Signoret, Simone (1921-1985).

Actriz francesa, de verdadero nombre Simone Henriette Kaminker, nacida el 25 de marzo de 1921 en Wiesbaden (Alemania), y fallecida el 30 de septiembre de 1985 en Autheuil (Normandía, Francia).

Vida.

Simone Signoret nació en la Renania francesa, en el seno de una familia judía: su padre era abogado y trabajaba en una agencia de publicidad; su madre, modista. Su infancia transcurrió en Neuilly-sur-Seine, donde estudió las primeras letras en la Academia Lafayette y luego en el Liceo Pasteur. Apenas cumplidos los 19 años encontró un empleo de ayudante de la secretaria del director de Les Nouveaux Temps, en plena ocupación. Aficionada al cine y al teatro, frecuentaba el Café Flore, lugar de reunión de la gente de la farándula y, así, de un modo casual, consiguió sus primeras convocatorias para actuar en el cine, en papeles minúsculos de apenas unas cuantas frases. Decidió dedicarse profesionalmente a actuar y, por de pronto, tomó clases de declamación y aprendió los rudimentos del oficio en una escuela dependiente de los todopoderosos estudios Pathé.

Le prince charmant (1941), de Jean Boyer, es la película que puede considerarse con propiedad como el auténtico debut cinematográfico de Simone Signoret; durante los dos siguientes años apareció en unos cuantos títulos poco más que como figurante, hasta que en Adieu Léonard (1943), de Pierre Prévert, se la pudo ver ya acreditada en los créditos como intérprete del personaje de la gitana. No obstante, conviene destacar una de esas figuraciones anónimas, ya que se produjo en una obra capital del cine francés: Les visiteurs du soir (1942), de Marcel Carné; como la propia Simone cuenta en sus Memorias, "Carné se queda contigo para que seas una de las cuatro damas del castillo, eso quiere decir que saldrás en todos los decorados: el baile, la caza, vestida a medida, por fin maquillada, extra naturalmente, pero con una identidad en relacción a la acción que se desarrolla bajo los ojos de los familiares del castillo [...] Y es un milagro también que Carné se quede contigo para toda la película".

Fue precisamente en una de estas colaboraciones fugaces donde conoció al primer gran amor de su vida, un joven y prometedor realizador llamado Yves Allégret. La película se titulaba La boîte aux réves (1943) y, como si de una premonición poética se tratara, de ese film surgió una relación sentimental estable de más de seis años, una hija (Catherine Allégret, nacida en 1946, que desarrolló una interesante carrera en el cine y en el teatro) y la estabilidad profesional. Bajo la dirección de Allégret pudo demostrar Simone Signoret una personalidad dramática que parecía estar en la línea popular y desgarrada de la gran diva del cine francés Arletty: primero, en Les démons de l'aube (1945), donde representaba a Lily, la cabaretera, pero sobre todo en Dédée d'Anvers (1947), donde se hacía cargo del personaje titular, una prostituta perezosa y fatalista.

Gracias al esforzado empeño que había puesto durante el bachillerato en estudiar idiomas, la Signoret estaba en condiciones de actuar en inglés y alemán, así que pudo aprovechar la oportunidad que le brindó el director británico Charles Crichton para encarnar, en Against the Wind (1948), a una muchacha francesa atrapada en una intriga de la resistencia, o participar en la experiencia multilingüe de Cuatro días de permiso (1949), de Leopold Lindberg. No obstante, sería de nuevo Yves Allégret el que daría un impulso decisivo a su carrera al encomendarle el papel protagonista de Manèges (1949): su papel de Dora, una mujer fría y calculadora, que se prostituía con descarnado cinismo, causó sensación y situó a la actriz en un primer nivel, aunque con el riesgo de haberse encasillado en el personaje de mujer descarriada y amoral, cuando no de sempiterna pupila de burdel. Tal riesgo pudo ser conjurado cuando volvió a representar dicho carácter en dos obras maestras y tuvo la fortuna y el talento de saber establecer sutiles y diversas variaciones, tanto en La ronde (1950), de Max Ophuls, como en París, bajos fondos (1951), de Jacques Becker. En el primer caso, abría y cerraba la ronda del cortejo amoroso que orquestó con primoroso virtuosismo el gran Ophuls: su Leocadie se entregaba al soldado (Serge Reggiani) que luego pasaba a otra alcoba y, así, en ese círculo de infidelidades amorosas, llegábamos al conde (Gérard Philipe) que acababa en el lecho de Leocadie. El crítico francés Jean-Pierre Berthomé proclamó que en París, bajos fondos, Simone Signoret "estremecida de amor, de vida y de nobleza, junto a Serge Reggiani, realizó la creación más bella de su carrera". No sólo eso, sino que incorporó el personaje definitivo, emblemático, por el que será recordada siempre: cómo olvidar ese sobrecogedor primer plano de Casque d'or (así denominan a su personaje en razón de la forma del peinado) asomada a la ventana, contemplando la ejecución de su amante...

