Borowicz, Bob (1922-2009).
Fotógrafo chileno de origen polaco, nacido en Poznan el 7 de agosto de 1922 y fallecido en Santiago de Chile el 10 de agosto de 2009, encuadrado dentro de un estilo realista clásico, su obra ha recibido el reconocimiento internacional por la calidad artística de las imágenes, destacando especialmente en el retrato.
Gran parte de su formación inicial en la fotografía fue autodidacta, y ya desde muy joven mostró una particular afición por este arte. Con diecisiete años fue hecho prisionero y conducido a un campo de concentración nazi, en el que permaneció recluido cinco años hasta que fue liberado por las tropas norteamericanas en 1945; a la difícil experiencia vivida durante este largo tiempo, que sin duda marcó su talante personal y artístico, se unió la pérdida de todos sus hermanos en la contienda mundial. Pese a todo, rehizo su vida trabajando como locutor radiofónico en una emisora polaca, y poco tiempo después su amplio conocimiento de idiomas le facilitó un puesto como agregado de prensa del Ministerio de Exteriores polaco en Frankfurt (Alemania Occidental). En esta ciudad pidió asilo político en el Alto Comisionado de Estados Unidos para escapar así del régimen comunista. En 1951 emigró a Chile donde pasó a trabajar como profesor de fotografía en el Instituto Chileno Norteamericano de Cultura.
Lo que comenzó como una simple afición y un medio para ganarse la vida se convirtió para Borowicz en una apasionada vocación artística que le fue reconocida con premios y su presencia en certámenes internacionales. No sólo destacó en la labor creativa, sino también se consagró a la tarea docente enseñando fotografía en las Escuelas de Periodismo y Facultades de Bellas Artes de la Universidad Católica y la Universidad de Santiago, así como instituciones y organismos del Estado; también fue profesor para las Fuerzas Aéreas y el Cuerpo de Carabineros.
La obra de Borowicz, realizada casi por completo en blanco y negro, está incluida dentro de la corriente de realismo fotográfico que se califica como "clásico". Su temática ha incluido paisajes, publicidad, desnudos y el retrato, siendo este último con el que alcanzó mayores elogios. El objetivo de su cámara Hasselblud pretende plasmar toda la riqueza de matices que se encierran entre el blanco inmaculado y la más absoluta oscuridad del negro, de los contrates resultantes de su combinación y las delicadas transiciones que existen al pasar de una tonalidad a otra. Los efectos de la luz sobre diferentes planos y el juego de sombras que esto crea le proporciona un motivo perfecto para lograr lo anterior. Un encuadre que acentúa la importancia del detalle o la preocupación por resaltar diferentes texturas son otros elementos que no pasan desapercibidos en sus fotos y que confiere a su trabajo una gran belleza estética y una alta calidad. Su foto Sin Título es una de las mejores muestras de este estilo, en ella, los pliegues de un cuerpo humano desnudo proporcionan el motivo ideal para el juego de sombras y luces característico de su obra.
En 1973 abrió su propia academia de fotografía en la capital chilena. Su dominio de la técnica fotográfica y el profundo conocimiento de este arte marcó durante varias décadas el trabajo de los fotógrafos chilenos, que reconocieron en Borowicz una de las principales figuras de la disciplina en su país.
