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ReligiónBiografía

Baker Eddy, Mary Ann (1821-1910).

Fundadora y directora de la Iglesia de la Ciencia Cristiana, nacida en Bow (New Hampshire) el 16 de junio de 1821 y muerta en Newton (Massachusetts) el 3 de diciembre de 1910.

Vida

Era la menor de seis hijos nacidos de Marak Baker y de su esposa Abigail Barnard Ambrose, ambos muy religiosos. Cuando Mary tenía quince años, su familia se trasladó a Sanbornton Bridge (hoy Tilton). Por aquella época se la describe como una niña delicada, remilgada, de apariencia frágil y propensa a los ataques de histeria. Parece claro que la niña sufría algún trastorno nervioso. Como era la menor de la familia, y de delicada salud, fue tratada con cierta condescendencia por parte de sus padres, y atraía la conmiseración de sus vecinos, de lo cual ella sabía sacar partido. Su formación no fue sistemática. Leía mucho, e incluso llegó a estudiar, según decía ella, hebreo, griego y latín, aunque no parece hiciera grandes progresos en ninguna lengua, ni antigua ni moderna. Ni siquiera tuvo gran preocupación por el manejo de la sintaxis en su propio idioma. Lo que sí manifiesta desde sus primeras cartas es una disposición a ver las cosas a través del prisma de sus emociones. A la edad de diecisiete años entró en la Iglesia Congregacional de Tilton, no sin antes expresar sus dudas sobre la validez de algunas de sus doctrinas. Muchas corrientes religiosas estaban de moda por aquellos años en su entorno, las cuales debieron influir directa o indirectamente sobre ella: el Movimiento Transcendental, los cuáqueros, el espiritismo, el hipnotismo; de hecho, el médico de la familia Baker trató de curar la histeria de Mary a través de la sugestión mental o hipnotismo. Sensible como era, no es extraño que imaginara oír misteriosas voces, y que se sintiera invadida por fuerzas misteriosas que no era capaz de entender ni de describir.

En 1843 Mary Baker contrajo matrimonio con George Washington Glover, el cual murió después de unos meses de vida matrimonial; ella quedó embarazada del único hijo que tuvo, Jorge, nacido en septiembre de 1844. Siguieron unos años infelices, en que se sintió sola, enferma y humillada por tener que depender de la ayuda de sus familiares. Pronto se convirtió en una inválida crónica, a consecuencia de una enfermedad de la columna que la tenía postrada la y víctima de frecuentes ataques. En 1853, contrajo segundas nupcias con un homeópata y dentista itinerante, de nombre Daniel Patterson, con el cual vivió durante nueve años en Rumney, una pequeña ciudad de New Hampshire, donde Mary Eddy siguió sufriendo pobreza y largos períodos de soledad por la ausencia de su esposo.

De nuevo, pobre y enferma, retornó donde su hermana, y fue recluida en un sanatorio para tratar sus dolencias. Ante el escaso efecto de su reclusión en el centro sanitario, decidió consultar, en 1862, al doctor Phineas Pakhurst Quimby, de Portland, famoso por sus curaciones. Tres semanas después declaraba en el Portland Courier que, gracias al doctor Quimby "que cura como nadie curó después de Cristo", se encontraba completamente sana. A partir de ese momento se mostró una incondicional devota del doctor Quimby hasta la muerte de éste, en 1866. Ese mismo año Mary se divorciaba de su segundo esposo. Tenía cuarenta y cinco años, y se encontraba en una lamentable situación, tanto física como anímica y económica. De vez en cuando recaudaba algún dinero enseñando y practicando lo que ella llamaba "un nuevo sistema de curar". Al parecer, sus primeros discípulos provenían del espiritismo. Hacía uso de las enseñanzas y de los apuntes de su maestro Quimby, del cual ella misma se declaraba seguidora, concretamente de un manuscrito que ella llamó The Science of Man. Por aquellos mismos años comenzó a escribir su "biblia" personal, que tituló Ciencia y salud (en ediciones posteriores se llamó Ciencia y salud con la clave de las Escrituras [Science and Health with Key to the Scriptures]), cuya primera edición apareció en 1875. Las siguientes palabras de la autora ilustran perfectamente el proceso: "En 1866 descubrí la Ciencia de Cristo, es decir, las leyes divinas de la vida, la verdad y el amor. Llamé 'Ciencia Cristiana' a este descubrimiento" (Ciencia y Salud, 107).

