Arcediano, Elena (s. XX).

Dramaturga y traductora española del siglo XX (aunque tal vez nacida a finales de la centuria anterior), de la que no se conocen otros datos que los referidos a las cuatro piezas teatrales que, en la actualidad, se atribuyen con certeza a su autoría. A pesar de este olvido, debió de gozar de un merecido prestigio literario y dramatúrgico en su ámbito geo-cultural, pues a la indudable calidad de sus obras se suma el hecho de que fueran representadas o llevadas a la imprenta, logros que no estaban al alcance de todos lo dramaturgos de su tiempo.

La primera de estas piezas teatrales conocidas de Elena Arcediano es la titulada Mujeres solas, una comedia dramática compuesta de tres actos, cuya perfección formal e interés temático muestran a las claras las grandes dotes literarias de Elena Arcediano (aún más asombrosas si, como parece, es ésta su primera incursión en el Arte de Talía). Sus diálogos son brillantes, sus personajes están perfectamente caracterizados, y en sus situaciones dramáticas hay un perfecto equilibrio entre los episodios y parlamentos serios y los lances y dichos jocosos, siempre dentro de un cauce genérico bien conocido y perfilado -el de la comedia burguesa- al que Mujeres solas aporta algún elemento original de indudable interés (como el hecho de que las mujeres triunfadoras que aparecen en su texto ocupen unos espacios personales -y personalizados- poco corrientes en este subgénero teatral, espacios que se convierten así en símbolos de esos escenarios de poder, comodidad o prestigio que, gracias a su tesón, han sabido alcanzar y ocupar a lo largo de sus vidas).

Con gran aplauso por parte de la crítica y el público, Mujeres solas fue llevada por vez primera a las tablas el día 5 de enero de 1934, en el teatro Eslava de Valencia, a cargo de la compañía López Heredia-Asquerino; y durante aquel mismo año de su estreno mereció, asimismo, los honores de la imprenta (Valencia: Imprenta de José Olmos, 1934).

Cuatro años después, Elena Arcediano volvió a los escenarios de Valencia (que, si no era su ciudad natal, sí debió de ser, al menos, el lugar en el que pasó la mayor parte de sus días, según se deduce del hecho de que todas sus obras conocidas se estrenaran en la Ciudad del Turia); pero esta vez no presentó ante el público levantino una pieza original, sino una versión castellana de La fierecilla domada, de William Shakespeare, realizada en colaboración con Maximiliano Thous (dramaturgo muy conocido, sobre todo, por sus libretos escritos para diferentes zarzuelas). Dicha versión española de la comedia de Shakespeare se estrenó en el mencionado Teatro Eslava de Valencia, el día 5 de julio de 1938.

Aún no había concluido aquel año de 1938 cuando el nombre de Elena Arcediano volvió a la cartelera teatral de Valencia, esta vez como autora responsable de una obra original titulada El Caballero de la Triste Figura. Escrita, nuevamente, en colaboración con Maximiliano Thous, no es tanto una obra teatral propiamente dicha como una larga rapsodia en verso y prosa sobre diferentes temas, asuntos, personajes y episodios del Quijote. En total, son dos actos, veintiún cuadros y dos entrecuadros los que configuran esta singular rapsodia dramatizada, que mereció el aplauso unánime de la crítica de su época precisamente por su acierto a la hora de enfocar sus contenidos en temas, motivos y personajes sueltos, sin intentar siquiera una arriesgada teatralización de la materia narrativa cervantina que, de haberse llevado a cabo, podría haber arrojado frutos espeluznantes desde el punto de vista dramático. Fue el grupo de Salvador Soler Marí y Milagros Leal el que, tras haber asumido el nombre de Compañía Oficial de Arte Dramático, puso en escena El Caballero de la Triste Figura en el Teatro Principal de Valencia, el día 15 de octubre de 1938.

Aunque no queda noticia de la fecha exacta en que tuvo lugar su estreno, sí se conoce otra obra original de Elena Arcediano, Sol en la arena, un drama amoroso y social compuesto de tres actos, que fue llevado a las tablas por vez primera durante la Guerra Civil. Al igual que ocurría en Mujeres solas, de nuevo la autora cogió su pluma para trazar una magnífica semblanza de las mujeres fuertes, seguras, valerosas e independientes de su tiempo, esta vez encarnadas en el personaje de María Jesús, una madre soltera que desafía cualquier convención social en el pueblo castellano en donde vive. La irrupción del amor en su vida, personificado en uno de los antagonistas a los que, por fuerza, debe odiar, se convierte en el desencadenante trágico del conflicto que sostiene la trama. También en esta obra mostró Elena Arcediano su extraordinaria capacidad para construir los diálogos, su gran habilidad en el trazo de los rasgos que definen a la perfección el perfil psicológico de los personajes, y su exquisito cuidado a la hora de seleccionar un vocabulario acorde con la supuesta formación cultural de cada una de estas figuras. No es de extrañar, por ende, que la calidad de esta pieza aconsejara una edición impresa que la rescatara del olvido, edición que se llevó a cabo en la ciudad de Valencia en 1955, a expensas de la Diputación Provincial de la capital levantina.

Bibliografía.

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- BLASCO, Ricard. El Teatre al País Valencià durant la guerra civil (1936-1939). (Barcelona: Curial, 1986). 2 vols.

- HORMIGÓN, Juan Antonio (dir.) Autoras en la Historia del Teatro Español (1500-1994). (Madrid: Publicaciones de la Asociación de Directores de Escena de España, 1996). 2 Vols.

- MARRAST, Robert. El teatre durant la Guerra Civil espanyola (Barcelona: Institut del Teatre, 1977).

- NIEVA DE LA PAZ, Pilar. Autoras dramáticas españolas entre 1918 y 1936. (Madrid: Consejo Superior de Investigaciones científicas, 1993).