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BiografíaPolítica

Ahmadineyad, Mahmud (1956-VVVV)

Político iraní, nacido en Aradán, en la provincia de Semnan, el 28 de octubre de 1956. Presidente de la República de Irán a partir del 3 de mayo de 2005, sexto presidente elegido, primero en no ser un líder religioso.

Fue el cuarto de siete hijos nacidos de un herrero, quien junto a su familia, dejó el entorno rural y se radicó en Teherán, intentando sin éxito matricularse como profesional en la Institución Iraní para la Enseñanza Superior. Su apellido era originalmente Saborjhian, pero fue modificado, para cambiarle el sentido de "pintor de hebras", (un oficio humilde), por el de "la raza virtuosa", o "de la raza de Mohammed".

Estudió en la Facultad de Ciencias e Industria de la Universidad Politécnica de Teherán, en la que obtuvo el título de ingeniero, y se doctoró en Ingeniería Civil, en la especialidad del Transporte en 1986. Aunque se decidió por la carrera política, siguió manteniendo lazos con dicha facultad, ejerciendo de profesor.

Durante las reuniones políticas del año 1980, Ahmadineyad ejerció de principal representante de la universidad en las diversas sesiones de las asambleas de estudiantes con el ayatolá Jomeini. En estas sesiones, se crearon las bases de la primera Oficina para Consolidar la Unidad, la organización de estudiantes que organizó el ataque a la embajada de Estados Unidos en 1979, que desembocó en la grave crisis de los rehenes, que duró más de un año. Durante el ataque de la embajada, Ahmadineyad sugirió además realizar un ataque similar contra la embajada de la Unión Soviética, pero la votación de esta proposición resultó desfavorable. Años más tarde, Ahmadineyad desmintió estas actuaciones, y ambas afirmaciones, tanto las acusaciones como su negación, resultan hoy difíciles de probar.

Durante los ocho años de la guerra con Irak, Ahmadineyad cumplió funciones de instructor de los Basiji Mostazafan. Esta organización extrema había sido fundada por el ayatollah Jomeini en 1979, con el fin de entrenar a niños imbuídos de fe religiosa, para hacer detonar las minas en los campos minados que dejó la cruenta guerra. Los niños se enrrollaban en alfombras para que las partes de sus cuerpos destrozados no se esparcieran.

En 1986, en medio del conflicto armado contra Iraq, aún controlado por Saddam Hussein, se alistó como voluntario en el cuerpo de los Guardianes de la Revolución (Pasdaran), y participó en operaciones clandestinas en el área de Kirkuk, en Iraq, y en el oeste de Irán. También fue instructor de una milicia paramilitar de los basiji (voluntarios), ejército de vigilancia ideológica, cuya misión era la defensa de los principios revolucionarios y de la imposición y observancia de las costumbres islámicas. Estas actuaciones en política le merecieron ocupar el cargo de funcionario del estado, luego fue designado gobernador de Maku, en el noroeste del país, después en Ardabil, provincia nueva creada en la misma región, en la que permaneció gobernando de 1993 a 1997.

Ahmadineyad mostró su fidelidad al líder político y espiritual Alí Jamenei, que disputaba con el presidente Muhammad Jatami, y consiguieron la victoria en las elecciones municipales de 2003 y las generales de 2004. El abril de 2003, Ahmadineyad fue elegido alcalde del ayuntamiento de Teherán, con una votación a la sólo se presentaron el 12% de los empadronados, en los que la opción era el ex presidente Rafsanjani, representante de las clases pudientes pero insolidarias, y él Ahmadineyad, quien, provisto de un discurso populista supo interpretar el descontento de las masas humildes. Sus actuaciones como alcalde suscitaron controversias, al segregar a las mujeres en ascensores separados, convertir centros culturales en lugares de oración y culto religioso, y cerrar los bares y restaurantes de comida rápida. Su discurso, basado en el islamismo más radical prometía conducir al pueblo a los fundamentos de la revolución, y obtener el desarrollo social y económico en un mismo plano de igualdad de relaciones internacionales con el resto de los países.

Llegadas las elecciones presidenciales de junio de 2005, quedó en 2a posición, por detrás de Rafsanjani, pero en la segunda ronda le derrotó con el 61,7% de los votos, contra los 35,9% obtenidos por el ex presidente. Los observadores internacionales cuestionaron duramente estos resultados, por la cantidad de denuncias de presión a los candidatos opositores, apoyados por los clérigos y fuerzas militares, y aún por para militares.

La Unión Europea propuso un tratado a Irán para el reemplazo de combustible nuclear a cambio de subsidios, pero fue desestimada por el nuevo mandatario. Las acciones de gobierno del presidente de Irán son controladas por la autoridad suprema religiosa, Alí Jamenei, en este caso, y Ahmadineyad fue el primer presidente que no provenía del sector religioso, aunque sí fue siempre fiel a las concepciones y normas religiosas en la vida. Bajo su mandato, el gobierno de Irán ha mantenido un pulso controvertido con motivo del enriquecimiento de uranio, paso previo a la construcción de armas nucleares, y ha rechazado continuamente las advertencias y las sanciones económicas que Estados Unidos o la Unión Europea le han planteado, alegando que su país tiene los mismos derechos que el resto del mundo, en construir usinas nucleares con fines pacíficos. Sin embargo, fue muy criticado el discurso pronunciado en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, donde ofreció energía nuclear a países islamistas.

Su posición política con respecto al vecino Israel y a su validador, Estados Unidos, se ha radicalizado, llegando a afirmar que "Israel debe ser borrado del mapa", o "seremos testigos de un mundo sin Estados Unidos y sin la entidad sionista". Estas declaraciones atrajeron sobre su persona todo tipo de condenas y reacciones en contrario, incluso de algunos países árabes. Frente al pedido de aclaraciones de parte de la ONU, Ahmadineyad respondió con la expulsión de más de 40 embajadores iraníes, entendido como una purga de funcionarios liberales en las filas del servicio exterior iraní.

Los retos internos que el país le plantea incluyen una tasa de paro del 16% oficial, aunque encuestas privadas lo sitúan en el doble, y cerca de un 20% de la población rozando la línea de la pobreza. Para paliar esta situación, Ahamdineyad cuenta con los ingresos producidos por la exportación del petróleo, en el que Irán es el 4º productor mundial, que a fines de 2007 lo situaron en el puesto 29º del PIB por cápita.

Autor

  • Carlos Benavides Martínez