Santana, Pedro (1801-1864).
Político y militar dominicano, nacido en Hincha el 29 de junio de 1801 y muerto el 14 de mayo de 1864, que fue el primer presidente de la República Dominicana (1844-1848), mandato que repitió en dos ocasiones (1853-1856; 1858-1861). Ha sido considerado como uno de los principales caudillos de la Primera República. Proclamó la anexión a España de 1861.
Vida
Fue uno de los más destacados propietarios de tierras durante la dominación haitiana. Cuando tras la revolución que en 1843 derrocó al presidente de la República de Haití, Boyer, la población española de Santo Domingo proclamó la independencia. Santana, que había apoyado la conjura de los trinitarios del 20 de febrero de 1844, fue proclamado general de brigada y jefe del ejército por la Junta Central, aunque carecía de experiencia militar. Comenzó a formar un ejército nacional, base del cual eran los tres mil hombres de su región natal, que había conseguido reunir en torno él durante las jornadas revolucionarias. Los haitianos enviaron un ejército de 30.000 hombres al mando de los generales Pierrot y Rivier para reconquistar Santo Domingo. Santana reunió su ejército y derrotó a los hombres de Rivier en Azua el 19 de marzo. Pero inexplicablemente tras la victoria ordenó la retirada y dejó que los haitianos permaneciesen en la playa. Su decisión provocó su enfrentamiento con Duarte, líder del Partido nacionalista, y que le acompañó en la batalla. El enfrentamiento definitivo tuvo lugar en las cercanías de la capital, Santiago, donde las tropas de Pierrot fueron totalmente derrotadas.
Primera presidencia
Santana entró con su ejército en la capital, y le ordenó rodear la sede del gobierno, que había sido ocupado por los seguidores de Duarte. El general recobró el poder en nombre del Partido Conservador y ordenó la expulsión del país de Duarte y sus seguidores. Cuando fue proclamado presidente de la Junta Central Gubernativa, aprovechó las diferencias entre los diversos grupos políticos para acrecentar su poder. Cuando se aprobó la Constitución de la República el 6 de noviembre de 1844, Santana se negó a jurarla, ya que la consideraba demasiado liberal. Pedía que se declarase el poder militar como la única forma de garantizar la seguridad de la isla. Al ser rechazadas sus propuestas situó sus tropas en los alrededores de la Asamblea Constituyente, cuyos componentes iban a incluir un nuevo artículo, el 210. En él se concedían poderes omnímodos al presidente Santana y se le eximía de responsabilidades en el uso de sus prerrogativas. Estableció un régimen despótico, apoyado en el poder de las armas y en la persecución de sus rivales políticos.
En enero de 1845 dispuso la creación de unas comisiones militares para que juzgasen a todo aquél que conspirase contra el poder. Consideraba que el Estado era un cuartel, y que el pueblo eran los soldados a los que debía gobernar con mano de hierro. Reforzó el ejército con el fin de poder hacer frente a una nueva invasión haitiana. Su principal empeño era conseguir que la independencia de Santo Domingo fuese reconocida por los gobiernos de España, Inglaterra, Francia y Estados Unidos; sin embargo, todos estos países preferían la anexión. Se retiró a sus propiedades al finalizar su mandato en 1848. Apoyó el nombramiento de Buenaventura Báez, con quien rompió en 1852. Tuvo que regresar a la vida pública en 1849 cuando el Congreso le pidió que hiciera frente a una nueva invasión haitiana, encabezada por el autoproclamado emperador de Haití Faustino Soulouque. Derrotó a los haitianos en la batalla de Las Carreras el 21 de abril de 1849. En reconocimiento a sus éxitos el Congreso el concedió Libertador de la Patria.
Segunda presidencia
Ganó las elecciones de 1853, por lo que volvió a ocupar la presidencia. Durante su segundo mandato acabó con todos aquellos rivales que le podían hacer sombra. Ordenó la ejecución del héroe independentista, Antonio Duvergé. Decretó la expulsión a perpetuidad de Báez del país. Cuando en 1854 se suprimió el artículo 210, obligó al congreso a que le concediese nuevamente poderes ilimitados. En febrero de 1855 firmó un acuerdo con España en el que este país reconocía la independencia de la República Dominicana. Sin embargo el cónsul español inició un política claramente hostil hacia Santana. Concedió a todos sus rivales políticos la nacionalidad española, lo que les concedía la inmunidad. Con esta actuación trataba de obligar a Santana a firmar un Tratado de protectorado. Su principal enemigo, Buenaventura Báez, amparado en su recién adquirida nacionalidad española consiguió obtener la renuncia de Santana en 1856, quien se retiró a su hacienda de El Prado. Fue acusado por el nuevo presidente de conspirar contra el Estado, por lo que fue detenido y deportado.
La revolución que comenzó en Santiago el 7 de julio de 1857 permitió a Santana regresar a Santo Domingo. Se puso al frente de su ejército y consiguió forzar la renuncia de Báez en junio de 1858 y su nombramiento como presidente. Ante el peligro de una nueva invasión por parte del país vecino, inició negociaciones con España con el fin de declarar la anexión, que se consumó el 18 de marzo de 1861. Santana fue nombrado capitán general del país. Tuvo que dimitir al año siguiente de este puesto debido a su negativa a combatir un levantamiento de sus seguidores. Cuando el 14 de septiembre de 1863 se proclamó de nuevo la independencia de Santo Domingo se unió a las fuerzas libertadoras.
Bibliografía
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BALCÁCER, J. La independencia dominicana. (Santo Domingo: 1989).
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PATEE, R. La República Dominicana.(Santo Domingo: 1979).
JLGC