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GeologíaFísicaBiografía

Wegener, Alfred Lothar (1880-1930).

Geofísico y meteorólogo de origen alemán, nacido el 1 de noviembre de 1880 en Berlín y fallecido en Groenlandia el 15 de noviembre de 1930. Su formación tuvo lugar en varias universidades alemanas, en Heidelberg, Innsbruck y en Berlín, donde se doctoró en astronomía, meteorología y climatología en 1905. En el ámbito académico sus tareas se extendieron a la docencia y fue profesor en las universidades de Hamburgo en 1919 y de Graz en 1924.

Como sus primeros estudios habían tenido lugar en el campo de la meteorología, decidió acompañar al danés Mylius Erichsen en la expedición polar a Groenlandia, llevada a cabo entre los años 1906 y 1908 con objeto de comprobar sobre el terreno sus teorías paleoclimáticas. Más tarde emprendió una nueva travesía a la isla polar junto a Lauge y Kock, que se extendió por espacio de cinco años, hasta 1917. Después de un viaje preliminar en 1929 para preparar el terreno, emprendió una cuarta expedición ártica en 1930 con fines científicos al centro del inlandsis (especie de capa de hielo que recubre el suelo en los casquetes polares, y que en Groenlandia ocupa la parte central de la isla). De esta manera, el día de 1 de abril de 1930 todos los miembros se hallaban reunidos a bordo del Disko, en Copenhague; la tripulación se componía de un total 22 hombres: exploradores, ingenieros, estudiantes, mecánicos, radiotelegrafistas, etc. Tras alcanzar Umanak, en la costa occidental de Groenlandia, se procedió a descargar el gran equipaje de cerca de 100 toneladas y se dispusieron a transportarlo hacia la estación polar de Eismitte. Así, la gran empresa alemana de exploración científica de Groenlandia daba sus primeros pasos, primeros pasos en los que Wegener falleció mientras realizaba una de sus primeras exploraciones hacia el interior de Groenlandia a causa, probablemente, de un colapso cardiaco como consecuencia del esfuerzo físico; los expedicionarios erigieron un monumento sobre su tumba.

Cada uno de estos viajes quedó reflejado en una serie de relaciones que tienen un gran valor científico, e incluso literario. Entre éstas destacan las obras Termodinámica de la atmósfera (1911) y El clima del pasado geológico (1924); pero la más interesante es, sin duda alguna, El origen de los continentes y de los océanos (1915), en la que queda reflejado lo más jugoso de sus pensamientos. La gran aportación de Wegener a la geología fue la teoría de la deriva continental (véase Deriva Continental), propuesta en 1912, y que trataba de dar una explicación a la actual posición de los continentes. El científico supuso que había existido una gran masa de tierra primigenia, que bautizó como Pangea, (del griego pan, 'todo' y de gea, 'tierra'), cuyo desmembramiento habría tenido lugar durante el período Mesozoico, hace doscientos millones de años, y que los pedazos de tierra, flotando a la deriva sobre las aguas del mar, terminaron por establecerse en su actual posición.

Esta teoría, que encontró grandes objeciones en el mundo científico en un principio, se vio reforzada cuando se descubrieron los mismos restos fósiles en estratos continentales como América y Asia, entre los cuales, debido a su lejanía, las posibilidades de emigración son prácticamente imposibles. Por otra parte, el estudio de los bordes continentales coincidentes, que ha venido a confirmar la orogenia hercínica -proceso de plegamiento, fracturación y elevación de la corteza que tuvo lugar hace unos trescientos millones de años- afectó a zonas de Europa, África y Norteamérica, que quedaron separadas de forma brusca por la parte que ahora es la costa de dichas zonas.

Wegener pensó, sin embargo, que la corteza continental se deslizaba sobre la oceánica, teoría que se ha demostrado inexacta porque las evidencias magnéticas y oceanográficas obtenidas a mediados del siglo XX han probado que el fondo marino también participa del movimiento de la corteza terrestre, y que, en contra de lo que pensaba el científico alemán, la superficie de despegue no está en la base de la corteza, sino dentro del manto. Todo esto ha sentado las bases de la Tectónica de Placas, teoría aceptada de forma general en el mundo científico.

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  • lu