Tatti, Jacobo Sansovino (1486-1570).

Arquitecto y escultor italiano, conocido como Sansovino, nacido en Florencia en 1486 y muerto en Venecia en 1570. Fue discípulo de Andrea Sansovino, de quien toma el sobrenombre Sansovino. En 1506 se marcha a Roma donde permanece hasta 1511, al año siguiente, ya en Florencia, realiza esculturas de inspiración clásica como Baco o Santiago Apóstol, rivalizando con Miguel Ángel. De este periodo son también sus primeras realizaciones arquitectónicas, como el monumento al cardenal de Sant'Angelo y la fachada postiza de Santa María dei Fiore, erigida en colaboración con Andrea del Sarto, en 1514, para la entrada en la ciudad del Papa León X. Estas obras están marcadas por una mezcla de arquitectura, pintura y escultura, que testimonian la inseguridad de sus primeras búsquedas. En 1516 se traslada a Roma para participar en un debate teórico y práctico sobre arquitectura, que tenía como protagonistas a Bramante y Rafael, por una parte, y Giuliano da Sangallo por otra. En 1619, gana el concurso para la iglesia de San Giovanni dei Fiorentini, donde plantea un esquema de planta central, que pronto fue abandonado. En 1527, tras el saqueo de Roma, se refugia en Venecia, donde en 1529 es nombrado maestro de obras de las Procadurias Nuevas. El resto de su vida permanecería trabajando en esta ciudad.

Su actividad veneciana se inicia con cuatro obras altamente significativas: el altar mayor de la Escuela Grande de San Marcos, de 1533 aproximadamente, la nueva Escuela de la Misericordia, iniciada un año antes, la iglesia de Francesco della Vigna, de 1534, y el Palacio Corner, en San Mauricio. A través de estas obras entra en Venecia, por primera vez, la rigurosa sintaxis arquitectónica del clasicismo romano.

A partir de 1537 se le encarga la mayor empresa planteada en la ciudad de Venecia: la remodelación de la Plaza de San Marcos. La ciudad quería convertirla en símbolo de las libertades civiles de las cuales se sentía depositaria. A partir de ese año, Sansovino inicia la construcción de los edificios principales, la Biblioteca de San Marcos y la Casa de la Moneda, así como la pequeña logia del Campanille; estableciendo además una sabia labor de dirección arquitectónico-urbanística y los criterios para una futura finalización de la misma. En este conjunto Sansovino compensa el rigor del lenguaje clasicista que predomina en los nuevos edificios proyectados por él, con el respeto por los monumentos preexistentes, medievales y del Quattrocento; la conciliación entre clasicismo y tradición fue conseguida mediante una sabia concepción de un espacio teatral.

La Biblioteca de San Marcos, se organiza como una logia continua y trasparente en la que se incluyen una gran cantidad de elementos ornamentales elegantes de gusto manierista, como las esculturas de la balaustrada superior, las guirnaldas del friso que corona el piso superior o los triglifos y las metopas con medallones de la del piso inferior, al igual que los relieves que introduce en las enjutas de los arcos. En la logia del Campanille Sansovino consigue establecer la unión entre el edificio medieval y la Biblioteca, que se sitúa a su lado. Desarrolla dos airosas balaustradas, uniendo las arcadas dispuestas en las dos mediante un friso de relieves enmarcados en rectángulos. Entre las arcadas se disponen hornacinas con esculturas. En la Casa de la Moneda ordena una fachada híbrida, con elementos clasicistas y licencias manieristas. Se articula en tres pisos; el inferior, entendido como cuerpo basamental, está almohadillado y se abre en forma de pórtico mediante arcos de medio punto. Los dos superiores presentan un orden monumental de columnas, con huecos adintelados rematados con frontones triangulares en el superior. Las columnas son fajadas y cobijan un orden subsidiario bajo dinteles.

A partir de 1540 inicia la Villa Garzoni en Pontecasale, donde recrea la concepción de bloque cerrado propia del Quattrocento toscano, planteando una planta en U que se abre a un patio cuadrado de refinada concepción clásica.

Sansovino merece ser considerado la principal figura de la arquitectura del Cinquecento en Venecia, donde deja una vasta producción en la que se incluyen las esculturas para el Campanille, la Virgen, el Niño y San Juan niño, que muestran un refinamiento propio de la estética manierista, o los relieves de bronce para las cantorías y la puerta de la Sacristía Mayor de San Marcos. Entre sus obras arquitectónicas podemos destacar el Palacio Dolfin, la iglesia de San Mauricio, las fábricas Nuevas de Rialto, la Escalera de Oro del Palacio Ducal, el presbiterio de San Fantin, la fachada de San Giuliano y el Hospital de los Incurables, donde proyecta una iglesia de planta oval expresamente estudiada para las manifestaciones musicales.

Sansovino. Sección del palacio Niccolini.

Bibliografía

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• HOCKE, G.R.: El mundo como laberinto. El manierismo en el arte (Madrid, 1961).

• WOLF, R.E.: Renacimiento y Manierismo. Cerdanyola, 1972.

Autor

• Esther Alegre Carvajal