Taylor, Joseph H. (1941-VVVV)
Físico norteamericano, nacido el 29 de marzo en 1941 en Filadelfia, en el estado de Pennsylvania. Recibió el Premio Nobel de Física, junto con Russell Alan Hulse, en 1993, "por el descubrimiento de un nuevo tipo de púlsar que abre nuevas posibilidades para el estudio de la gravitación".
Provenía de una famila de cuáqueros, que le dió una educación bastante estricta, basada en los valores de la austeridad, la tolerancia y el respeto a los demás. Toda la familia se mudó a la granja que ésta poseía en Nueva Jersey, cuando Joseph contaba tan sólo siete años, y allí llevó una infancia feliz y saludable, en compañía de sus primos y hermanos.
Durante sus años escolares, se interesó, junto a su hermano Hal, por todo lo relacionado con la naturaleza y las ciencias, y llegó a llenar el tercer piso de su casa de viejos aparatos de radio, transmisores, equipos de televisión averiados y otros desechos electrónicos, con los que ambos llevaron a cabo sus primeros experimentos, no siempre con los resultados apetecidos. Su educación se completó en otras instituciones cuáqueras, como la Morestown School y el Haverford College y, a pesar de que sus materias favoritas eran las matemáticas, la física y la química, supo encontrar tiempo suficiente para dedicarse a los deportes, su otra gran pasión por aquel entonces. Al mismo tiempo comenzaba a descubrir qué era y para qué servía realmente la ciencia. Para su proyecto de graduación, decidió combinar sus conocimientos prácticos en radioelectrónica con la investigación científica, y construyó un radiotelescopio con la única ayuda de un viejo libro que ya había empleado en sus etapa de colegial, el Manual Amateur de Radio, y otro antiguo volumen de radioastronomía. Este trabajo, por el que no obtuvo una buena nota, le sirvió para iniciarse en los diversos problemas que esta rama de la ciencia le plantearía en un futuro, y además fue una razón válida para seleccionar un campo de la física en el cual proseguir sus estudios de postgraduado.
A continuación pasó a Harvard, al departamento de Astronomía, Física y Matemáticas Aplicadas, y allí realizó uno de los trabajos más duros de su vida: su tesis de investigación en radioastronomía, que constituyó, sin embargo, una experiencia que disfrutó intensamente, y que le permitió aprender la importancia de la claridad a la hora de analizar los datos científicos y las técnicas y los procesos que luego serían tan importantes en sus estudios de los púlsar.
Taylor siempre se ha involucrado personalmente en los trabajos que ha llevado a cabo; quizá por su educación cuáquera, no ha prestado tanta importancia al hecho de estar bien considerado en ambientes académicos, como a seguir trabajando y a investigar los problemas desde nuevas perspectivas. Continúa trabajando en la Universidad de Massachussets y en la de Princeton, en colaboración con otros importantes científicos, entre los que se encuentra Allan Hulse, con quien compartió los honores del Nobel en 1993.