Vermeer, Jan (1632-1675).
Pintor holandés nacido en Delft en 1632. Hijo de un hospedero que además se dedicó al comercio de obras de arte, trabajos a los que también se dedicó su hijo. Sobre su vida se tienen pocas noticias, en 1653 ya estaba inscrito en la corporación de pintores de Delft. En 1653 se casó con Caterina Bolnes, con quien tuvo once hijos.
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- Gentilhombre con mujer bebiendo. Vermeer. Países Bajos.
Actualmente se le atribuyen cuarenta pinturas, pero de ellas solo dieciséis están firmadas y dos fechadas, lo que hace difícil determinar cronológicamente su evolución pictórica. De 1656, es La alcahueta, y a esos mismos años se han atribuido obras como Cristo en casa de Marta y María, Diana y las ninfas y Muchacha dormida, obras que muestran una acercamiento a los seguidores de Caravaggio en Utrecht, especialmente a Terbrugghen, aunque en Muchacha dormida ya aparecen todas las características de lo que va a ser la obra de Vermeer, que se va a convertir en el máximo exponente de pintura intimista.
Sus principales obras serán: Militar y muchacha sonriente, Muchacha que lee una carta, Gentil hombre con mujer bebiendo y Lección de musica, en ellas se refleja una atmósfera emocional, conseguida por la difusión de la luz en los interiores a través de ventanas entreabiertas, por los juegos de transparencias, de penumbra, y de contraluces. En La lechera, La pescadora de perlas, La mujer de azul y La Encajera, esa atmósfera intima hace que exista una sensación de tiempo suspendido, sensación que se manifiesta igualmente en la apartada calma de La callejuela o La vista de Delft.
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- Vermmer: Militar y muchacha sonriente (Grabado).
En épocas sucesivas se pone de manifiesto nuevos intereses encaminados a la realización de complejas participaciones perspectivico-lumínicas y acentuados contrastes cromáticos, junto a elementos de carácter alegórico, como en El taller del pintor, El geógrafo, El astrónomo o Carta de Amor.
Su obra se va a caracterizar por la suave modulación de la luz que penetra del exterior, las actitudes despreocupadas y concentradas de los personajes, realizando variadas tareas, y el sentido amable y pacifico de los cuadros. El gusto por la minuciosidad y la representación de un mundo objetivo donde se desarrolla pausada y satisfactoriamente la existencia humana.
Los ambientes cálidos y hogareños son el resultado de un estudio pormenorizado y artificiosas, en que los efectos lumínicos constituyen el eje básico de composiciones de perspectivas complejas.
Aunque la obra de Vermeer fue apreciada por sus contemporáneos, posteriormente su obra fue olvidada, siendo redescubierto por los artistas del realismo francés de la segunda mitad del siglo XIX y por críticos y escritores como Gautier o Proust.
En 2003 se estrenó la película La joven de la perla, un filme, basado en el libro homónimo de Tracy Chevalier, en el que se recrea el universo del pintor y las circunstancias que rodearon a la elección de la protagonista del cuadro Muchacha con un pendiente de perlas, uno de los más famosos de su producción (encarnada por la actriz Scarlett Johansson, mientras que el papel de Vermeer lo asumió Colin Firth). Por otra parte, en julio de 2004 un lienzo del artista, La joven sentada ante el virginal, fechado hacia 1690 y que tuvo que ser objeto de un profundo estudio para autentificar su autoría, alcanzó el tercer precio más alto de una obra antigua, 24,2 millones de euros, sólo superados por sendos cuadros de Rubens y Pontorno.
Obras
Muchacha dormida
Obra de su primera época, recoge, sin embargo, todas las características de lo que será posteriormente su pintura. Muestra en primer lugar su inclinación a la pintura de género, que constituye el grueso de su producción. En estas visiones de interiores e íntimas, los elementos narrativos se reducen al mínimo. En apariencia resulta una minuciosa descripción de las personas y los lugares, dentro de una apacible quietud. Al mismo tiempo los contrastes lumínicos y cromáticos consigue una unidad atmosférica de fuerte carga emocional.
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- Muchacha dormida apoyada en una mesa (Óleo sobre lienzo, 1657). Metropolitan Museum of Art (Nueva York).
Vista de la ciudad de Delft
En esta obra Vermeer plasma, con todo rigor, la visión y el sentimiento que los holandeses tiene de sus ciudades, expresando la sencillez, la visión placida de la misma, mediante la pormenorización de todos los objetos ciudadanos. En ella parece quererse plasmar el orgullo que la burguesía sentía por el orden, y su satisfacción por el control sobre la realidad objetiva.
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- Calle en Delft (Óleo sobre lienzo, 1657-1658). Rijksmuseum (Amsterdam).
