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HistoriaPolíticaBiografía

Arango y Parreño, Francisco (1765-1837).

Político y economista cubano, nacido en La Habana el 22 de mayo de 1765 y muerto en la misma ciudad el 21 de marzo de 1837, que fue una de las figuras destacadas de la ilustración cubana.

Vida

De hidalga y acomodada familia, fueron sus padres Ciriaco Arango, alférez real del Ayuntamiento de la Habana, y Julia Parreño. Estudió humanidades hasta los catorce años en el colegio Seminario de San Carlos de La Habana y se graduó de Bachiller en leyes en la Facultad de Derecho de la misma ciudad a los veintiuno. En 1787, con el título de abogado, marchó a España como Apoderado de la Habana, obteniendo, gracias a una serie de resoluciones favorables a los intereses que representaba en Madrid, la real cédula de 24 de febrero de 1789, que declaraba libre la trata de esclavos. A raíz de la revuelta negra de Haití, en 1791, escribió una Memoria abogando por la sujeción a leyes especiales de las clases de color en Cuba.

En 1792 publicó su Discurso sobre la Agricultura de La Habana y medios de fomentarla, en el que proponía la creación de una Junta de Fomento y Tribunal Mercantil y sugería el nombramiento de una comisión de expertos para que examinara los sistemas más adelantados en la elaboración de azúcar con el fin de adoptarlos en las posesiones españolas. El propio Arango y el conde de Casa Montalvo fueron los designados por el gobierno para el viaje de investigación.

Paralelamente se creaba el Real Consulado de la Habana del que Arango fue elegido su primer Síndico, con el cargo anexo de Censor nato del Tribunal de Alzadas; además, y como premio a su laboriosidad, se vio recompensado con el sueldo y los honores de ministro de la Audiencia de Santo Domingo. Del viaje que emprendió por algunas colonias inglesas y los Estados Unidos, trajo Arango una notable información sobre diseños de trapiches y nuevos sistemas de cultivo, así como las primeras semillas de la denominada caña de Otahití, de mejor calidad y jugo más abundante que las de su especie. Desde entonces se convertiría en uno de los más destacados colaboradores de la política de fomento impulsado en Cuba por capitanes generales tales como Luis de las Casas, el conde de Santa Clara y el marqués de Someruelos.

En 1803 partió hacia la isla de Santo Domingo como comisionado del gobierno para investigar los problemas derivados de la alianza con Francia; a continuación realizó una detallada Memoria que mereció la alabanza pública del propio Someruelos, quien propuso para Arango un puesto en el Consejo de Indias y la Intendencia de La Habana, aunque sólo pudo obtener, entonces, la cruz de número de Carlos III.

Como asesor de Alzadas y alférez real del Ayuntamiento -cargo vinculado a su familia-, denunció abusos e intentó oponerse al pago de los derechos que Godoy mandaba cobrar para sí como "protector del comercio". Escribió también, en 1805, un Informe sobre los males y remedios que en la isla de Cuba tiene el ramo de tabacos, en el que se quejaba de los vicios de la real factoría, y, tres años más tarde, en 1808, promovió un expediente en el Consulado Sobre los medios que convenía adoptarse para sacar a la agricultura y el comercio del apuro en que se hallaban.

Tras conocerse en la Isla, el 17 de julio de 1808, el alzamiento de España contra los franceses, Arango exhortó a Someruelos a seguir el ejemplo peninsular e instalar en La Habana una Junta de gobierno, que le sirviera de órgano consultivo al capitán general. Esta idea, aunque no cuajó por las excesivas suspicacias que la rodearon, se vio apoyada por un Memorial suscrito por las principales firmas de aquella ciudad. También colaboró Arango con cuantiosos donativos a sufragar algunos gastos urgentes impuestos por la situación de guerra y fundó, exclusivamente a sus expensas, la Biblioteca pública de la capital y un colegio de Humanidades en Güines, en el que se enseñaba gratuitamente a los pobres.

Establecido en 1811 el código de Cádiz en Cuba, y con él la libertad de imprenta, colaboró Arango en la creación y redacción de El Patriota Americano, desde cuyas páginas se combatieron los abusos de la legislación y la administración ultramarina, hasta la desaparición del semanario a mediados de 1812. Meses después, era elegido diputado por La Habana en las Cortes ordinarias de 1813 y, el 14 de julio de ese mismo año, se embarcó para España.

