Argimiro, san (s. IX)
Natural de Andalucía, de familia noble. Su reputación de hombre honrado e instruido hizo que el rey moro de Córdoba le nombrase para uno de los primeros empleos de la ciudad. Argimiro aceptó con la esperanza de ser útil a sus semejantes; pero deseando atender libremente al negocio de su salvación, renunció después de algunos años y se retiró a un convento. Perseguían entonces ferozmente a los cristianos en aquella parte de España, y aprovechándose de esto los infieles de Córdoba, acusaron a Argimiro de haberse mofado de la religión mahometana y del Corán. El héroe cristiano, llevado a presencia de los jueces, condenó públicamente su doctrina, confesó la fe de Jesucristo, y la verdad del Evangelio y murió poco días después en un suplicio.
