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HistoriaPolíticaBiografía

Weizmann, Chaim (1874-1952).

Político sionista y químico nacido el 27 de noviembre de 1874 en Motol (actual Bielorrusia) y muerto el 9 de noviembre de 1952 en Rehovot (Israel). Fue presidente de la Organización Sionista Mundial y de la Agencia Judía para Palestina, y una de las principales figuras del sionismo de la primera mitad del siglo XX. En 1948, tras la proclamación del estado de Israel, se convirtió en el primer presidente de la nueva república.

Nació en el seno de una familia burguesa afincada en Motol, un villorrio maderero de la región occidental del Imperio ruso. Fue el tercero de los quince hijos de Ezer Weizmann, un transportista de madera al que Chaim solía acompañar en sus viajes fluviales hacia los puertos bálticos. Acudió, al igual que sus hermanos, a la escuela judía ortodoxa de su localidad y, a la edad de once años, pasó a la escuela secundaria de la vecina ciudad de Pinsk, donde inició sus estudios científicos. En 1891 se matriculó en la universidad, aunque las cuotas que limitaban el acceso de judíos a los estudios superiores le obligaron a marchar a Alemania y Suiza, donde estudió química en las universidades de Berlín, Berna y Friburgo. Paralelamente trabajó como profesor de ciencias naturales y lengua rusa a fin de costearse los estudios. A finales de la década de 1890 vendió algunas patentes que le reportaron algún dinero con que sacar a flote su precaria economía y ayudar a sus hermanos menores a completar sus estudios. En 1900 se doctoró cum laude por la Universidad de Friburgo (Suiza). Finalizados sus estudios, comenzó a trabajar como profesor de química en la Universidad de Ginebra, donde continuó sus investigaciones en química orgánica. Ese mismo año conoció a Vera Chatzman, una estudiante de medicina de la universidad de Ginebra con la que contrajo matrimonio seis años después. Con ella tendría dos hijos.

En 1904 se trasladó a Inglaterra tras conseguir una plaza de profesor adjunto de bioquímica en la Universidad de Manchester. Seis años después le fue concedida la nacionalidad británica. Durante la Primera Guerra Mundial colaboró en diversos proyectos de investigación para la industria armamentística y, entre 1916 y 1919, dirigió los laboratorios científicos del Almirantazgo británico, donde descubrió y desarrolló un procedimiento para sintetizar la acetona a partir del maíz en un momento en que la industria de guerra británica sufría un grave déficit de ese componente, esencial para la fabricación de explosivos. Esta aportación al esfuerzo de guerra británico proporcionó a Weizmann una posición privilegiada para representar los intereses del movimiento sionista ante el gobierno de Londres.

El interés de Weizmann hacia el nacionalismo hebreo se había fraguado ya durante su infancia, debido sobre todo a la influencia paterna. Al parecer, cuando sólo contaba once años dirigió una carta en hebreo a su profesor de la escuela judía de Motol en la que llamaba a la unión de los judíos para regresar a la tierra de Israel. Pero fue durante sus años de estancia en Alemania y Suiza cuando las simpatías sionistas del joven Weizmann se concretaron en una activa militancia política. Asistió a todos los Congresos sionistas desde 1898 y pronto se convirtió en líder del grupo Joven Sión. En el sexto Congreso celebrado en 1903, Weizmann destacó por su oposición decidida al proyecto de Theodor Herzl, fundador del moderno sionismo, de crear una colonia judía en Uganda, según una propuesta británica. En 1905 fue elegido miembro del Consejo General del Congreso sionista, en el que desempeñó un papel secundario hasta el estallido de la Primera Guerra Mundial.

En Inglaterra, Weizmann participó en la Comisión Sionista de Londres y, junto a Sokolov, secretario general de la Organización Sionista Mundial, fue el principal artífice de la Declaración Balfour tras una larga serie de negociaciones con el gobierno británico. La Declaración, firmada el 2 de noviembre de 1917 por Arthur Balfour, ministro del Foreign Office, contenía el apoyo expreso del gobierno británico al "establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío". En junio de 1918 Weizmann viajó desde Jerusalén a Aqaba para entrevistarse con Amir Faysal, futuro primer monarca hachemita de Iraq, a fin de establecer una plataforma de colaboración árabe-judía con vistas a la fundación de un estado hebreo en la región. Ambos volvieron a encontrase durante la Conferencia de Paz de Versallesy, en enero de 1919, sellaron un acuerdo por el cual se aceptó la separación de Palestina del estado árabe de Transjordania, así como el cumplimiento de la Declaración Balfour.

En 1920, Weizmann asistió como observador a la Conferencia de San Remo, donde se establecieron los mandatos occidentales sobre los países de Oriente Medio. Los acuerdos de San Remo dieron a Gran Bretaña el mandato sobre Palestina como garantía del cumplimiento de la Declaración Balfour. En 1921 Weizmann sustituyó a Sokolov en la presidencia de la Organización Sionista Mundial, cargo que ocuparía hasta 1929. Como cabeza visible del movimiento sionista, Weizmann viajó incansablemente por todo el mundo para difundir el mensaje sionista y alentar a todos los judíos a regresar a la tierra prometida. Paralelamente, dirigía las arduas negociaciones para el cumplimiento de la Declaración Balfour, obstaculizado por la emergencia del nacionalismo árabe y por las reticencias del gobierno británico a llevar a la práctica la creación del "hogar judío" en un clima de gran conflictividad antisionista en Palestina. En 1922, el gobierno británico publicó un Libro blanco que excluía la perspectiva de un Estado judío y afirmaba la igualdad de derechos entre árabes y judíos sobre Palestina, además de subordinar la inmigración judía a la capacidad de absorción económica de la región. Sin embargo, Weizmann siguió presionando al gobierno británico para avanzar en el proceso de colonización y favoreció la emigración de judíos hacia Palestina. En 1925 inauguró la Universidad Hebrea de Jerusalén.

