Salamanca y Negrete, Manuel (1831-1891).
Militar español, nacido en Burgos el 29 de mayo de 1831 y fallecido en La Habana el 6 de febrero de 1890.
Era hijo del teniente general Luis de Salamanca y de María Manuela Negrete, marqueses de Villacampa y condes de Campo Alange. Hizo estudios de filosofía y luego siguió la carrera de las armas. En 1847 era subteniente de reserva y el 1 de julio del mismo año ascendió a subteniente de Infantería. Tomó parte en la pacificación de Cataluña y fue ascendido a teniente. Tras participar en la persecución de Prim, y consumado el destronamiento de la reina Isabel II, ayudó a combatir a los insurrectos de Málaga y prestó juramento a Amadeo de Saboya. Fue nombrado ayudante de campo del ministro de Guerra, y en 1872 fue destinado al Gobierno Militar de Málaga. Ante la grave situación que se presentaba en la zona, se le trasladó a Tarragona como gobernador militar de la provincia. Por sus servicios se le concedió entonces la gran cruz del Mérito Militar. Durante el tiempo que permaneció en Cataluña estuvo en batalla constante contra los carlistas (véase Guerras Carlistas) y liberó a Amposta del largo asedio que estaba sufriendo.
Ascendido a mariscal de campo y trasladado al ejército del Norte al mando de la división de Vizcaya, su estancia en el País Vasco fue tan complicada y llena de sobresaltos como la anterior. Dirigió varios combates, y ese mismo año le fue concedida la gran cruz de Carlos III. Marchó a Lérida con el propósito de prestar vigilancia en la línea del Ebro y El Maestrazgo, y luego cesó en sus cargos militares al ser elegido diputado al Congreso. En ese cargo, demostró un gran conocimiento sobre el ejército y su forma de vida en tierras de ultramar; llegó a ser más tarde capitán general de Valencia, director de Administración Militar y de Sanidad Militar. Durante este tiempo desarrolló una gran labor en favor de los oficiales y la tropa, organizando todos los servicios, tanto en los cuarteles como en el establecimiento de medidas sanitarias preventivas para mayor bienestar del ejército. Por fin, fue designado senador vitalicio y en 1889 gobernador general de Cuba. Su labor consistía en desarrollar una gran campaña moralizadora y pacificadora. Dedicó todo su tiempo a conseguir su objetivo, pero enfermó de gravedad y poco después falleció.
Gran aficionado a la literatura, Manuel Salamanca dejó muchos escritos y traducciones de varios códices; también fue un notable litógrafo.
Bibliografía
-
PERAZA Y SARAUSA, F. Diccionario Biográfico cubano. La Habana, Anuario Bibiográfico cubano, 1951.
-
ESPERABE Y ARTEAGA, E. Diccionario Enciclopédico ilustrado y crítico de los hombres de España. Madrid, Artes Gráfica Ibarra, 1955.