Simenon, Georges (1903-1989).
Narrador francés de origen belga, nacido en Lieja (Bélgica) el 13 de febrero de 1903 y fallecido en Lausana (Suiza) el 6 de septiembre de 1989. Dotado de una asombrosa fecundidad en el ejercicio de la creación literaria, es autor de varios centenares de novelas que le granjearon el reconocimiento de los lectores de todo el mundo, especialmente interesados en las aventuras protagonizadas por su personaje más célebre, el comisario Maigret, presente en una de las series policíacas más extensas de cuantas haya podido construir jamás un escritor en cualquier época y lugar. Al margen de esta peculiaridad, Georges Simenon es recordado también por la agudeza y brillantez con que supo trazar los perfiles psíquicos de sus personajes más relevantes, lo que le ha valido el reconocimiento unánime como creador de la moderna novela psicológica policíaca. Ante la fama y difusión mundiales alcanzadas por Simenon y Maigret, muchas de las novelas del escritor francés han sido objeto de adaptaciones para la gran pantalla; por lo demás, su influencia entre los narradores europeos contemporáneos (y no sólo entre los consagrados por entero al género negro) le sitúa como uno de los principales referentes literarios de la prosa del siglo XX.
Su vasta producción narrativa, compuesta por más de quinientas novelas, se inauguró a comienzos de la década de los años treinta con la aparición de Monsieur Gallet décéde (1931), obra a la que pronto siguieron otros muchos títulos que, centrados en el mismo protagonista, fueron consolidando el peculiar tratamiento del género ideado por Simenon. Entre las características más originales de estas novelas policíacas del autor francés, conviene señalar, aparte de esa finura en el trazo psicológico apuntada más arriba, la poderosa ambientación espacial (que casi siempre refleja con asombrosa fidelidad la atmósfera gris y amodorrada de la Francia interior y provinciana); las reflexiones del protagonista acerca de la soledad, elemento temático que, a lo largo de la serie, se convierte en uno de los principales componentes estructurales de las novelas de Maigret; el encanto y la genialidad del protagonista, que -como se explicará más adelante- no se parece en nada a otros clásicos de la novela policíaca o detectivesca (como Sherlock Holmes o Hercules Poirot), siempre más distantes, envarados y engreídos; y, a la postre, el pesimismo latente en cada uno de los actos protagonizados por el comisario, quien se muestra en reiteradas ocasiones desolado frente a unas fuerzas del mal empecinadas, una y otra vez, en derrotarlo.
Destaca, pues, la figura de un Georges Simenon que opta en sus obras por pasar a un segundo plano en beneficio de su protagonista, de quien -a diferencia de lo que es habitual en los patrones estereotipados del detective- se conocen todos los pormenores de su vida. En efecto, frente a otros protagonistas de novelas policíacas carentes de pasado (o desprovistos de antecedentes biográficos que no vengan al caso en sus distintas apariciones noveladas), Maigret tiene unos humildes orígenes campesinos en el pueblo de Allier, cursa estudios de bachillerato en diferentes institutos que el lector conoce, pretende seguir la profesión de médico y, a la postre, acaba convertido en policía. Sus fieles seguidores están al tanto, también, de todos los pasos de su azarosa trayectoria profesional, desde sus comienzos como modesto guardia municipal hasta su nombramiento, al final de su carrera, como comisario de distrito, después de haber pasado por todas las escalas de la profesión: secretario en una comisaría, ocupante paciente de todos los cargos que van marcando su ascenso en la jerarquía de la brigada criminal a la que pertenece y, poco antes de acceder al grado de comisario, inspector de brigada, puesto desde el que protagoniza la mayor parte de las narraciones en las que aparece. Al final del ciclo, la presencia de un Maigret convertido en jubilado pensionista, derrotado y cascarrabias corona a la perfección el perfil humano de un personaje mucho más próximo a las vivencias cotidianas del lector que esos detectives rodeados de un halo de literaturizado misterio, como los ya citados Holmes y Poirot, o, entre otros muchos, el C. Auguste Dupin creado por Edgar Allan Poe. Tal vez por ello, la mayor genialidad de Georges Simenon estriba en el hecho de haber relegado a un segundo plano de importancia todos los detalles relacionados con esas atmósferas de misterio que parecen imprescindibles en otros autores especializados en el género, para concentrar todo su aliento creativo en la voluntad de un personaje que se esfuerza por integrarse plenamente en los ambientes donde se han cometido los crímenes que investiga, y por identificarse en todo lo posible con sus pobladores.
