Nacional, iniciada en 1970 y concluida en 1974. Ya por aquel entonces, René Brenes Candanedo era una de las personalidades más relevantes del panorama intelectual hispanoamericano de la segunda mitad del siglo XX, a cuyo esplendor contribuyó no sólo con su obra arquitectónica, sino con su infatigable labor de promoción dentro de algunos colectivos tan importantes para la cultura latinoamericana como el Grupo Cultural ILDEA, fundado con el único propósito de apoyar y difundir las ideas y los estudios relacionados específicamente con los problemas del subcontinente americano.
Fue, además, este polifacético humanista de David uno de los panameños que con mayor entusiasmo y mejores rendimientos se entregaron a la actividad docente, iniciada en su caso a los cuatro años de su retorno definitivo a Panamá (es decir, en 1954). Honrado, en efecto, con una plaza de profesor titular en los cursos de diseño arquitectónico de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Panamá, impartió clases también como maestro de música, modalidad artística que experimentó un auténtico auge en los planes de estudios panameños gracias a los desvelos de Brenes Candanedo. Por esta labor tan destacada en los foros universitarios, desempeñó también altas misiones educativas y culturales fuera de las aulas, como la de representante de su Facultad en numerosos congresos celebrados en Europa, Estados Unidos y América del Sur, o la de jurado en los principales certámenes en los que se trataba de premiar alguna obra relacionada con las disciplinas sujetas a su ámbito creativo (la arquitectura, la música y la literatura).
En su faceta de escritor, el humanista panameño sobresalió principalmente en el género ensayístico, al que no aportó sus saberes arquitectónicos hasta la última etapa de su carrera literaria. Previamente, publicó varios ensayos que tocaban casi todos los temas y las materias que habían sido objeto de su vasta curiosidad intelectual (v. gr., la historia universal, la historia de Panamá, la religión, la música, las lenguas, etc.), abordó incluso algunos aspectos de ciertas disciplinas científicas que también habían ocupado una buena parte de sus miles de horas dedicadas al estudio (como la física, la biología y la antropología), y llegó a traducir algunos tratados extranjeros que, centrados en estas materias, eran prácticamente desconocidos por los estudiantes e investigadores panameños. Ya en su etapa de madurez, siguió dedicando un intenso y fructífero esfuerzo al estudio y la investigación, pero ahora enfocando casi todo su trabajo en aspectos concretos de la arquitectura, disciplina a la que enriqueció con algunas aportaciones teóricas tan útiles como La arquitectura a través del tiempo, El problema de la enseñanza del diseño arquitectónico, Arquitectura y pobreza y En torno al tránsito urbano. En 1992 dio a la imprenta una recopilación de textos reflexivos titulada La ciudad consciente y otros ensayos, y un año después fue galardonado con el Premio Universidad en su modalidad de "Artes y Letras". Su primera obra dedicada por completo al estudio y análisis de los problemas teóricos de la arquitectura, titulada Teoría general de la arquitectura (Panamá: Editora EUPAN, 1994), es el valioso compendio de su dilatada andadura profesional, tanto en el ejercicio activo de la creación arquitectónica como en su vertiente docente (en esta última línea, puede afirmarse que René Brenes Candanedo ha sido uno de los arquitectos centroamericanos contemporáneos que más han aportado a la didáctica de la arquitectura).
El resto de su producción literaria se completa con la colección de versos titulada El pez del tiempo y otros poemas (1989).
J. R. Fernández de Cano.
