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HistoriaPolíticaBiografía

Sosa y Tovar, Luis de (ca. 1772-?).

Militar y literato español, nacido en Vidánes (León) hacia 1772 y muerto en fecha desconocida.

Vida

Miembro, según parece, de una familia de origen noble, Luis de Sosa siguió nueve años de estudios, de ellos los últimos cinco en la Universidad de Valladolid, que fueron seguidos de otros ocho en el cuerpo de Guardias de la Persona del Rey, de los que se retiró de teniente. En León fue uno de los principales actores en la proclamación de Fernando VII el 24 de abril de 1808, además de redactor del parte oficial que el Ayuntamiento dirigió a la Corte sobre dichos sucesos.

Un mes después de estos sucesos, contribuyó al alzamiento de la ciudad contra los franceses, tras lo cual fue elegido vocal para la Junta Suprema de León, a cuya formación él mismo había contribuido para "calmar la anarquía del pueblo", que le comisionó para pasar a Oviedo donde tuvo que regresar inmediatamente debido a la batalla de Rioseco.

Redactor de la primera Proclama a los leoneses (León, 1809), la Junta le diputó también para tratar con la Suprema de Asturias y con el gobierno británico, a fin de conseguir subsidios, y le propuso para comandante general de la Caballería, con la graduación de teniente coronel. Cuando la Junta de León se vio obligada a emigrar a Ponferrada, inevitablemente, estalló la controversia entre las dos, no obstante lo cual fue nombrado vocal de la segunda Junta. Tras la derrota sufrida en las batallas de Reinosa y Sornosa, estuvo al frente de las tropas de Infantería y Caballería, con las que cubrió sobre todo el punto de Mansilla de las Mulas, hasta la llegada del general Blake. También delegó en él la Junta para que se entrevistara con el marqués de la Romanay le nombró el primero de sus tres secretarios; fue entonces cuando publicó el periódico titulado Manifiesto de León, cuyos ingresos dedicó al armamento de la provincia.

A finales de 1808 se vio obligado a refugiarse en las montañas ante el avance enemigo, hasta que en febrero de 1809 la Junta de León le nombró comandante general de la provincia, mientras que la Central le confería el grado de coronel, todo lo cual aprobó el marqués de la Romana, en el ejercicio de este cargo firma una orden a las Justicias de León. Tras haber intentado, infructuosamente, ganarle para su causa, los franceses dispusieron el secuestro de sus bienes, mientras combatía por Asturias y Castilla (en este tiempo se fecha su proclama Soldados). Pasa luego a Puebla de Sanabria y, más tarde, a Portugal, hasta que consigue establecer su cuartel general en la localidad leonense de Páramo del Sil, desde donde firma un oficio para la creación de una Junta militar de Inspección.

Ocupó León el 29 de julio de 1809 -ya la ciudad evacuada por los franceses-, junto con algunas tropas del brigadier Juan Díaz Porlier, y lanza la proclama Leoneses dos días más tarde, que fue seguida de otra Proclama, en la que trata de levantar el espíritu de lucha nacional con el ejemplo de otras regiones españolas y con el de la Nación portuguesa. Se sostuvo en la capital diecinueve días. Publicó un Extracto de los acontecimientos militares ocurridos sobre la Ciudad de León, en el tiempo que la ocupó y defendió contra las tropas francesas el Comandante General de esta Provincia Don Luis de Sosa con la División de su mando (León, 18 de agosto de 1809), por el que se ve que tuvo un intercambio de notas y cartas con el comandante francés Dejean, quien le enviaba Boletines del Imperio y Gacetas de París, para demostrar la invencibilidad de Francia, mientras que Sosa correspondía con sus propias proclamas y con las Gacetas de Oviedo.

Tras haber propuesto su dimisión como Comandante de la provincia en varias ocasiones, finalmente, el 21 agosto fue aceptada. Emite una proclama de despedida Voluntarios de León, en la que se califica de "desgraciado" y habla del "odio y envidia de los conspiradores"; mientras tanto la Junta Central disolvió a la de León para nombrar otra en su lugar, de la que fue vocal y presidente interino, en ausencia del titular. Se le encargó la redacción de un Compendio histórico de las Actas de la Junta, que no llegó a terminar porque en el mismo mes de octubre se le envió como diputado de León cerca de la Junta Central, que se hallaba en Sevilla, pero al ocupar esta plaza los enemigos y formarse la primera Regencia, pasó a Cádiz.

A comienzos de 1810 la Junta de Sevilla ofició a la León que nombrase un diputado para una nueva Junta Soberana de la Nación, y el elegido fue Luis de Sosa. Luego fue elegido en Cádiz diputado suplente a Cortes por la ciudad de León, pero no fue admitido como tal diputado porque dos de los electores consideraron que era demasiado exaltado y se negaron a firmar la plaza (lo que, ciertamente, no es una razón legal); así las cosas, en defensa de su derecho dirigió a las Cortes tres representaciones que luego fueron publicadas en un folleto, La doble injusticia expuesta al juicio público. Por un diputado de Cortes sin ejercicio (Cádiz: Imprenta de Carreño, 1811); siguió Confusión pública de una explicación reservada que se ha hecho de la doble injusticia. Discurso en prólogos, o sea, cartas apócrifas sobre casos verdaderos (Cádiz, 1811), en el que responde a sus enemigos e inserta alguna de sus proclamas, como la dirigida a la Junta de León y a los voluntarios de la provincia, titulada Inmortales defensores de Astorga. Vino luego La intriga en las Cortes descubierta y demostrada por un diputado que no tiene voto en ellas, que quedó reseñada en Redactor General de España nº 103 (25 de septiembre de 1811), en donde denuncia a los dos electores que se negaron a firmarle los poderes como diputado suplente por León, defendiéndose contra la acusación de ser deudor a los fondos públicos por no haber dado cuenta de su administración en el Excusado.