Convertida ya en primera actriz del cine francés, Simone Signoret se afirmó en la década de los cincuenta con una serie de actuaciones memorables: Teresa Raquin (1953), de Marcel Carné, el director que había sabido intuir en ella algo más que una figurante; Las diabólicas (1954), en la que bajo la neurótica y admirable dirección de Henri Georges Clouzot compuso el terrible personaje de Nicole Horner; o la sometida Djin, y al fin abatida a tiros por su propio amante, en La muerte en el jardín (1956), de Luis Buñuel.

Divorciada de Yves Allégret, Simone Signoret encontró otro hombre decisivo en su vida: el cantante y actor Yves Montand. Se casaron en 1951 y compartieron afanes profesionales y una militancia política que, pese a alguna que otra disidencia, siempre se mantuvo en la orilla progresista. Juntos debutaron en el teatro representando la obra de claro signo antimacartista de Arthur Miller Las brujas de Salem, que obtuvo un gran éxito y que les originó no pocas complicaciones cuando años después solicitaron el visado para entrar en los Estados Unidos. La carrera cinematográfica en Francia estaba ya totalmente consolidada y Simone Signoret fue reclamada de nuevo por Gran Bretaña; en esta ocasión, y por su interpretación de Alice Aisgill, una infeliz mujer casada que busca expansiones afectivas fuera del hogar en Un lugar en la cumbre (1958), de Jack Clayton, obtuvo el Oscar de Hollywood.

Durante la década de los sesenta siguió participando en producciones internacionales, tanto en Italia [Adua y sus amigas (1960), de Antonio Pietrangeli], Inglaterra [Escándalo en las aulas (1962), de Peter Glenville], como sobre todo en Estados Unidos: El barco de los locos (1965), de Stanley Kramer; La muerte llama a la puerta (1967), de Curtis Harrington; y dos películas dirigidas por Sidney Lumet: Llamada para el muerto (1967) y The Seagull (1968), en la que ofreció una conmovedora versión de la Arkadina chejoviana.

No abandonó, sin embargo, sus aportaciones al cine francés, en el que se distinguió a partir de entonces y durante toda la década siguiente por su compromiso con directores jóvenes o con películas que implicaban riesgos, tanto artísticos como ideológicos. Nunca ha sido una actriz convencional y lo demostró cumplidamente al elegir con rigor y honestidad las propuestas, a sabiendas de que el prestigio de su nombre podría garantizar la viabilidad de determinadas iniciativas. Ya lo había demostrado hacía años en El día y la hora (1962), de Réné Clément, donde interpretaba a una mujer burguesa que tomaba conciencia de sus responsabilidades políticas.

Constantin Costa-Gavras pudo realizar su primera película, Los raíles del crimen (1965), gracias a la participación desinteresada de varios actores (entre ellos Signoret y Montand); la pareja volvió a trabajar a las órdenes del griego exiliado en otra película controvertida sobre las purgas estalinistas: La confesión (1970). Marcel Bozuffi encontró también el madrinazgo de la actriz en su debut como director: L'américain (1969). En El gato (1971), de Pierre Granier-Deferre, tuvo la posibilidad de enfrentarse por primera vez con una leyenda del cine francés: Jean Gabin. Y no dudó en colaborar con uno de los francotiradores más estimulantes del cine galo: René Allio, en Rude journée pour la reine (1974).

