Alejo Petrowitz (1695-1718).
Hijo del zar Pedro el Grande y de Eudoxia Lapuskin, nacido en 1695 y muerto en 1718. Educado por su madre en las ideas antiguas de su nación, se manifestó siempre opuesto a las reformas que hizo su padre, el cual le desheredó. Alejo se refugió en Viena y luego en Nápoles, lo cual fue considerado como un gran crimen por el emperador. Éste, haciéndole venir precipitadamente, le obligó a hacer renuncia formal y solemne a la sucesión delante de todos los dignatarios del imperio y después le juzgó y condenó a muerte y, aunque se le leyó a un mismo tiempo la sentencia y el perdón, el trastorno que le ocasionó le produjo la muerte. Otros aseguran como más probable que su padre le hizo envenenar, por temor de que un día llegara a sucederle y destruyera su obra.