En 1877, con cincuenta y seis años, se casaba por tercera vez, ahora con su discípulo Asa Gilbert Eddy. Poco a poco, y con extraordinario esfuerzo, trató de ir dando forma coherente al sistema "metafísico" que, en su parecer, marcaría el inicio de una nueva época en el pensamiento y en la práctica religiosa. Muy pronto empezó a ganar adeptos, sobre todo entre las mujeres. Con el tiempo, las sesiones de curación se convirtieron en ceremonias religiosas, y sus fieles, amén de la doctrina, debieron aceptar el compromiso y la participación en las distintas actividades programadas. En 1876, el grupo informal de sus discípulos, que se denominaban a sí mismos "Cientistas Cristianos", fundó la "Asociación de Cientistas Cristianos", y en 1879 redactaron los estatutos para la "Iglesia de Cristo Cientista". En 1883 apareció el primer número del periódico Journal of Christian Science, dirigido, editado y administrado por la propia Mary B. Glover Eddy.

Aunque la Iglesia Madre, de la que Mary se hacía llamar Pastor Emeritus, estaba en Boston, en la primavera de 1889 ella decidió retirarse al más estricto aislamiento, a Concord (New Hampshire). Fue éste un paso magistral en su carrera, pues desde su retiro seguía controlando toda la organización. Además, al establecer una distancia infranqueable entre sus seguidores, tendía sobre su persona un halo de misterio y de santidad, aunque para los que la conocían de cerca y compartían su vida, no pasaba de ser una "débil y anciana mujer, sugestionada por imaginarias persecuciones y por sus desilusiones", siempre preocupada por el magnetismo del "animal maligno". Sintiendo que se acercaba ya el fin de sus días, pidió ser traslada a Chestnut Hill, a una gran mansión que había sido preparada para ella. Desde años atrás venía sufriendo intensamente, quizás afectada por cálculos biliares, por lo cual había sido tratada repetidas veces por varios médicos en Concord. El dolor era tan fuerte que se hizo necesario aplicarle continuamente inyecciones de morfina para aliviar su agonía. En los momentos de lucidez era atormentada por el miedo al creciente prestigio de Augusta Stetson en Nueva York, que se perfilaba como su posible sucesora. Pero acabó con ese peligro del mimo modo que se había deshecho de otros rivales en su vida: hizo que fuera expulsada de la Iglesia Madre. Aunque murió sin definir quién sería su sucesor, consiguió que la sobrevivieran una organización religiosa con más de cien mil miembros, un libro del que se vendieron más de cuatrocientos mil ejemplares y una fortuna calculada en más de dos millones y medio de dólares.

Las doctrinas y los sistemas organizativos de su congregación se basan, por expresa voluntad de ella, en el texto básico de la Biblia, si bien interpretada a la luz de su obra Ciencia y salud, ya que sólo así "puede llegarse al sentido pleno de la Biblia". Ordenó que, tras su muerte, no se alterara nada, y que en las traducciones de su obra figurara siempre, en columna paralela, el original inglés ("el texto inspirado"). Para la difusión de su doctrina, además de su obra básica Ciencia y Salud (1875), Mary Eddy escribió: Rudimentos de la Ciencia Divina, Retrospección e introspección, La curación cristiana, La idea que los hombres tienen acerca de Dios, La unidad del bien, No y sí, etc., todos ellos de corta extensión. En 1895 publicó su Manual de la Iglesia en el que explica su sistema organizativo, texto revisado por última vez en 1908. Además fundó los periódicos The Christian Science Journal (1883) y The Christian Science Monitor (1908).

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