Torres y Rueda, Marcos de (1588-1649).
Eclesiástico y administrador colonial español nacido en fecha desconocida y muerto en abril de 1649 en México. Obispo de Yucatán, fue virrey de Nueva España de 1648 hasta la fecha de su muerte.
Don Marcos de Torres y Rueda ejercía como obispo de Yucatán cuando, en septiembre de 1647, recibió una cédula real que le nombraba virrey interino de Nueva España. Debía reemplazar al conde de Salvatierra, cuya sonora disputa con el obispo de Puebla y visitador general, Juan de Palafox y Mendoza, supuso su traslado al Virreinato del Perú. Torres y Rueda hizo varios intentos frustrados para tomar posesión del virreinato, puesto que el conde estaba dispuesto a todo, amenazas y sobornos incluidos, con tal de retener el cargo. Finalmente, tras la llegada de una nueva serie de cédulas de Madrid, Salvatierra partió rumbo a Perú y permitió a Torres y Rueda entrar a la ciudad de México para tomar posesión formal del virreinato, el 13 de mayo de 1648.
El gobierno del obispo fue breve pero convulso; Torres y Rueda afrontaba la difícil tarea de resolver el conflicto entre Palafox y los jesuitas, que tanto escándalo había provocado no sólo en América, sino también en Europa. Al principio, Torres y Rueda tomó partido del lado de Palafox. En la medida de lo posible, realizó una purga de los criados y amigos de Salvatierra, por ejemplo, Don Diego de Orejón, el ambicioso corregidor de México fue inmediatamente destituido y sometido a residencia. También restableció las milicias que Palafox había creado en la ciudad de México y que Salvatierra había desmantelado. Asimismo, cuando algún cargo público quedaba vacante, aprovechaba para nombrar a uno de los muchos criollos cuyas peticiones el conde había denegado. Reformista, populista y moderada, la política de Torres y Rueda le mereció la admiración de Palafox, la devoción del pueblo y la enemistad de los jesuitas, quienes le acusaron de sectario ante el Consejo de Indias.
Sin embargo, esta situación duró sólo los primeros seis meses de su gobierno. Mal aconsejado por su sobrino, Juan de Salazar, Torres y Rueda pronto descubrió las ventajas económicas al alcance del poder. Atrajo a su lado a los mismos personajes que habían rodeado, apoyado y asesorado a Salvatierra: el rico mercader don Antonio de Urrutía y Vergara, el fiscal de la audiencia, don Pedro Melián y el arzobispo de México, Juan Mañozca. Comenzó a vender oficios públicos, nombró a sus criados a las alcaldías mayores más lucrativas del virreinato e invirtió dinero en repartimientos de comercio y en el comercio de Filipinas. En menos de un año, el obispo virrey se hizo una impresionante fortuna: 400.000 pesos.
Inesperado y radical, el cambio de actitud del virrey fue para Palafox un serio revés. Lo vivió como una gran traición, no sólo política, sino personal. Pero lo único que lograron sus críticas es que Torres y Rueda se asociara con los jesuitas en su contra. El último acontecimiento notable del gobierno de Torres y Rueda fue un impresionante auto de fe que organizó en la ciudad de México en abril de 1649. Unos días más tarde moría de una enfermedad repentina, dejaba el gobierno en manos de la audiencia de México y a Palafox haciendo las maletas para regresar a Madrid.
Bibliografía
-
ISRAEL, J. Raza, clases sociales y vida política en el México colonial, 1610-1670. México, Fondo de Cultura Económico, 1980.
-
HANKE, L. Los virreyes españoles en América durante el gobierno de los Austria. México. VVAA. "Marcos de Torres y Rueda" en Biblioteca de Autores Españoles 273-277. Madrid, 1976-1978, T. IV, pp. 109-112.
Cayetana Álvarez de Toledo
Universidad de Oxford