A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
PinturaBiografía

San Martín, Cosme (1850-1906).

Pintor chileno, nacido en Valparaíso en 1850 y fallecido en 1906, fue director de la Academia de Bellas Artes chilena y uno de los representantes más tardíos del estilo academicista en su país, destacando por la sorprendente variedad de géneros que cultivó: retratos, paisajes, escenas de interior, cuadros históricos.

Cosme San Martín ingresó en la Academia de Bellas Artes de Santiago en 1865, época en la que estaba dirigida por el italiano Alejandro Ciccarelli, férreo difusor de la enseñanza neoclásica. Allí coincidió con futuros pintores de la talla de Pedro Lira y Onofre Jarpa, quienes ciertamente alcanzaron un mayor renombre en las artes chilenas que el propio San Martín, y comenzó a destacarse como fiel continuador de la línea aprendida de sus maestros, lo que le hizo merecedor de un puesto como profesor de dibujo elemental. Obtenida una beca con el cuadro Jesús y María Magdalena, pudo trasladarse a Europa (1875) para perfeccionar su formación, permaneciendo allí diez años. En París asistió a clases en el taller del español Juan Antonio González, concurrió en concursos y exposiciones, y obtuvo una mención en el Salón de la Sociedad de Artistas Franceses de 1880 gracias a una de sus obras más logradas, El reposo de la modelo. A su regreso a Chile fue nombrado director de la Academia en sustitución del italiano Juan Mochi, un cargo que compaginó con clases particulares de dibujo y pintura en varios centros, entre ellos la Escuela de Dibujo Ornamental, dirigida a impartir las enseñanzas artísticas entre las clases populares.

Cosme San Martín fue un artista que se caracterizó por representar la realidad dentro de las rígidos cánones del neoclasicismo, ajustándose al modelo y buscando ante todo la precisión en el dibujo; no obstante, y aunque dentro de un estilo indudablemente academicista, su pintura mostró algunos rasgos de renovación en la etapa final de su carrera, fruto de su experiencia europea, con obras en las que la pincelada cobra un mayor vigor expresivo (Retrato de un niño). Su predilección por las escenas de interior, de un gran realismo, se refleja en sus magistrales recreaciones del ambiente familiar, como sucede en La Lectura. Asimismo, cultivó el género histórico de exaltación patriótica, tan de moda durante todo el siglo XIX, y del que el artista dejó varios ejemplos notables: Prat guiado al sacrificio por el genio de la Patria, La apoteosis de Prat y La jura de la independencia de Chile. Además de estas, otras obras destacadas son Maternidad, El niño de la chaqueta blanca y Niño de las láminas.

Autor

  • 0202 MAH