Thompson, Richard (1949-VVVV).
Músico británico nacido en Londres, el 3 de abril de 1949. Se hizo con un nombre en el panorama musical de los setenta como miembro fundador de Fairport Convention, formación en la que se encargó de insertar elementos de la música folk inglesa en una estructura de rock eléctrico. Tras abandonar este grupo en 1971, inició su carrera en solitario, pero no logró asentarse en la profesión hasta que su esposa Linda entró en escena en 1974. A partir de dicho año y hasta 1982 (año en que tuvo lugar el traumático divorcio, tanto sentimental como profesional, de la pareja), editaron siete álbumes como dúo, de los cuales destacaremos el primero y el último.
I Want to See the Bright Lights Tonight, editado en 1974, fue su disco de debut. La fusión de la voz pura y frágil de Linda con el tono áspero de la guitarra de Thompson, en un conjunto de canciones de contenido agridulce, resultó ser, a la larga, un matrimonio mucho más idílico que el de la propia pareja. El tema que da nombre al disco, con sus ascéticos acordes de guitarra y el acompañamiento de una banda de instrumentos de viento, ha acusado el paso del tiempo y resulta hoy en día un tanto anquilosado; y "When I Get to the Border", en donde Thompson exhibe uno de sus mejores trabajos de folk eléctrico, cuenta sin embargo con un final instrumental de lo más grotesco (con acordeón incluido), pero lo cierto es que lo que hoy en día está manifiestamente pasado de moda, en su época fue un trabajo bastante digno. No obstante, con el paso de los años y la acumulación de experiencias, la carrera del dúo se fue haciendo más sólida, hasta el punto de que Shoot Out the Lights (1982), que fue el último elepé de la pareja, recibió ya una aclamación generalizada por parte de la crítica. La revista Rolling Stone, incluso, colocó al álbum en el número nueve de su lista de "Los cien mejores álbumes de los ochenta", y ello a pesar de que ni siquiera remotamente consiguió acercarse a las listas americanas. En cuanto a contenido, el disco es esencialmente un documento que retrata la desintegración de la relación de la pareja, desintegración que se fue escribiendo y grabando a medida que iba sucediendo; de esta forma, el álbum está impregnado de una carga emocional acentuada y muy poco frecuente en cualquier banda, ya que lo que a los Thompson les salía de modo natural, a otros artistas se les resiste sistemáticamente incluso habiéndo puesto mucho empeño en transmitirlo. Los dos temas más sobresalientes son "Shoot Out the Lights", una canción lenta, sombría y amenazadora, y el espinoso "Wall of Death". Ambos ocupan, hasta hoy en día, un lugar prominente en las actuaciones en directo de Thompson.
Los años de relación y de trabajo con su compañera habían hecho de Thompson un instrumentista técnico de élite, un cantante de gran personalidad, un letrista literario y emotivo y un estilista verdaderamente original, de forma que tras el anuncio de ruptura a nadie le cupo duda de que el músico continuaría su carrera en solitario sin problemas. Sin embargo, lo que con el paso de los años ha sorprendido a la mayoría de los observadores ha sido el hecho de que, a pesar del altísimo nivel de trabajo que ha sido constante en su trayectoria, el reconocimiento del público le ha sido negado casi sistemáticamente. No fue hasta 1988 cuando tal tendencia empezó a cambiar ligeramente; en efecto, su disco Amnesia obtuvo un éxito relativo (100.000 copias vendidas en todo el mundo desde 1988) y Rumor and Sigh (1991) supuso su primera entrada en las listas, al colocarse en el número 32 en Reino Unido.
