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LiteraturaBiografía

Ambivio, Lucio Turpio (s. II a.C).

Actor y empresario teatral del siglo II a.C., asentado en la antigua Roma, que pasó por ser uno de los más célebres histriones de su época, a juzgar por los testimonios que de su arte nos han legado algunos de los más grandes autores de la Antigüedad clásica grecolatina. Aunque su verdadero nombre era el de Lucio Turpio Ambivio, fue conocido en su tiempo por su sobrenombre artístico de Roscio, con el que alcanzó una inmensa popularidad en los coliseos romanos merced a su perfecta ejecución de una de las modalidades teatrales más festejadas en dicho período: la pantomima. Posteriormente, fue citado por algunos autores del Renacimiento por la castellanización de su nombre (Ambivio Turpión).

El primero en hacerse eco por escrito de las habilidades para la representación de Roscio fue el dramaturgo Afro Publio Terencio (ca. 190-ca. 159 a.C.), quien, a la hora de hablar de los compases iniciales de la carrera de otro autor teatral, Estacio Cecilio (¿-168 a.C.), afirmó que éstos no fueron nada prometedores, y que la obra de su colega acabó siendo admirada por el público romano merced al entusiasmo y la perseverancia de Lucio Turpio Ambivio. Éste, en efecto, en su condición de empresario, apostó por el talento de Estacio Cecilio y consiguió que sus piezas teatrales acabaran cosechando un notable éxito en Roma.

Posteriormente, el propio Terencio habría de comprobar la eficacia como "productor" (o hábil mezcla de intérprete y empresario) del afamado Roscio, quien se hizo cargo de los "montajes" de todas sus obras. Al igual que le había ocurrido a Estacio Cecilio, Terencio no logró el beneplácito del público romano con su primer texto dramático, estrenado bajo el título de Hecyra en el 165 a.C.; según el primero de los dos prólogos que el propio autor añadió a la edición de esta pieza teatral, su carrera como dramaturgo hubiera pasado inadvertida de no ser por el buen oficio de su protector, quien, junto al esclavo Flaco -que dotó de acompañamiento musical a todas las obras de Terencio-, se interesó vivamente por su producción dramática y consiguió que, a pesar de otros dos fallidos intentos de alcanzar el éxito con Hecyra, el resto de sus piezas teatrales fueran del agrado del público de la época. Además de este texto inicial de Terencio, Roscio llevó a la escena otras obras suyas como Heautontimorumenos (estrenada en el año 163 a.C.), Eunuchus (161 a.C.), Phormio (161 a.C.) y Adelphi (160 a.C.).

JR

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.