Setién, José María (1928-2018).
Sacerdote español, nacido en Hernani (Guipúzcoa) el 18 de marzo de 1928 y fallecido en San Sebastián (Guipúzcoa) el 10 de julio de 2018. Fue obispo de San Sebastián desde 1979 hasta el mes de enero del año 2000, año en el que el Papa Juan Pablo II aceptó su renuncia al cargo. Se formó en el seminario de Vitoria y completó su carrera en la Universidad Gregoriana de Roma. De la ciudad italiana regresó a su país como profesor del seminario donde se formó, y poco después de la Escuela Social Sacerdotal de Vitoria.
A los 32 años dio el salto a la Universidad Pontificia de Salamanca, donde enseñó Teología, Derecho Público Eclesiástico y Derecho Concordatorio. Fue vicario general de la diócesis de Santander antes de recalar, en 1972, en San Sebastián como auxiliar del obispo Jacinto Argaya, a quien sustituyó en 1979.
Obispo polémico, a lo largo de su trayectoria se le acusó de sintonizar con el mundo nacionalista y distanciarse de la otra parte de la sociedad vasca. Esto, unido a su mensaje personal en favor de la paz desde la distancia y desde una posición equidistante entre las dos partes enfrentadas, acentuaron esa fama de controvertido.
Condenó con igual énfasis los atentados de la banda terrorista ETA como los detentados por la organización GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación). A principios de los noventa defendió la autodeterminación del País Vasco, lo que levantó ampollas en la sociedad española. A esta declaración siguió su petición pública de libertad para el arcipreste de Irún, José Ramón Treviño, encarcelado por haber acogido a presuntos miembros de la organización terrorista vasca. Fue el inspirador de la llamada tercera vía, un movimiento que parte del rechazo de toda forma de violencia pero plantea la resolución del conflicto vasco a partir de las tesis políticas de la izquierda más radical del País Vasco.
En los últimos años de su mandato como obispo se volcó en la búsqueda de la paz. Vivió unos momentos de esperanza durante la tregua de ETA entre el 16 de septiembre de 1998 y el 28 de noviembre de 1999, hecho que terminó por desgastar al obispo, atacado por una parte de la sociedad. Así es como el 9 de diciembre de 1999 escribió su carta de renuncia al Vaticano, que fue aceptada en un tiempo récord, el 13 de enero del año 2000. Fue sustituido por Juan María Uriarte Goiricelaya.