Disuelto el Congreso, y el sistema constitucional en mayo de 1814, Arango entró a formar parte del Consejo de Indias, desde donde influyó para el nombramiento de Alejandro Ramírez como intendente de La Habana. De la colaboración entre ambos surgirían más adelante dos importantes medidas: la que suprimía en Cuba la factoría de tabacos (1817) y la que abría definitivamente los puertos de la isla a los mercados extranjeros (1818).

En 1816 se casó Arango en Madrid con Rita Quesada, hija de los condes del Donadío, que le dio cinco hijos, cuatro varones y una hembra.

tras lo cual se trasladó a Cuba en calidad de comisionado para el arreglo de los aranceles que allí regían; además, fue nombrado primer árbitro del juzgado mixto formado en La Habana a raíz del tratado con Inglaterra para la represión del tráfico negrero.

En 1820, cuando vuelve a España el sistema constitucional, Arango es nombrado Consejero de Estado, cargo que no llegó a ocupar por haberle impedido el viaje a la Península asuntos particulares. Reinstaurado el absolutismo, y aunque anulado su nombramiento de Consejero de Estado, Fernando VII le condecoró el 2 de marzo de 1824 con la gran cruz de Isabel la Católica, y le confirió la superintendencia general de Hacienda, cargo que aceptó renunciando al sueldo y desempeñándolo como en comisión hasta que llegase su propietario.

Poco después, se consagró a la vida privada, limitando su acción pública a servir con sus informes de consejero de las autoridades de Cuba. Tras la muerte del monarca español, la corona le designó como uno de los primeros integrantes del recientemente creado Estamento de Próceres del Reino, y aunque quiso volver a España a recibir tan alto honor su estado de salud fue retrasando el viaje hasta su muerte, acaecida el 21 de marzo de 1837.

Bibliografía

Fuentes

El periódico mensual El Plantel de La Habana, en su número 20, correspondiente a octubre de 1838, junto a una biografía de Arango, da una relación de sus obras principales. Son las siguientes.

- Discurso sobre la agricultura de La Habana y medios de fomentarla (1792).
- Proyecto de un viaje de investigación por Francia, Inglaterra y sus colonias. Defensa de este proyecto (1793).
- Relación que hizo del viaje a dichas partes con el Sr. Conde Montalvo (1794).
- Memoria sobre los incalculables perjuicios que resultan del privilegio exclusivo concedido a las refinerías de azúcar que se establecen en las Metrópolis (Londres, 1794).
- Noticias útiles a nuestra agricultura y comercio (Francia, 1794?).
- Sus proposiciones hechas en el Consulado, en su calidad de síndico, sobre caminos, establecimiento de vendutas, casa de seguros, introducción de nieves, etc.
- Informe sobre los males y remedios que en la Isla de Cuba tiene el ramo de tabacos. (Escrita en 1805 e impresa en 1812).
- Informe en el expediente sobre los medios que convenían adoptarse para sacar la agricultura y comercio del estado en que se hallaban en 1808 (1808).
- Representación a las Cortes generales en nombre de las corporaciones de La Habana, contra las proposiciones de los diputados Argüelles y Alcocer, sobre tráfico de negros. (Escrita en 1811 e impresa en Madrid en 1814).
- Máximas económicas sobre el comercio colonial, presentadas en 1816 al Consejo de Indias.
- Acuerdos del Ayuntamiento de La Habana en cumplimiento del decreto de 14 de febrero de 1810, convocando a las Américas a las Cortes (1810).
- Al público imparcial de la isla. Folleto publicado en La Habana en 1821 defendiéndose de varias recriminaciones que le hicieron. En 1812 publicó otro con igual objeto.
- Observaciones sobre el ensayo político de la Isla de Cuba del Barón de Humboldt.
- Informes al Consejo de Indias sobre los varios expedientes del Plan de Estudios (1828).
- Informe al rey sobre la condición de esclavos en la Isla de Cuba y urgente necesidad de la supresión de la trata (1832).
- Noticia de su comisión diplomática al Guárico en 1803.
- Manifiesto a S.M. sobre el desempeño de la Intendencia de La Habana (1825).
- Extracto del Espíritu de las Leyes.
- Observaciones sobe el viaje de Anacarsis.

Estudios

MORALES, Benigno. Carta de... a Félix Mejía (Filadelfia: 1825).
PEZUELA, Jacobo de la. Diccionario geográfico, estadístico, histórico de la isla de Cuba (Madrid: 1863).

A. Gil Novales

Autor

  • E.P.M.