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HistoriaPolíticaBiografía

Selim I, Emperador de Turquía (1470-1520).

Noveno sultán otomano, que permaneció en el poder desde la renuncia de su padre, Beyazid II, el 24 de abril de 1512 hasta la fecha de su muerte. Nacido en Amasya, el 10 de octubre de 1470 y muerto en Estambul, el 22 de septiembre de 1512.

Educado en la fastuosa corte otomana, situada en la ciudad de Estambul, inició su carrera militar muy joven. Selim I muy pronto destacó como comandante por sus grandes dotes de mando, y a partir de ese momento obtuvo el respeto y la admiración de los miembros del ejercito turco, sobre todo de los poderosos jenízaros. Gracias a su elevada posición y a sus destacadas intervenciones militares, fue nombrado gobernador de la ciudad de Trebisonda, cargo en el que debía permanecer hasta que llegara el momento de su retiro, ya que en teoría no debía ser Selim I el sucesor de Beyazid II, puesto que el sultán contaba con dos hijos varones mayores que él.

Durante los años que permaneció en el cargo de gobernador, Selim I dio muestras de su gran capacidad como hombre de Estado, inteligente y conocedor de los grandes males que aquejaron el reinado de Beyazid II, llevó a cabo importantes reformas en la administración de los territorios bajo su mando, lo cual muy pronto le hizo muy popular en la ciudad y su fama de hombre justo se extendió por todo el reino. Enemigo de los lujos excesivos, intentó imponer la disciplina en su vida familiar, al contrario que su padre, no dedicó mucho tiempo a permanecer en el harém y cuidó que la educación de su único hijo varón, el futuro Solimán el Magnifico (1496-1566), fuera lo más estricta posible. Selim I fue muy aficionado a la poesía durante toda su vida, lo cual le convirtió en mecenas de importantes poetas de su tiempo, además se mostró muy interesado por otras manifestaciones artísticas como la pintura, de este modo financió la elaboración de conjuntos pictóricos de gran calidad.

Los últimos años del reinado de Beyazid II, estuvieron marcados por una terrible crisis económica, esta mala situación de las finanzas del reino, provocó la aparición del descontento de gran parte de la clase dirigente y sobre todo de los jenizáros, los cuales decidieron derrocar al sultán. Es posible que el propio Selim I fuera el responsable de la caída de su padre, ya que desde sus años como soldado, había contado con las simpatías de muchos oficiales del ejército, en varías ocasiones había manifestado públicamente su descontento ante los dispendios económicos realizados por el sultán y consideraba que éste, había cometido un error al frenar la expansión de las fronteras del reino. De este modo a la edad de cuarenta y un años, el 24 de abril de 1512, fue proclamado sultán. Tras su nombramiento, su primera disposición fue organizar el futuro de su padre, el cual desde hacía algún tiempo sufría una grave enfermedad, así dispuso que éste debía partir a su ciudad natal, Demotika, donde recibiría una asignación anual para que viviera con dignidad. Poco tiempo después, el 26 de mayo, Beyazid II fue asesinado, posiblemente por orden de su hijo.

Los primeros años de su gobierno, Selim I intentó consolidar su poder, de este modo entre los años 1512 y 1514, intentó sanear la economía del reino y emprender importantes reformas en la administración y en la organización del ejército. Decidido a gobernar en solitario prescindió de la figura del visir, para controlar personalmente el funcionamiento de todas las instituciones. El nuevo sultán sabía que sus hermanos muy pronto conspirarían en su contra, antes de su nombramiento ya se habían producido enfrentamientos para ocupar el poder entre los miembros de la familia real; de este modo para evitar futuras crisis, ordenó el asesinato de sus dos hermanos mayores, de sus sobrinos y de todos aquellos miembros de su dinastía que pudieran alegar algún derecho para ocupar el trono.

Conseguida la estabilidad en sus dominios, Selim I comenzó a preparar a sus ejércitos para retomar las acciones de guerra en el exterior. En su opinión el primer objetivo debía ser el Imperio Persa, el cual desde 1502 estaba controlado por la dinastía de los safawíes, los cuales habían llegado al poder gracias al apoyo de los chiítas, contrarios a la posición ortodoxa sunní de los otomanos. Selim I decidió actuar rápidamente, era profundamente religioso, pero además, era consciente de que los predicadores chiítas, enviados por el sha Ismail (1499-1524), a la región de Anatolia estaban minando su autoridad en el territorio, por ese motivo decidió proclamar la guerra santa, con el fin de defender la ortodoxia y conseguir el derrocamiento del rey persa. El 23 de agosto de 1514 tuvo lugar el primer enfrentamiento entre los persas y los otomanos en el valle de Caldiran. A pesar de los grandes problemas que tuvo Selim I para lograr que llegaran los suministros necesarios a sus tropas, tras la dura batalla, en la cual el uso de la artillería por parte de los otomanos fue fundamental, el sultán obtuvo un gran éxito, logrando la huida precipitada del sha Ismail. Tras la victoria Selim I como escarmiento decidió ejecutar a más de cuarenta mil chiítas asentados en Asia Menor. A pesar de la aplastante derrota del sha Ismail, el sultán otomano tuvo que abandonar la región de forma precipitada, ya que sus soldados comenzaron a mostrarse descontentos, por la falta de botín. Así el sha Ismail, recuperó gran parte del territorio conquistado la primavera del año siguiente, aunque tras la dura derrota decidió no provocar a los ejércitos otomanos.

Tras estos acontecimientos, Selim I regresó a Estambul, donde preparó la campaña contra el Imperio mameluco. Éstos habían permanecido neutrales en la guerra contra los persas, a pesar de las ayudas enviadas por Selim I, en los enfrentamientos que habían mantenido con los portugueses por el control del Mar Rojo. El primer objetivo fue la toma de Siria, donde los ejércitos mamelucos de la zona se rindieron, tras la batalla de Marj Dabiq, que tuvo lugar el 17 de mayo de 1516 en las proximidades de Alepo; allí se produjo la muerte de su sultán, Kansuh al-Ghuri y el califa Matevekki III fue hecho prisionero. El Imperio mameluco se desintegró rápidamente y el sultán turco no tuvo dificultad en apoderarse de Egipto, tras derrotar al gobernador la zona, Tuman Bey, en el año 1517. En septiembre de ese mismo año, tras recibir el homenaje de sus nuevos súbditos, partió hacia la península Arábiga, donde se apoderó del estandarte de Mahoma, tras hacerse con el control de las ciudades de la Meca y Medina. Selim I, tras la conquista del basto Imperio mameluco, fue el primer sultán otomano en obtener el título de califa, gracias a lo cual se convirtió en el sultán más importante y respetado del Islam.

Selim I murió de forma inesperada, tras el inicio de un brote de peste en Estambul; el 22 de septiembre de 1520, este acontecimiento conmocionó a sus súbditos e impidió que se llevara a cabo los planes elaborados para conquistar Rodas, aunque las campañas de conquista fueron retomadas con renovada fuerza por su hijo y sucesor Solimán el Magnífico.

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  • 0205 CGS.