Bautista y Patier, Eladia (ca. 1845-1907)
Poetisa española, nacida en Morella (Castellón) alrededor de 1845, y fallecida, según algunas referencias, el 3 de marzo de 1907 en Mula (Murcia). Desempeñó un destacado papel en las polémicas sociales y literarias de su época, en la que se significó como una de las mujeres españolas más decididas e inteligentes a la hora de expresar sus opiniones.
Era hija de un militar, el teniente coronel Juan Bautista, quien fue destinado a la ciudad de Granada a los pocos meses del nacimiento de Eladia. Allí se afincó toda la familia, y allí pasó la futura escritora toda su infancia, hasta que el obligado retiro de su padre permitió de nuevo a la familia cambiar de asentamiento. Contaba, por aquel entonces, la jovencísima Eladia doce años, edad con la que llegó a Mula (Murcia) para instalarse en el nuevo hogar de los Bautista.
A partir de entonces, un cúmulo de infortunios y desgracias se precipitó sobre Eladia Bautista, quien sufrió en pocos meses la pérdida repentina de sus padres y el fallecimiento de dos hermanas. Su entrada en la madurez fue abrupta y dramática, sin tiempo ni lugar para las concesiones propias de la adolescencia: se halló, de repente, a la cabeza de su unidad familiar, con tres hermanas pequeñas a su cargo.
Sin duda fueron estas adversas circunstancias las que forjaron en su juventud un carácter recto y valeroso, capaz de expresar sin rodeo sus opiniones, por muy arriesgadas que fueran. Ello quedó patente en el poema con el que concurrió a un certamen convocado por la Sociedad Abolicionista, en el que mostraba de forma airada su protesta contra las convenciones más rancias de la sociedad y la moral vigentes (como el sistema de reclutamiento por quintas o las prerrogativas del derecho divino).
Su valentía y decisión se hicieron notar también en las polémicas culturales que animaron la vida de sus contemporáneos. Así, v. gr., terció con vehemencia en las discusiones sostenidas entre los editores y comentaristas del Quijote (como Hartzenbusch y Acosta), y publicó sus opiniones en diferentes rotativos y revistas de su tiempo, entre las que destacó -por la frecuencia con que difundió sus colaboraciones- Cartagena Ilustrada (1872). Además, recurrió a la prensa del momento para -como era muy frecuente por aquellos años- dar a conocer algunas muestras de su producción poética: en La Violeta (de Madrid) dejó estampados los poemas "A la Fe" ("Flor que en el pecho del mortal plantada...", 19 de marzo de 1865) y "A la esperanza" ("Imagen pura que en mi pecho vives...", 11 de junio de 1865); en La Soberanía Nacional (de Madrid) publicó las composiciones tituladas "Elegía. A la muerte del joven poeta don José Martínez Monroy" ("Entre las alas de la brisa siento...", 1865), "La muerte de Ciucalu" ("¡Alzad, esclavos, la abatida frente!...", 1865), "La poetisa y el ruiseñor. Fábula" ("Era una hermosa mañana...", 1865) y "La verdadera felicidad" ("De una colina risueña...", 1865); en La Mujer (también de Madrid) apareció su poema "La mujer ilustrada" ("Cuando la bella planta que ha crecido...", 24 de agosto de 1871); en la Ilustración Española y Americana (de Madrid) vio la luz su composición en verso "Los dos matrimonios" ("En una aldea humilde y olvidada...", 8 de agosto de 1874), y, finalmente, en la revista francesa París Chamant-Artístico (de la capital gala) estampó los poemas titulados "Al Céfiro" ("Ligero Favonio...", 1 de enero de 1882) y "La luz del alba" ("Risueño despierta el día...", 1882).
Además de todas las piezas líricas recién citadas, Eladia Bautista y Patier escribió también un largo poema, "La campana de las monjas", que fue galardonado con un accésit en los Juegos Florales de Murcia celebrados en 1878; y, un año después, la poetisa castellonense se alzó con el Laurel de Oro otorgado en dicho certamen. Otro poema suyo muy alabado en su tiempo fue el titulado "Décimas leídas a la memoria del mártir fray Ginés de Quesada", que fue dado a conocer en un acto cívico celebrado en el pueblo murciano donde vivía la autora, y posteriormente publicado en el libro Historia de Mula, de Nicolás Acero y Abad.
Muchas de estas composiciones poéticas de Eladia Bautista, junto con otros poemas inéditos, quedaron recogidos en el volumen titulado Poesías (Madrid: Imprenta a cargo de Juan José de las Heras, 1870), que salió a la calle con un prólogo debido a la pluma de la escritora madrileña Faustina Sáez de Melgar. Esta recopilación de los versos de la poetisa castellonense fue muy bien recibida por los lectores del último tercio del siglo XIX, quienes hicieron necesaria una reedición de la obra seis años después de su primera aparición.
Bibliografía
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SIMÓN PALMER, Carmen. Escritoras españolas del siglo XIX. Manual biobibliográfico (Madrid: Castalia, 1991).
J. R. Fernández de Cano.
