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LiteraturaHistoriaBiografía

Berlichingen, Goetz de (1480-1562).

Caballero feudal alemán, también llamado Gottfried o Götz von Berlichingen. Nació en el castillo de Jagsthausen, junto a Württemberg, en 1480 y murió en Hornberg el 23 de julio de 1562.

Conocido por el sobrenombre de Mano de Hierro (Götz mit der eisernen Hand), Berlichingen capitaneó diversas bandas de mercenarios que, durante las escasa épocas de paz de la primera mitad del siglo XVI, asolaron las campiñas del Imperio alemán. Como mercenario, sirvió en el ejército del margrave Alberto V de Baviera contra el príncipe Roberto del Palatinado durante la guerra de sucesión por el trono del Imperio. En el sitio de la plaza bávara de Landshut (1504) recibió una herida de gravedad que obligó a amputarle la mano derecha, lo que hubiera significado el fin de su carrera militar de no ser porque un hábil armero consiguió fabricarle una prótesis de hierro, que le permitió volver a manejar la espada. Restablecido, volvió al combate en 1519 como mercenario en las huestes del duque Ulrich de Württemberg contra la Liga de Suabia. Poco después fue hecho prisionero en Heilbronn por las tropas de la coalición suaba.

En 1525, al estallar la gran revuelta antiseñorial y evangélica conocida como Guerra de los Campesinos, Berlichingen se unió, de manera harto oportunista, a las bandas rebeldes, al igual que algunos otros nobles de fortuna, atraídos por la posibilidad de obtener un suculento botín, ya que la rebelión se dirigió principalmente contra las posesiones de la alta nobleza feudal. Apresado por las tropas leales al emperador Carlos V (I de España), Berlichingen fue juzgado por su participación en la revuelta campesina. Se defendió ante el tribunal de la Cámara imperial alegando que había sido obligado por los campesinos, faltos de experiencia militar, a actuar como su caudillo. Fue absuelto del cargo de rebelión, pero se le mantuvo retenido en Augsburgo bajo custodia imperial durante cerca de dos años.

Cuando no trabajaba como mercenario, Berlichingen formaba compañías de mercenarios con las que atacaba a las caravanas de comerciantes, en busca de botín. En dos ocasiones fue juzgado por ello ante la justicia imperial. La visión novelesca que ha permanecido de estas correrías ha convertido a Berlichingen en una suerte de Robin Hood alemán. En realidad, las bandas de caballeros de fortuna constituyeron una de las peores lacras que sufrió la Alemania del siglo XVI.

En 1542 se unió a las tropas de Carlos V en la campaña que éste dirigió en Hungría contra los turcos. En 1544, al estallar una nueva guerra entre el emperador y Francisco I de Francia, Berlichingen trató de unirse al ejército imperial, pero la firma de la paz de Crepyese mismo año le impidió entrar en combate. Contaba por entonces la respetable edad de sesenta y dos años, por lo que decidió retirarse a su fortaleza en Hornberg, en uno de cuyos muros colgó para siempre sus armas.

Goetz von Berlichingen fue uno más de los muchos caballeros imperiales (Reichsritter) que protagonizaron las continuas conflagraciones del tumultuoso siglo XVI alemán. Sin embargo, la peculiaridad de su prótesis de hierro, que le hizo famoso, y su ferocidad en el combate, le convirtieron en símbolo de esa clase de aventureros que se situaban a caballo entre el héroe de la literatura caballeresca y el más brutal bandolero. La mitificación de Berlichingen cristalizó en la obra dramática que, en torno a su figura, escribió el joven Johann Wolgang von Goethe (Götz von Berlichingen, 1771-1773). Muy alejada de la realidad histórica del personaje, la obra de Goethe, en la que se reflejaba el ideal del caballero romántico, sirvió de inspiración a la generación artística del Sturm und Drang.

Goethe construyó su drama a partir de las noticias recogidas en la autobiografía de Berlichingen, publicada por primera vez en Nüremberg en 1731, con el título Vida de Götz von Berlichingen, llamado Mano de Hierro. Posteriormente, el mito literario erigido por Goethe fue utilizado en un sentido netamente simbólico por Jean-Paul Sartre en su pieza teatral El diablo y el buen dios (1951).

Las actuales familias de los condes de Berlichingen-Rossach y de los barones de Berlichingen-Jagsthausen descienden del afamado caballero. En el castillo de Jagsthausen se conserva todavía su mano de hierro, que constituye uno de los ejemplos más antiguos y acabados de este tipo de prótesis.

Autor

  • Victoria Horrillo Ledesma