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HistoriaBiografía

Solano y Bote, José (1726-1806).

Marino español, nacido en Zorita el 6 de marzo de 1726. Llevado a Madrid a estudiar "latinidad, lengua francesa, historia, dibujo, baile y espada", se inclinó por seguir carrera en la Armada. Sentó plaza como guardamarina en 1742; en 1744 ascendió a alférez de fragata, en 1753 a capitán de fragata, en 1760 a capitán de navío, en 1779 a jefe de escuadra, en 1782 a teniente general, y en 1802 a capitán general.

Sobresaliente en cuestiones relacionadas con la aritmética, geometría, trigonometría y cosmografía, Solano navegó con el marqués de la Victoria y obtuvo un rápido ascenso por su participación en acciones navales en el Mediterráneo. A su regreso a la península siguió estudios de construcción naval con Pedro Boyer. Su gran preparación científica y técnica debió de pesar decisivamente para que fuera elegido por Jorge Juan a fines de 1748 para acompañarle junto a Pedro de Mora en su célebre viaje de espionaje industrial y naval a Gran Bretaña. Solano, que en teoría había ido a "perfeccionarse en las matemáticas", recibió en Londres el encargo de ocuparse de todo lo referente a artefactos y máquinas de la marina. Este viaje entrañó serio peligro y acabó cuando sus miembros tuvieron que huir al ser descubiertos. A su llegada a España, José Solano fue destinado a la dársena de Cartagena, y luego acompañó al naturalista irlandés Guillermo Bowlls en su viaje por la península a realizar reconocimientos hidrográficos y mineralógicos. Gracias a la estimación de Jorge Juan y del ministro de Estado José de Carvajal, fue nombrado cuarto comisario de la Expedición de Límites que se estaba organizando en ejecución del Tratado de límites hispano-portugués de 1750. Entre 1754 y 1761 permaneció en el Orinoco, donde llevó a cabo importantes exploraciones.

Solano permaneció en la frontera tropical entre 1754 y 1761; fue el primer europeo que atravesó los raudales del Orinoco y dirigió importantes exploraciones hacia el Amazonas. A su regreso a España, recibió el mando de un navío, el Rayo, y fue nombrado teniente de la compañía de guardamarinas de Cádiz. En 1763 obtuvo el hábito de Santiago y -en una escalada sin precedentes- fue designado gobernador y capitán general de Venezuela. Su gobierno es recordado como uno de los más fértiles del período colonial. Solano emprendió un vasto plan dirigido a obtener información geográfica del territorio, impulsó la construcción de nuevas vías de comunicación, organizó los correos, realizó diversas reformas económicas y respaldó el traslado de la capital de Guayana a la Angostura del Orinoco, actual Ciudad Bolívar.

En 1771, José Solano pasó a servir la capitanía general en Santo Domingo. Allí aplicó una política similar a la que había seguido en Venezuela, impulsando el comercio y formando -una gran novedad- una junta de agricultores para impulsar el cultivo de caña de azúcar y tabaco. También data de su mandato la fundación de una escuela de matemáticas. Entre 1773 y 1776 participó en la negociación de un acuerdo de límites con los franceses de la parte occidental de la isla, que sería llevado a la práctica poco después. En 1778 Solano emprendió el regreso a España y se reincorporó a la Armada. Durante la guerra con Gran Bretaña se le confió el mando de una escuadra en el Caribe. Ésta partió de Cádiz en abril de 1780 y tras una escala en La Habana jugó un papel fundamental al proveer los auxilios necesarios para la toma de la plaza de Pensacola, en Florida. Esta acción le valió en 1784 la concesión del título de marqués del Socorro. Pero la escuadra de Solano no fue exclusivamente una eficaz máquina militar; por directa iniciativa suya se abordaron importantes problemas cartográficos y completaron su formación marinos científicos de renombre.

Cuando regresó a España en 1786 Solano fue destinado a El Ferrol. Poco después se le nombró consejero de Estado y se le confirió la responsabilidad del armamento en los departamentos de Cádiz y El Ferrol. En 1794 -cuando ya era caballero de la orden de Carlos III- le otorgaron el mando de la escuadra de América. Todavía en 1802 tuvo la responsabilidad del mando naval, pasando con una escuadra a Nápoles a recoger a la prometida del príncipe de Asturias, el futuro Fernando VII. José Solano logró la máxima graduación que se podía alcanzar en la Armada en 1802. Murió en Madrid, en medio del aprecio general, el 24 de abril de 1806.

Bibliografía

  • SANTALO Y RODRíGUEZ DE VIGURI, J. L. Don José Solano y Bote, Madrid, Instituto Histórico de la Marina, 1973

  • LUCENA GIRALDO, M. Laboratorio Tropical. La Expedición de Límites al Orinoco (1750-1767), Caracas, 1993

MLG.

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  • MLG.