Entre los numerosos títulos protagonizados por este atractivo personaje, cabe citar algunos tan relevantes como Le charretier de la Providence (El carretero de la providencia, 1931), L'affaire Saint-Fiacre (El asunto Saint-Fiacre, 1932), Maigret (1934), Le testament Donadieu (El testamento Donadieu, 1937), Mon ami Maigret (Mi amigo Maigret, 1949), Maigret à l'école (Maigret en la escuela, 1954), Une confidence de Maigret (Una confidencia de Maigret, 1959), Maigret et le clochard (Maigret y el vagabundo, 1963), Maigret hésite (Maigret duda, 1968), Il y a encore des noisetiers (Todavía hay avellanos, 1969), y Maigret et le marchand de vin (Maigret y el vendedor de vino, 1970). Por lo demás, Georges Simenon halló tiempo y lugar, en su asombrosa fecundidad creadora, para escribir otras narraciones ajenas al ámbito de la novela policíaca, como las tituladas Les demoiselles de Concarneau (Las señoritas de Concarneau, 1936), Les inconnus dans la maison (Extraños en la casa, 1940), En cas de malheur (En caso de desgracia, 1956), Le train (El tren, 1961) y Les anneaux de Bicêtre (Las campanas de Bicêtre, 1964). Asimismo, publicó otras obras de carácter eminentemente autobiográfico, como Pedigree (1948), en la que recreó su infancia y adolescencia; Tant que je suis vivant (Mientras yo esté vivo, 1978); Memoires intimes (Memorias íntimas, 1981); y Le livre de Marie-Jo (El libro de Marie-Jo, 1981), centrada en la muerte de su hija. Esta tendencia al recuerdo y la introspección quedó patente también en algunas narraciones breves de Simenon, como las tituladas Quand j'etais vieux (Cuando yo era viejo, 1972) y Lettre à ma mère (Carta a mi madre, 1974).
La influencia del peculiar estilo de Georges Simenon, patente en numerosos autores europeos que no se han adentrado en el cultivo del género policíaco, se hace evidente sobre todo en otros muchos autores que han seguido sus mismos pasos temáticos, como el ruso Julian Semionov y, muy especialmente, el helvético Friedrich Glauser(suizo), conocido en su país como "el Simenon suizo", quien llegó a reconocer públicamente que había aprendido mucho del escritor francés y sus novelas policíacas.
En cuanto a las abundantes adaptaciones al cine de sus novelas, cabe recordar algunas cintas notables como En caso de desgracia (1958), del director francés Claude Autant-Lara, protagonizada por Brigitte Bardot; La Marie du port (1950) y Tres habitaciones en Manhattan (1965), realizadas ambas por el cineasta galo Marcel Carné; y Barrio, rodada en Portugal por el director húngaro afincado en España Ladislao Vajda. Una de las novelas de Simenon, Les fiançailles de Monsieur Hire (El noviazgo de Monsieur Hire), dio pie a dos versiones cinematográficas distintas: Panique (1946), de Julien Duvivier, y Monsieur Hire (1989), de Patrice Leconte. Su atractivo para los cineastas de todo el mundo quedó patente ya en los inicios de su trayectoria literaria, cuando un director de la talla del malogrado Jean Vigo dejó, a su prematura muerte (1934), un proyecto de rodaje basado en L'affaire Saint-Fiacre, publicada en 1932.
Lógicamente, el éxito internacional de las novelas de Georges Simenon no ha pasado inadvertido para el mercado editorial, la crítica y los lectores españoles, que han visto traducidas al castellano casi todas las obras del autor francés, y algunas de ellas a otras lenguas peninsulares como el catalán, el gallego y el euskera. Aunque resulta prácticamente imposible enumerar aquí todos estos títulos, se ofrece a continuación una relación alfabética, lo más exhaustiva posible, de las novelas de Simenon publicadas en la lengua de Cervantes: A la cita de los Terranovas; La agitada navidad de Maigret; El ahorcado de la iglesia; El alcalde de Fournes; La amargura del condenado; El amigo de infancia de Maigret; Anaïs; La anciana; Los anillos de la memoria; Los ansiosos; Antonio y Julia; Arrabal; El asesino; El asesino del canal; Asno Rojo; El atestado del gendarme; La bailarina del "Gay-Moulin"; Barrio negro; Bergelon; Betty; El blanco con gafas; Las bodas de Poitiers; El caballo blanco; La cabeza de un hombre; La callada espera; Callejón sin salida; Las campanas de Bicêtre; El carretero de la providencia; Carta a mi juez; Carta a mi madre; La casa de las siete muchachas; La casa del canal; La casa del juez; En caso de