Bermúdez, Pedro (1558-ca. 1605).
Músico español nacido en Granada en 1558 y fallecido en Puebla (México) cerca de 1605. Obtuvo su formación en Granada con el maestro de capilla Santos de Aliseda. Parece probable que realizara estudios de composición con Rodrigo de Ceballos, quien fue maestro de la capilla real adyacente en el periodo comprendido entre 1561 y 1581. Fue elegido maestro de la capilla de Antequera el 25 de agosto de 1584, puesto que ocupó durante dos años y medio. Tras esta etapa fue expulsado de la colegiata en 1587 por su desidia en la docencia de los niños del coro y de los seises, y por su disputa con un cantante, hecho que obligó a Bermúdez a ingresar en prisión por un tiempo. Se trasladó a Granada, en cuya Capilla Real obtuvo una media capellanía. En abril de 1592 decidió presentarse a la plaza de maestro de la catedral de dicha ciudad, puesto que no consiguió. También aspiró sin éxito al maestrazgo de la catedral de Málaga. (Véase capilla musical).
El nuevo obispo de Cuzco, Antonio de la Raya, quiso contar con él para su nueva diócesis, por lo cual Bermúdez decidió acudir al Nuevo Continente en torno a 1595. Dos años más tarde, ocupó el puesto de Maestro de capilla de la catedral de Cuzco. Posteriormente viajó a Guatemala donde también ejerció como maestro de capilla de la catedral. Años más tarde ocuparía el mismo puesto en Puebla (México). En 1603, el maestro de capilla Luis Mendes se hizo cargo de la enseñanza de los niños del coro de la catedral de dicha ciudad, lo que hace pensar en una posible enfermedad de Bermúdez que le impidió continuar con sus tareas hasta su muerte, acaecida en torno a 1605.
Bermúdez compuso una colección de obras sacras entre las que se cuentan tres antífonas, veinte himnos, varias lamentaciones, pasiones, salmos y Misas, como la Misa la Bomba, basada en la ensalada del mismo nombre de Mateo Flecha el Viejo. Su estilo era polifónico (véase polifonía) y ágil, y sus composiciones se utilizaban regularmente en las ceremonias religiosas de las iglesias de Hispanoamérica. Su labor como director fue adecuada, aunque en ocasiones descuidaba sus obligaciones con los niños del coro. La mayoría de las obras de Bermúdez se conservan en los cuatro libros de coro que posee la catedral de Guatemala.