La demora en el cumplimiento de los objetivos sionistas favorecieron la división interna del movimiento con la aparición de grupos extremistas que se oponían a la gestión de Weizmann, a quien acusaban de plegarse de manera servil a los intereses británicos. La influencia de Weizmann en la Organización Sionista disminuyó notablemente desde que Gran Bretaña mostró sus reticencias a cumplir los acuerdos de 1919-1920. La publicación de un nuevo Libro blanco en 1930 (en el que el gobierno británico proponía una limitación severa de la inmigración judía a Palestina y la prohibición de la compra de tierras a los colonos judíos) significó un duro golpe para Weizmann, lo que le impulsó a poner su cargo a disposición de la Organización. Aunque su dimisión no fue aceptada, en el Congreso de 1931 Weizmann fue sometido a una moción de censura y perdió la presidencia de la Organización Sionista y de la Agencia Judía, el organismo que él misma había creado en 1929 para garantizar los intereses judíos en Palestina. A través de la Agencia, Weizmann había actuado como una auténtica autoridad política sobre la población de los nuevos asentamientos judíos. Tras su derrota, se entregó a la investigación científica y colaboró muy activamente en los esfuerzos para ayudar a los judíos alemanes tras el triunfo de Adolf Hitler en 1933.

En 1934 se trasladó definitivamente a Palestina, donde ese mismo año fundó el Instituto de Investigación Daniel Sieff en Rehovot, de cuya dirección se hizo cargo. Asimismo, presidió la Universidad Hebrea de Jerusalén. Al año siguiente fue reelegido para la presidencia de la Organización Sionista y de la Agencia Judía. En 1937 apoyó un plan británico para dividir Palestina en zonas árabes y judías, con el argumento de que "la mitad de un pan es mejor que nada". Ello le valió los furibundos ataques de los radicales sionistas. Finalmente, el plan no llegó a realizarse por la oposición de los nacionalistas árabes.

Durante la Segunda Guerra Mundial Weizmann volvió a colaborar en el esfuerzo de guerra británico como asesor honorario del Ministerio de Suministros, al tiempo que el Instituto Daniel Sieff desarrollaba investigaciones farmacológicas y químicas para el ejército de Estados Unidos y Gran Bretaña. En 1942 murió en combate su hijo menor, Michael, oficial de la aviación británica.

Tras la guerra volvieron a manifestarse las profundas divisiones del movimiento sionista. Weizmann atacó duramente a los extremistas judíos de la organización paramilitar Haganah, que había iniciado una campaña de hostigamiento armado contra objetivos británicos en Palestina. En 1946 fue derrotado en las elecciones a la presidencia de la Organización Sionista Mundial, que ese mismo año aprobó un plan de reparto de Palestina que obtuvo la aprobación de Estados Unidos. Weizmann no regresaría ya a la cúpula directiva de la Organización, pero conservó una enorme influencia dentro del movimiento sionista.

A principios de 1948 fue enviado a Washington para negociar con el presidente norteamericano Harry Trumanlos acuerdos que conducirían a la creación del Estado de Israel. Weizmann consiguió que la administración estadounidense renunciara a su tutela sobre Palestina y abandonara su propósito de excluir la región de Negev del futuro Estado judío. El 14 de mayo de ese año el presidente Truman reconoció oficialmente al Estado de Israel y, gracias a la habilidad diplomática de Weizmann, anunció la concesión de un préstamo de cien millones de dólares para contribuir a la construcción del "hogar nacional judío". En septiembre, Weizmann fue nombrado presidente del gobierno provisional de Tel Aviv y, en febrero siguiente, elegido presidente de la república, cargo que ocuparía hasta su muerte.

En 1949 se fundó el Instituto Weizmann de la Ciencia, el cual absorbió al Daniel Sieff. Como director de este nuevo centro, Weizmann desarrolló una serie de importantes investigaciones en el campo de la agronomía, encaminadas a optimizar la producción agrícola, el aprovechamiento del suelo y el desarrollo de la industria alimentaria de Israel. Ese mismo año se publicó su autobiografía, Ensayo y error ('Trial and Error').

A pesar de sus problemas de salud, Weizmann mantuvo una gran influencia sobre el nuevo estado, cuya estructura constitucional contribuyó a crear. En 1948 designó primer ministro a David Ben Gurion, que ocuparía el gobierno hasta 1953. Esta época estuvo marcada por la primera guerra árabe-israelí (1948-1949) y por los problemas que planteó la integración de las diversas "naciones" de inmigrantes judíos en la sociedad israelí. Chaim Weizmann murió en noviembre de 1952, tras una penosa enfermedad, a los ochenta y siete años. Fue enterrado con honores de estado en su residencia de Rehovot.

Bibliografía

  • BLUMBERG, H. M. Weizmann, His Life and Times (1975).

  • WEISGAL, M. (ed.) Chaim Weizmann, Statesman/Scientist (1944).

  • WEISGAL, M. y CARMICHAEL, J. (eds.) Chaim Weizmann (1962).

Autor

  • Victoria Horrillo Ledesma