Todavía al cabo de los años, estaba a punto de cumplir sesenta, fue solicitada para hacer de prostituta: cumplió con creces su cometido, con enorme delicadeza y ternura, en Madame Rosa (1977), de Moshe Mizrahi, y obtuvo por ello el César de interpretación del cine francés. Además de estos premios ya mencionados, Simone Signoret ha conseguido otros importantes galardones: en tres ocasiones se alzó con el de mejor actriz extranjera de la British Academy por Casque d'or, Les sorcières de Salem y Room at the Top; por esta última película obtuvo también el premio a la mejor interpretación femenina en el Festival de Cannes y el New York Film Critics; por Ship of Fools fue nominada nuevamente al Oscar y recibió otra vez el premio de los críticos neoyorkinos. Y su actuación en Le chat fue reconocida como la mejor interpretación femenina en el Festival Internacional de Berlín de 1971.

Una actividad profesional tan vasta le ha dejado tiempo sin embargo para dedicarse a la literatura; escribió dos libros de memorias: La nostalgie n'est plus ce qu'elle était (1977) y Le lendemain, elle était souriante (1979), y una novela, Adieu Volodia (1984). Con su hija Catherine Allégret coincidió en una sola película: Los raíles de crimen; y, para finalizar con el entorno familiar, su hermano, Alain Kaminker (1930-1958), fue también cineasta y se dedicó a la realización de cortometrajes.

Filmografía.

1941: Le prince charmant; Boléro.
1942: L'ange de la nuit; Les visiteurs du soir; Le voyageur de la Toussaint.
1943: La boîte aux réves; Béatrice devant le désir; Adieu Léonard; La mort ne reçoit plus.
1945: Le couple ideal; Les demons de l'aube.
1946: Macadam; Fantomas.
1947: Dédée de Amberes.
1948: Impasse de deux anges; Against the wind.
1949: Cuatro días de permiso; Manèges.
1950: Ombre et lumière; Sans laiser d'adresse; La ronda; Acorralado.
1951: París, bajos fondos.
1953: Teresa Raquin.
1954: Las diabólicas.
1956: La muerte en el jardín; Mutter Courage und ihre kinder (inacabada).
1957: Les sorcières de Salem; Die windrose.
1958: Un lugar en la cumbre.
1960: Los malos golpes; Adua y sus amigas.
1961: Escándalo en las aulas; Amores célebres.
1962: El día y la hora; El día más corto; Barrabás.
1963: Dragées aux poivre; Le joli mai.
1965: Los raíles del crimen; El barco de los locos.
1966: ¿Arde París?
1967: La muerte llama a la puerta; Llamada para el muerto.
1968: Mr. Freedom; The Seagull.
1969: El ejército de las sombras; L'americain.
1970: Cuenta atrás; La confesión.
1971: El gato; La viuda Couderc.
1972: Las granjas ardientes.
1973: Dura jornada para la reina.
1974: La carne de la orquídea; Prohibido saber.
1976: Policía Python 357.
1977: Madame Rosa.
1978: Judith Therpauve; Adolescente.
1981: Chère inconnue.
1982: L'étoile du Nord; Guy de Maupassant.

Trabajos para televisión:
1977: Madame le juge.
1985: Music Hall.

Trabajos para teatro:
1954-1955: Les sorcières de Salem.
1956: Mutter Courage und ihre kinder.
1962: The Little Foxes.
1966: Macbeth.

Bibliografía.

• SIGNORET, Simone [PONS, Maurice]: La nostalgia ya no es lo que era, Barcelona: Argos Vergara, 1976.

• HAMON, Hervé-ROTMAN, Patrick: Yves Montand, hojas vivas, Madrid: Espasa-Calpe, 1991.

• SEMPRÚN, Jorge: Montand, la vida continúa, Barcelona: Planeta, 1983.

JGD

Autor

• Emilio cine.