Si bien es cierto que todos los álbumes de Thompson en solitario son buenos, no lo es menos que Amnesia es sin duda uno de los mejores. La mayoría de las canciones que en él se incluyen están dotadas de una indiscutible calidad. Así, por ejemplo, "Gypsy Love Songs", cuyo riff profundo y lento manifiesta ese tipo de buen hacer primigenio propio de músicos como Muddy Waters, o "Jerusalem on the Judebox" y "You Can't Win", ambos sellados con un colofón en forma de glorioso sonido de Stratocaster. Otros temas destacables son "Turning of the Tide" y "Yankee, Go Home", pero los más sobresalientes del disco son la balada "The Reckless Kind", de tono nítido y elegante, y "Waltzing's For Dreamers", una canción de sabor country con acompañamiento de violín. El disco en su conjunto puede considerarse como una obra maestra que añadir a la carrera del músico británico.
Rumor and Sigh, por su parte, es otra muestra de la inverosímil consistencia que Thompson ha sabido mantener a lo largo de su trayectoria, sólo comparable a la de músicos como Van Morrison (cuyas raíces son, por cierto, bastante similares). Se siente en este disco un suave, pero apreciable, cambio de foco: si la acidez y la tensión de la música de Thompson se centraba antes en los motivos de guitarra, ahora son las letras y las melodías de las canciones las que concentran tales características. En el tema "Backlash Love Affair" destaca el solo de guitarra al estilo blues con reminiscencias de hard, casi metal, rock; pero otras veces, la guitarra tiende a reservarse para ciertos momentos, como es el caso de los devastadores finales de "Why Must I Plead", "Grey Walls" y "Mystery Wind". El resto de las canciones se mueven entre el aire de rock'n'roll de "You Dream Too Much", el folk tradicional de "Don't Sit on My Jimmy Shands" o el delicioso rock suave de "Keep Your Distance". Innovador, imaginativo, entretenido y pertinente, hay quien opina que cualquier halago es modesto a la hora de juzgar un trabajo como este.
En 1993 se editó Watching the Dark - The History of Richard Thompson, un total de cuarenta y siete temas en tres discos que incluyen algunas realizaciones previas de Thompson nunca antes editadas, y que abarcan el periodo transcurrido entre los años 1969 y 1992. Es este un artista tan disciplinado que incluso su trabajo más oscuro y periférico es aquí digno de atención, ya que la recopilación incluye tanto los temas de mayor éxito como otros que podrían ser clasificarse en el apartado de "rarezas y curiosidades". Entre estos últimos destacan "Wall of Death" y las versiones en directo de "When the Spell is Broken", "Calary Cross" y "Can't Win", así como varios temas extraídos de la primera grabación de Shoot Out the Lights, entre otros.
Uno de sus últimos trabajos es Mirror Blue (1994), una nueva batería de canciones que hablan de relaciones envenenadas y amores traidores, adornado en algunos momentos con toques de humor, como observaciones acerca de la conveniencia de ciertos restaurantes (en "Fast Food") y otros asuntos de interés sentimental. El disco mantiene un tono lúgubre que ya viene siendo característico en Thompson, al igual que el sonido de su guitarra, penetrante como un arpón de acero, y la presencia de canciones capaces de taladrar los más duros corazones. Una de ellas es "The Way That It Shows", que se desarrolla en una línea de congoja in crescendo hasta que las notas empiezan a brotar como las lágrimas de un dios tristísimo. Otros temas destacados son "Mingus Eyes", "Mascara Eyes" y una canción de folk acústico titulada "Beeswing".
Tras cuatro años de silencio discográfico, el patriarca del folk-rock regresó en 2003 a la palestra musical con The old kit bag, trabajo número 25 de su producción que fue recibido con estusiasmo por la crítica británica.
Mencionar también la afición de Thompson a actuar en directo, y que se remonta a los tiempos de su adolescencia artística. En sus giras, bien sea acompañado de una banda, bien con la sola compañía de su guitarra acústica, nunca ha fracasado a la hora de reunir a una respetable multitud. En sus mejores noches, este músico es capaz de transmitir la sensación de que pocos en el mundo podrían compartir su pedestal.