Fue director del periódico gaditano El Mentor o Ilustrador Popular (1811) que sólo tuvo diez números. Autor también de Reprimenda de un periodista difunto a los periodistas vivientes, sobre el menguado silencio que han observado acerca de las sordas prisiones que se han hecho de algunos ciudadanos, y acerca de la conmoción popular en las Cortes el 26 de octubre de 1811, en defensa de fray Juan Rico, Fernández Sardino, el Duende político y de Gonzalo de Luna, que fue denunciada a la junta provincial de censura de Cádiz, y le valió ser encerrado en el castillo de Santa Catalina en 1811, aunque fue puesto en libertad a los pocos días.

Obra

Publicó Representación de las damas españolas a Jorge Tercero, Rey de Inglaterra sobre los vagos rumores acerca de la conducta del Gobierno Inglés y de sus Ejércitos en la Guerra de España (Cádiz y Palma, 1811), que fue seguida de la Respuesta de Jorge III Rey de la Gran Bretaña, a las damas españolas. Romanzada libremente para noticia de los que no entienden el idioma inglés (Cádiz: Imprenta de Niel, hijo, 1811); Billete de las damas españolas al editor del periódico titulado El Español, que se publica en Londres por el Sr. Blanco acá y White allá, en donde se dice que Juan Sintierra y Peltier en el Ambigú han injuriado a Sosa, pero acaso no es autor de la Respuesta y de los demás folletos de esta serie.

Probablemente es autor de un artículo y de un soneto en elogio del magistral Cabrera, que había pronunciado un discurso elogioso sobre la Constitución; también del Himno que se ha de cantar en el Teatro de esta Ciudad de Cádiz hoy 19 de Marzo de 1812 (Cádiz: Imprenta de Antonio Murguía) y de La Patria. Monólogo representado en el teatro de la ciudad de Cádiz en reverente obsequio de la Constitución Nacional, así como de la Explicación del Monólogo representado el mismo día aniversario de la promulgación del código gaditano, dedicado a la conciliación de la América con la península española. A su pluma se debe asimismo Congratulatoria que dirigen a Jorge Tercero, Rey de Inglaterra, por los triunfos de sus ejércitos y las glorias de Wellington, las damas españolas (Cádiz, 1812).

Es artífice del lanzamiento del periódico semanal Mercurio sublantino (León: Imprenta de la viuda de Santos Rivero, 1813). Publicó en el Redactor de León, nº 18 (15 de abril de 1814) un comunicado en el que afirma su creencia en la monarquía constitucional y en la libertad de imprenta, al mismo tiempo que en la identidad entre Religión y Constitución, pero también en el Rey deseado.

Fue autor asimismo de La Sibila del Bernesga a Fernando VII el Deseado en su nueva y gloriosa exaltación al Trono de las Españas (León: oficina de la Vda. de Rivero, 1814), obra que en cauce de antigua profecía exalta las nuevas instituciones constitucionales y condena el anterior "arbitrarismo" despótico. Esta obra le costó tres meses de encierro incomunicado y cuatro años de prisión, según sus palabras.

Fue también poeta: se conocen de él cuatro décimas tituladas Al destronamiento de Bonaparte, A las tres Gracias, A la exaltación de Fernando VII y A la Paz, a las que se une una Canción Real, escrita para ser cantada el día de San Fernando. Suyas son también unas Inscripciones, Que han de ocupar las cinco grandes ventanas de la fachada principal del Quartel de Milicias (León: Imprenta de Ignacio Turrado, Presbítero, 1815).

A pesar del indudable monarquismo y la religiosidad presentes en estos poemas, fueron denunciados como atentatorios a la soberanía del rey, lo que dio lugar a que el ministro de Seguridad Pública, Pedro Agustín de Echevarri, ordenase que le encausara; estuvo cuatro años en prisión, primero en el monasterio de San Claudio, y después en su propia casa. La persecución de que fue objeto le llevó a publicar una Relación de los méritos y premios suyos, entre 1808 y 1810 (León: Imprenta de la viuda de Rivero, 1816).

Intervino en la Sociedad Económica de León en 1817 con un Discurso en relación de las principales actas de la Real Sociedad Patriótica de León, desde fin de Diciembre del año pasado de 1816, y Égloga en celebridad de la plausible llegada a España de la Reyna Nuestra Señora Doña María Josefa Amalia (Burgos, 1819).

Otras obras suyas son Los patricios del Torío a las Cortes. Siete problemas capitales sobre la Constitución y la Contribución (León, 1820), en que se muestra liberal e ilustrado, partidario de la supresión de las aduanas interiores. Publicó también un Manual de la Constitución, id. id., que tuvo traducción al catalán (Vich, 1820).

Bibliografía

  • Archivo de la Chancillería Valladolid, Pleitos criminales, C.266-3.

  • Archivo General Militar de Segovia.

  • BRAVO, Clemente. La imprenta en León (Apuntes para una monografía). (León: 1902).

  • GIL NOVALES, Alberto. Las Sociedades Patrióticas (Madrid: Tecnos, 1975).

  • PALAU Y DULCET, Antonio. Manual del librero hispanoamericano (2ª ed.), (Barcelona: 1948-1977).

  • RIAÑO, Camilo. El teniente general Don Antonio Nariño (Bogotá: 1973).

  • El Mentor de Cádiz (22 de noviembre de 1811).

  • Redactor General de España, cit. y nº 155, 158, 171, 175, 180 y 181. (16 y 19 de noviembre, 2, 6, 11 y 12 de diciembre de 1811).

Alberto Gil Novales

Autor

  • Gil Novales.