Sandrini, Luis (1905-1980).
Actor y director cinematográfico argentino nacido en Buenos Aires el 22 de febrero de 1905 y fallecido en su ciudad natal el 6 de julio de 1980. Su nombre completo era Luis Santiago Sandrini Lagomarsino. Está considerado como el actor cómico argentino más popular de su generación.
Nacido en el seno de una familia de actores, heredó de sus padres el interés por la interpretación, que le llevaría a convertirse no sólo en una de las grandes figuras de los escenarios y el celuloide, sino en una de las principales estrellas de la radio y la televisión argentinas.
Sus primeros pasos en la carrera artística los dio, trabajando de payaso, en un circo criollo donde realizaba actuaciones gauchescas. Pasó luego al teatro y, de allí, al celuloide, y alcanzó una notable celebridad al protagonizar la película Los tres berretines (1933). En ella, Sandrini encarnaba al personaje que habría de darle fama tanto en su país natal como en otros lugares de América donde alcanzaron cierta difusión los filmes en los que él intervino (como en México y en Chile).
Se trata de la figura del hombre corriente, de la calle, bueno y honrado a carta cabal, que en su diario peregrinar va alternando experiencias cómicas y dramáticas, mientras choca una y otra vez con los componentes de una sociedad cruel y resabiada que sólo buscan engañarle. Entre burlas y veras, pasando con magistral fluidez desde la risa al llanto, Luis Sandrini perfila a la perfección esta figura humana que, a la postre, quedó inseparablemente unida a su propia persona.
Es, pues, el suyo un humor tierno y agridulce, profundamente humano, plagado de matices que van desde la compasión hasta la chocarrería. A pesar de que, según los críticos más severos, Sandrini no gozaba de grandes dotes para la interpretación, lo cierto es que logró bordar este tipo humano y pasar, de su mano, a la historia del Cine. Tanto fue así, que llegó a ser llamado por varios directores españoles e hispanoamericanos.
Además de la ya citada Los tres berretines, Sandrini protagonizó otras cintas de gran éxito, entre las que cabe recordar las tituladas Tango (de 1933, primera película hablada que se realizó y estrenó en Argentina), Riachuelo (1934), La muchacha de a bordo (1935), Loco lindo (1936), Don Quijote en el altillo (1936), El cañonero de Giles (1936), La casa de Quirós (1937), Callejón sin salida (1937), El canallita y la dama (1939), Chingolo (1940), El más infeliz del pueblo (1942), La casa de los millones (1942), La danza de la fortuna (1944), Don Juan Tenorio (1946), Juan Globo (1948), Payaso (1950), La culpa la tuvo el otro (1950), ¡Olé, torero! (1950) -dirigida por el cineasta español Benito Perojo (1894-1974)-, El diamante del maharajá (1950), Un tipo de sangre (1961), La cigarra no es un bicho (1962), El profesor hippie (1969), El profesor patagónico (1969), El profesor tirabombas (1969), Los chicos crecen (1974), Así es la vida (1976) y La familia está de fiesta (1980). Además, trabajó en otros filmes como Mientras el cuerpo aguante, El diablo metió la cola, Qué linda es mi familia y El ladrón.
En su faceta de director, Luis Sandrini rodó algunos filmes de interés, como el titulado Cuando los duendes cazan perdices. Más éxito cosechó, empero, en calidad de actor televisivo, sobre todo al protagonizar una de las series más populares de la pequeña pantalla en la Argentina de los años sesenta. Se trata de la comedia Felipe, basada en un serial radiofónico, cuyo protagonista resulta ser también uno de esos tipos sencillos, tiernos y humildes que tan magistralmente sabía recrear Sandrini. Partiendo de la fórmula original radiofónica y, cómo no, del personaje-tipo creado por el actor bonaerense para el celuloide, esta serie explota con humor, ternura y emoción la capacidad del ser humano para la risa y el llanto (se ha llegado a decir que la receta secreta del actor era alternar una lágrima y una sonrisa).
