Turbay Abunader, Gabriel (1901-1947).
Político colombiano, nacido en en Bucaramanga en 1901 y muerto en París en 1947, que fue uno de los grandes dirigentes del liberalismo colombiano en el siglo XX. Hijo de padres de ascendencia libanesa, realizó estudios de medicina en la Universidad Nacional, tras lo cual, abrió un consultorio particular en su ciudad natal para dedicarse al ejercicio de su profesión. Pero pudo más en él la pasión por la política; ya desde joven había participado en revueltas estudiantiles, cuando estaba afiliado al movimiento socialista dentro de la generación de Los Nuevos. Ante la dirección que iba tomando el pensamiento de este grupo, con exigencias que implicaban el terrorismo y la desestabilización de las instituciones democráticas, Turbay decidió militar más directamente dentro del partido liberal. Muy pronto formó parte de la Asamblea Departamental santandereana. En 1927 llegó al Parlamento como representante a la Cámara y, desde entonces, dedicó gran parte de su vida a la política parlamentaria. Acompañó en sus campañas electorales a los presidentes Enrique Olaya Herrera y Eduardo Santos. Durante el gobierno del primero fue diplomático en Bélgica e Italia y ministro de Gobierno. A su gestión ministerial se debe la instauración de la cédula electoral como instrumento de identificación de las personas, lo cual dio seriedad al mecanismo electoral en Colombia; abogó también por la separación entre la Iglesia y el Estado, de forma que los sacerdotes se dedicaran exclusivamente al culto, sin compromiso político partidista. También ocupó la cartera de Relaciones Exteriores con el presidente Alfonso López Pumarejo. Nombrado por la Convención Nacional candidato liberal para la presidencia de la República durante el período 1946-1950, chocó con las pretensiones presidenciales del caudillo también liberal Jorge Eliécer Gaitán, quien fuera elegido candidato popular en un acto público realizado en la plaza de Santamaría. Esta división de los liberales facilitó el triunfo del conservador Mariano Ospina Pérez. El fracaso electoral le llenó de tristeza, pues siempre soñó con llevar a la práctica, desde la Presidencia, sus ideales liberales. Murió dos años después en París, cuando apenas contaba con cuarenta y siete años de edad.
