Triana, José Jerónimo (1828-1890).
Científico, médico y botánico colombiano, nacido en 1828 y muerto en París en 1890. Se graduó en medicina en los colegios del Rosario y de San Bartolomé, estudios que simultaneó con los de biología y botánica. Cuando se organizó la Comisión Corográfica (1850-1859) con el objeto de hacer un reconocimiento del territorio nacional, a él se le encargó la parte de botánica. En la Comisión trabajó desde 1851 a 1857; fruto de su esfuerzo y de sus largos recorridos por muchas regiones del país, fue la obra Plantas útiles de la Nueva Granada, publicada en 1852, y en 1854, Nuevos géneros y especies de plantas para la flora neogranadina. En 1856, el científico entregó al Museo de Historia Natural un herbario de treinta y ocho volúmenes que comprendía cerca de cuatro mil especies, de las cuales una cuarta parte se perdió a lo largo de los años.
Terminado su compromiso con la Comisión Corográfica, el gobierno le hizo uno nuevo contrato para que viajara a Europa por dos años, con objeto de clasificar y dar a conocer allí la riqueza de la flora colombiana. En medio de grandes dificultades y penurias económicas, pues el gobierno colombiano no cumplía a tiempo con el envío de su salario, Triana llevó adelante el proyecto de la obra La Flora de la Nueva Granada (Prodomus Florae Novo-Granatensis) cuyo primer tomo se publicó en 1866, y al año siguiente apareció el segundo, dedicado por completo a las criptógamas. Después de consultar los archivos de la Real Expedición Botánica, y luego de un intenso trabajo, Triana identificó y repartió las láminas en carpetas según familias naturales y dejó en el Jardín Botánico un catálogo con el resumen de todas estas labores. Buena parte del resultado de este trabajo lo publicó en su obra Nuevos estudios sobre las quinas, que llegó a ser la obra de este científico más conocida en Colombia.
Además, José Jerónimo de Triana logró un gran reconocimiento en el extranjero; así por ejemplo, en la Exposición Universal de París, reabierta en 1867, sucedió que en su visita a la misma, constató con gran sorpresa que Colombia, a diferencia de otros países hispanoamericanos, no estaba representada. Después de numerosas gestiones y con grandes sacrificios económicos por parte suya, logró que se le permitiera organizar un pequeño pabellón, en el cual presentó una muestra no sólo botánica sino también etnográfica, arqueológica y mineralógica de Colombia. Su esfuerzo fue premiado con una medalla de oro y cinco mil francos -por la importancia científica de su exposición-, y con otras tres medallas de bronce. También fue galardonado en la Exposición Universal celebrada en París en 1889. Asimismo, ocupó cargos importantes como vicepresidente del Congreso Botánico Internacional, reunido en Londres en 1865 y miembro de las varias sociedades, entre las que se cuentan la de Agricultura, la de Higiene y de Geografía en Francia, la de Ciencias Naturales de Cherburgo y, por último, la de Física e Historia Natural de Florencia y Dresde.