Arriano de Nicomedia, Flavio (s. II d.C.).
Historiador y político de origen griego, nacido en Bitinia. Fue un alto funcionario bajo el imperio de Adriano, quien lo nombró cónsul suffectus y lo puso al frente del gobierno de Capadocia. En aquellos años de servicio al emperador, Arriano viajó mucho y conoció Nórica y Panonia y tuvo que hacer frente a los intentos de invasión de los alanos. Discípulo en su juventud de Epicteto, tuvo siempre un alto sentido de la honestidad y del deber. En relación directa con sus muchos viajes, Arriano dedicó al emperador Adriano su obra titulada Periplus Ponti Euxini, en la que, tomando como fuente a Menipo de Pérgamo, refundió un informe previo enviado al emperador en latín sobre sus viajes desde Trapezunte hasta el ángulo oriental del Mar Negro. Relacionada también con su carrera política y militar está su obra titulada Táctica, en la que retoma elementos de un informe oficial sobre maniobras de infantería, y Alánica, que trata de su actuación como procónsul ante la invasión de los alanos. Tras abandonar Capodocia, Arriano se asentó en Atenas, donde adquirió la ciudadanía en el demo de Peania y, en el 147-148, fue arconte epónimo y, después, prítano de la Pandiónida. A partir de ese momento, Arriano se dedicó por completo a cultivar su afición por la historiografía e intentó rendir homenaje, al menos en la forma, a Jenofonte. En sus primeros años en Atenas, Arriano publicó su Cinegético, cuyo título revela ya su deseo de imitar a Jenofonte. Pero en su ambición por ser un gran historiador de su patria, Arriano imitó, dentro de su aticismo, el estilo de Heródoto y de Tucídides. De la misma época son también las biografías, hoy perdidas, de Timoleón, Dión y la del bandido Tilórobo, que no eran más que trabajos preparatorios para una obra más ambiciosa. De todos modos, su obra más importante es la Anábasis de Alejandro (con nuevos ecos de Jenofonte en el título), en la que tomó como fuentes a Aristóbulo y, sobre todo, a Tolomeo. Con esta obra, Arriano intentó devolver la historicidad al personaje de Alejandro al dejar de lado aquellos relatos sobre su vida más cercanos a la novela. Es precisamente aquí donde se revela la talla de Arriano como historiador por su deseo de buscar las fuentes más fidedignas como eran los relatos de los propios soldados de Alejandro. Sin embargo, este gran esfuerzo se vio empañado, según sus críticos, por el excesivo retoricismo de su relato, que enmascara alguno de sus logros metodológicos. Como complemento a la historia de Alejandro, Arriano escribió una obra sobre la India, titulada Indiké, en la que se sirvió de los relatos previos de Nearco, Megástenes y Eratóstenes. Otras obras suyas de carácter histórico hoy perdidas son: las Bythyniká, una historia en 8 libros sobre su patria, que abarcaba desde los principios míticos hasta el año 74 a.C.; las Parthiká y la Historia de los Diádocos, que según Focio estaba compuesta de 10 libros y terminaba con los sucesos del año 321 a.C.
Bibliografía
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BREEBART, A. B.- Einige historiografische Aspecten von Arrianus Anabasis Alexandri, 1960.
TJC.
