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LiteraturaBiografía

Accio, Lucio (170-ca. 90 a.C.).

Autor dramático latino, nacido en la ciudad Umbra de Pisauro en el 170 a.C., en el seno de una familia acomodada. A pesar de la diferencia de edad, Accio fue amigo del otro gran dramaturgo latino Pacuvio. Debió vivir hasta el año 90 a. C. y Cicerón asegura en su Brutus, 107, que llegó a conocerlo. A pesar de su relación con Pacuvio, cercano al círculo de los Escipiones, Accio no perteneció a dicho círculo y buscó la protección u amistad de Junio Bruto Calaico (cónsul en el 138 a. C.), en cuyo honor compuso unos versos en saturnio para celebrar su victoria en Hispania y una fabula praetexta titulada Brutus.

En la década del 120 a. C., mantuvo una agria disputa con el poeta Lucilio, quien lo hizo objeto de sus ataques. Accio no sólo se dedicó a la composición de obras teatrales sino que también ocupó parte de su tiempo con el estudio; así, escribió sus Didascalicon libri IX, donde traza una historia de la literatura y, más en concreto, del drama desde Homero y Hesíodo hasta su propio tiempo. De este ambicioso proyecto sólo quedan 22 líneas, en las que se mezcla la prosa y el verso, quizás por tratarse de un género mixto como el que encontramos en las Sátiras Menipeas de Varrón; sin embargo, estos versos también podrían explicarse como simples citas tomadas por Accio de otros autores.

Otras obras suyas son los Annales, escritos en hexámetros, en los que trata sobre los meses y las fiestas romanas. También en verso estaban escritas sus obras tituladas Parerga, cuyo contenido nos es desconocido, Pragmatica, donde una vez se ocupó en versos trocaicos de temas literarios, y Sotadica, una colección de poesía erótica.

Accio, autor dramático.

En cuanto a su producción dramática, Accio destacó como autor de tragedias. Nos han llegado fragmentos de 46 obras, la mayor parte de las cuales están basadas en las tragedias de Eurípides, Sófocles y Esquilo: a)de más de cuarenta versos, Epigoni, Eurysaces, Philocteta, Lemnius; b) de más de veinte versos, Armorum iudicium (en la que el original de Esquilo se enriqueció con algunos elementos sacados del Ayax de Sófocles), Astyanax, Atreus, Bacchae, Epinausimache, Medea, Phoenissae, Telephus; c) de menos de veinte versos, Achilles, Aegisthus, Agamemnonidae, Alcestis, Alcmeo, Alphesiboea, Amphitryo, Andromeda, Antenoridae, Antigona, Athamas, Chrysippus, Clytaemestra, Deiphobus, Diomedes, Hecuba, Hellnes, Io, Melanippus, Meleager, Minos, Myrmidones, Neoptolemus, Nyctegresia, Oenomaus, Pelopidae, Persidae, Phinidae, Prometheus, Stasiastae, Tereus, Thebais, Troades. Además de estas tragedias de tema griego, conocemos dos fabulae praetextae, la ya mencionada Brutus y la titulada Aeneadae o Decius.

Los extensos fragmentos de Bacchae y Phoenissae permiten estudiar con mayor precisión la relación de Accio con sus originales. Se comprueba así que Accio actuaba con una gran libertad, que no afectaba, sin embargo, a la estructura de la obra. Para los romanos, las tragedias de Accio, a quien consideraban inferior a Pacuvio en sabiduría, destacaban por su fuerza, su energía y una buena caracterización de los personajes. Se descubre en él una preferencia por los argumentos de índole violenta y melodramática. Su retórica era ampulosa y, en cierto modo, recargada gracias a su estilo elevado, vigoroso, solemne y sonoro, que lo convirtió en buen modelo para los retóricos posteriores.

A través de sus fragmentos, se descubre también su fuerte personalidad, propia de un hombre muy seguro de sí mismo, de su relevancia como poeta y con gran influencia en su tiempo (no en vamo Accio fue la cabeza del collegium poetarum). Accio desempeñó un importante papel en la formación de una lengua literaria no sólo a través de sus obras sino también como estudioso a la manera alejandrina. Accio fue el último gran poeta trágico romano y sus obras fueron estudiadas y leídas con deleite por escritores posteriores como Cicerón, quien sentía una verdadera pasión por el Atreus, o Virgilio, que se sirvió de algunas escenas de Clytaemestra para la descripción de la tormenta sufrida por Eneas y su flota al comienzo del libro I de su Eneida.

Bibliografía.

  • Ediciones y Estudios: A. Klotz, Scaenicorum Romanorum Fragmenta, Oldenburgo, 1953; E. H. Warmington, Remains of Old Latin, Londres, 1967; O. Ribbeck, Tragicorum Romanorum Fragmenta, Leipzig, 1897; F. Casaceli, Lingua e stile in Accio, Palermo, 1976; W. Beare, La escena romana, Buenos Aires, 1964; G. E. Duckworth, The Nature of Roman Comedy, Pricenton, 1952.

Teresa Jiménez-Calvente.

Autor

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