desgracia; El asunto Saint-Fiacre; Cecile ha muerto; El círculo de los Mahé; La ciudad bajo la lluvia; Los clientes del "Avernos"; Los cómplices; Una confidencia de Maigret; Un crimen en Holanda; Los crímenes de mis amigos; Cuarenta y cinco grados a la sombra; El cuarto azul; Los cuatro días de un pobre hombre; El difunto filántropo; Domingo; El enamorado de la señora Maigret; El entierro del señor Bouvet; Entre los flamencos; La epilepsia; La escalera de hierro; La esclusa número uno; Los escrúpulos de Maigret; El evadido; Una extraña sirvienta; Extraños en la casa; Los fantasmas del sombrerero; Felicia está ahí; Firmado "Picpus"; El fondo de la botella; Un forastero en la ciudad; Un fracaso de Maigret; La furia de Maigret; Las gentes de enfrente; El gran Bob; La granja "rompeolas"; Hasta el último aliento; Las hermanas Lacroix; Los hermanos Rico; El hijo; El hijo de Cardinaud; El hijo del relojero; El hombre de la Torre Eiffel; El hombre de Londres; El hombre del perrito; El hombre que miraba pasar los trenes; El informe del gendarme; El inspector cadáver; Las investigaciones de Maigret; El ladrón de Maigret; Liberty Bar; Lluvia; La loca de Maigret; El loco de Bergerac; Luces rojas; Maigret; Maigret con la muerte en los talones; Maigret en casa de los flamencos; Maigret en el "Picratt's"; Maigret en la audiencia; Maigret en los bajos fondos; Maigret en los dominios del "coroner"; Maigret en Nueva York; Maigret en Vichy; Maigret se defiende; Maigret se divierte; Maigret se enfada; Maigret se equivoca; Maigret tiende un lazo; Maigret tiene miedo; Maigret vacila; Maigret y el asesino; Maigret y el caso del Ministro; Maigret y el caso Nahout; Maigret y el cliente del sábado; Maigret y el confidente; Maigret y el cuerpo sin cabeza; Maigret y el extraño vagabundo; Maigret y el falso culpable; Maigret y el fantasma; Maigret y el gigoló; Maigret y el hombre del banco; Maigret y el inspector sin suerte; Maigret y el ladrón perezoso; Maigret y el mayorista de vinos; Maigret y el perro canelo; Maigret y el tercer hombre; Maigret y la muchacha asesinada; Maigret y la vieja señora; Maigret y las buenas personas; Maigret y los ancianos; Maigret y los aristócratas; Maigret y los cerditos sin rabo; Maigret y los muertos del canal; Maigret y los testigos recalcitrantes; Maigret y Monsieur Charles; Maigret y otros; Maigret y su muerte; Mal de luna; La mala estrella; Malenpin; María la bizca; María, la del puerto; El mayor de los Ferchaux; Las memorias de Maigret; Memoria íntimas; La mirada indiscreta; La muerte de Belle; La muerte del Sr. Gallet; La muerte ronda a Maigret; El negro; La nieve estaba sucia; La noche de la encrucijada; El noviazgo de Mr. Hire; El osito felpudo; Los otros; La paciencia de Maigret; Pasajero clandestino; El pasajero del Polarys; El paso de la frontera; Pedigree; El pensionista; El perro canelo; Las persianas verdes; Pietr el Letón; Los Pitard; La plantación; El presidente; El proscrito; La puerta; El puerto de las brumas; Sala de lo criminal; El santito; El señor ratón; Las señoritas de Concarneau; La sombra chinesca; El sospechoso; Los sótanos del "Majestic"; Stan el asesino; Streap-tease; Los suicidas; Los supervivientes del Telémaco; La taberna de los dos centavos; La taberna del puerto; El testamento de Donadieu; Testigo de Maletras; Los testigos; Tía Jeanne; El tiempo de Anaïs; Tío Charles se ha encerrado; El tren; El tren de Venecia; Tres habitaciones en Manhattan; Turista de bananas; Un turista en Tahití; Las vacaciones de Maigret; Los vecinos de enfrente; La ventana de los Rouet; El viajero; Una vida nueva; La viuda Couderc; El viudo; y La yegua perdida.
Entre 1987 y 1988, la editorial barcelonesa Planeta-De Agostini publicó la colección titulada "Las novelas de Maigret", compuesta por más de cincuenta volúmenes. En la década de los setenta había aparecido también otra recopilación de la serie narrativa de Simenon dedicada a su célebre comisario, publicada en diez tomos por la editorial Aguilar bajo el título de "Novelas de Maigret". El mismo sello editor inició, por aquellos años, la publicación de las Obras Completas del escritor francés.
Su faceta como reportero gráfico fue también muy destacable. En enero de 2004, en el Jeu de Paume de París, tuvo lugar una exposición retrospectiva de más de 3.000 fotos del gran narrador.